martes, julio 10

Ultimas millas navegando por el interior de la Gran Barrera Australiana



40º.- ULTIMAS MILLAS POR LAS COSTAS AUSTRALIANAS


En esta ocasión os vamos a mostrar un reportaje exclusivamente de navegación, concretamente fotografías sacadas por la costa norte de Australia desde Cabo York hasta Darwin. Esta vez, y de manera excepcional también podemos ser nosotros admiradores de la espléndida silueta que muestra el Tin Tin navegando gracias a las instantáneas que nos sacaron la tripulación del velero de bandera holandesa DELIGHT, con quienes hicimos algunas millas en conserva. Rápidamente separamos las rutas y destinos, pero tuvimos la oportunidad de intercambiarnos fotografías de nuestros respectivas embarcaciones.


En un tipo de navegación como la nuestra, es muy difícil que dos o más barcos coincidan con los mismos destinos, sean embarcaciones que desarrollen velocidades parecidas o que sus tripulaciones mantengan una profunda relación personal como para estructurar una navegación en grupo. Conocemos a cientos de veleros y tripulaciones, nos causa una sincera emoción cada vez que nos volvemos a encontrar con ellos, pero al poco tiempo cada uno toma su propio rumbo. Existen también tripulaciones, que por falta de experiencia náutica efectiva, se sienten más arropados por la falsa seguridad que da el navegar en conserva, pero éstos son los menos.


De una u otra manera cuando la situación se torna dura, cada mástil debe de aguantar sus propias velas. Al oeste de Cabo Wessel encontramos malas condiciones como consecuencia de un mar poco profundo y una meteorología muy específica. Pero acostumbrados a recibir la visita de fuertes vientos y mares importantes en todos estos años, ponemos el barco y nuestras mentes a son de mar y somos capaces de disfrutar de la fuerza y poderío de los elementos que nos rodean.


Para hacer frente a momentos duros, el Tin Tin es un barco excelente, robusto, fiable y cómodo. Un velero muy marinero que se adapta a la mar y no lucha contra los elementos. Su quilla corrida, eslora, desplazamiento y concepto clásico de la obra viva, hace del Tin Tin un barco que desconoce el verdadero valor de un pantocazo, una salida brusca de rumbo o una atravesada accidental.


En esas condiciones, la vida a bordo se estructura en base a una serie de estrictos protocolos de seguridad. Unos pilotos automáticos fiables, aseguran el descanso de la tripulación cuyo principal cometido es la vigilancia de los parámetros de navegación. En el Tin Tin establecemos guardias de cuatro horas en horario nocturno. En la fotografía Isabel se muestra sonriente sorprendida fuera de guardia.


En un momento dado las condiciones bien se pudieran complicar y la mar presentar su cara más agresiva. Con portantes acomodamos la velocidad al paso de la ola, disminuyendo el trapo lo justo para que el centro vélico (centro de gravedad del conjunto de las velas) se localice lo más bajo posible, arranchamos el interior para evitar cualquier desorden, aseguramos el hermetismo de la embarcación y sobre todo aplicamos las más estrictas medidas de seguridad personal y colectiva.


En raras ocasiones se produce a bordo algún tipo de desperfecto. En esta ocasión se descosió un tramo del remate de la banda de protección anti UVA de la baluma del génova. Aprovechamos nuestra recalada en Two Island para proceder a la reparación, una vez cómodamente fondeados en el interior de una preciosa y muy protegida bahía.


Al contar con una planta generadora (un ONAN de 6,5 kilovatios) podemos alimentar cualquier máquina o electrodoméstico que trabaje con 220 o 110 voltios cuando el inversor no es capaz de transformar la suficiente energía requerida. Esta labor de recosido la realizamos acuciados por un tiempo atmosférico en franco empeoramiento. Con pronósticos de vientos superiores a los 30 nudos era muy importante acometer la reparación cuanto antes con el fin de poder izar y enrollar posteriormente el génova, una vela con 74 metros cuadrados de superficie y 50 kilos de peso.


Sin necesidad de ser Isabel una especialista en costura velera, el resultado fue óptimo. Cuando se anda por el mundo con conocimiento de los problemas que se pueden llegar a dar, es necesario reunir suficientes recursos con el fin de acometer las más variadas reparaciones de carácter menor.


En otros momentos se disfruta de un viaje con menos movimiento, donde las condiciones son benévolas y la placidez de la navegación llega a ser un auténtico placer. Cuando el viento es fuerte, todos los barcos andan, pero cuando aparecen las ventolinas es cuando hay que echar mano de la técnica. Un trimado lo más depurado posible, adaptará la superficie vélica a las condiciones reinantes y optimizará el recurso más valioso, la arrancada. A partir de ahí unas tripulaciones sacan todo el partido a sus recursos y otras necesitan diésel en todos los puertos a los que arriban.


El verdadero tesoro del que disponemos los trasmundistas es el tiempo, muchos de nosotros únicamente somos millonarios en tiempo. Por ello, disfrutar de una navegación auténtica, adaptándose a las circunstancias y sacando el mayor partido a los recursos, es un auténtico placer que llena de satisfacción a quienes consideran la vela como un arte.


Pero tarde o temprano llegan las calmas, con sus plácidas aguas poniendo a prueba la resistencia emocional de la tripulación. Para nosotros no hay nada peor, preferimos con mucho navegar en condiciones duras a afrontar un periodo prolongado de calmas. La navegación a vela se hace muy difícil o casi imposible y cuando quedan muchas millas aún para el destino, se echa mano de la paciencia a la espera de que el viento haga acto de presencia. Pero cuando el destino está próximo, es inevitable el uso de la propulsión mecánica, con sus ruidos, humos, consumos y el correspondiente desorden natural y emocional.


Cuando se está fuera de guardia, se está “obligado” a descansar, independientemente de las condiciones que reinen en el exterior. De ello depende el estado de alerta y la capacidad de reacción. Hay un dicho náutico que dice: come antes de tener hambre, abrígate antes de tener frío y duerme antes de tener sueño.


Desde Cabo York hasta Darwin, disfrutamos en varias ocasiones de la compañía de los delfines, estos maravillosos y admirables mamíferos que juegan con las proas de los barcos, se giran para observarnos, resoplan con sus alientos vitales y escoltan nuestro rumbo, a veces, durante muchas millas.


Navegando por las costas australianas, hemos visto muchos ortos y ocasos a cual más bonito y sugerente. Aunque en ocasiones, como ocurrió cruzando el Golfo de Carpentaria, la oscuridad que seguía a esta puesta de sol traería consigo la puesta en servicio del radar para poder detectar tráfico mercante al situarnos próximos a una ruta comercial.


En estas singladuras, no tuvimos suerte con la pesca al curricán. Fuimos sorprendidos por una serie de fuertes picadas sin resultados prácticos. Solamente capturamos esta barracuda que desanzuelamos con el mayor cuidado posibilitando la devolución al mar de la presa, al ser ésta una especie considerada, en zona de trópicos, como posiblemente portadora de la toxina de la ciguatera.


Otra visita que tuvimos en dos ocasiones, fue la aeronave del cuerpo de Aduanas australiano que patrulla con especial interés la zona norte del país que limita con Papua New Guinea e Indonesia. Ya comentamos en el reporter escrito diario, que en un primer contacto nos llamaron por radio nombrando al Tin Tin y por lo tanto sorprendentemente fueron capaces de leer el nombre que portamos en las aletas.


Ya cuando nos acercábamos a Darwin, concretamente antes de pasar el estrecho de Dundas, el efecto de las fuertes mareas que se originan en este área, empezó a notarse de manera muy significativa. Este estrecho tiene 15 millas de anchura y sus profundidades varían entre los 30 y los 50 metros, y así y todo la marea creciente es capaz de sacar a la superficie autenticas células por las que aflora el sustrato del fondo marino.


Después de haber recorrido 2168 millas de la costa australiana, desde la localidad de Gold Coast hasta Darwin, damos por finalizada nuestra estancia en este país y en breve zarparemos para Indonesia. Durante ocho meses hemos podido conocer parte de la realidad de este inmenso país, disfrutado de sus extensas playas, conocido algunas de sus más importantes poblaciones, recorrido el conjunto de la Gran Barrera de Coral, recalado en muchas islas, buceado en sus aguas y tratado a los “vaqueros en pantalón corto” como ya hemos mencionado en alguna que otra ocasión al referirnos a los colonizadores de estas tierras. Sólo sentimos no haber podido conocer de cerca a los auténticos australianos, los aborígenes. No es fácil acceder a sus comunidades las cuales están apartadas y estructuradas tipo reserva por el norte de Australia, y ahora que nos encontramos en el área, es el momento de partir hacia otros horizontes, Asia nos espera.


El conjunto de reportes que diariamente hemos ido enviando a través de la radio de larga distancia por el sistema Sailmail, los podéis consultar y seguir en un futuro, si accedéis al blog adjunto, tocando arriba, en la columna de la izquierda de esta página, donde con letras parpadeantes indica: ESTAMOS NAVEGANDO, SÍGUENOS aquí. Aprovechar para agradecer de nuevo a Jesús Hellin su ayuda enviándonos los partes meteorológicos cuando nos fue imposible adquirir una información actualizada. Por otro lugar agradecer a todos los que habéis seguido nuestras singladuras diariamente a través del blog adjunto y también a los que participáis dejando vuestros comentarios.



8 comentarios:

  1. Hola Mozos: ya se os echaba de menos nos tuvisteis varios días en vilo sin noticias vuestras ,pero bueno me imagino que nada es fácil en esas navegadas y por otro lado quizás el sailmail tarde en "entregarnos" vuestros partes, lo importante es que habéis superado muy bien todos los escollos de esta larga travesía y estáis felizmente fondeados.

    No se si habeis podido leer los comentarios (pocos) que os gemos puesto en el otro bloog en uno de ellos alguien os decía que muy cerca de vuestro próximo destino hay unos asturianos que regentan un resort, me pregunto si haréis una recalada y los visitareis, no se por que pero creo que me hace ilusión ajaja .

    Un abrazo des de la terrina con unes de sidra enfriando pa cuando vengáis,

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    1. Hola. Pues hemos enviado prácticamente a diario los partes por escrito al blog adjunto por Sailmail...que raro que tarden en "entregarlos"... Respecto al comentario de los asturinanos en una isla de Indonesia, todavía no hemos mirado si nos pilla en la ruta y si esa isla tiene buen fondeo y resguardo. Gracias como siempre por los comentarios y tomamos buena nota de la sidrina... Un abrazote. Isabel&Guillermo

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    2. Hola Isabel&Guillermo,mi nombre es Ruben, la isla en cuestion se llama Palau Rote, en el comentario anterior os deje sus coordenadas. En cuanto a la zona de fondeo y sin ser un experto, te puedo decir que hay una muy tranquila, donde recalan algunos charters.
      Los Asturianos que os encontrareis alli, se llaman Ivan y Amaya, una pareja de Salinas, que regenta un pequeño Resort en la isla.
      Que tengais buena singladura






      que tengais buena travesia

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    3. Hola Ruben, gracias de nuevo. Ya te habíamos contestado a tus últimos comentarios. De todas formas sería para nosotros muy importante conocer la dirección E-mail de Ivan&Amaya con el fin de ponernos en contacto directamente con ellos. Las características de un fondeo pueden parecer buenas porque se detienen en él embarcaciones de charter, pero éstas bien pudieran tener balizas de amarre y el fondo ser muy sucio (lleno de cabezas de coral...) Una vez que hagamos la entrada oficial en Kupang, nuestra dirección es continuar hacia el norte de Timor. Ello nos alejaría de la posibilidad de visitar la isla de Rote ya que nos quedaría en dirección contraria. Pero dependiendo de las condiciones, podríamos valorar la idea de visitar a nuestros paisanos. Nuestro correo es: velerotintin@gmail.com. Un fuerte abrazo. Isabel&Guillermo

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  2. Hola Antonio, muchas gracias. Tratamos de dar una información veraz y realista de la vida de un trasmundista con el fin de ayudar a la desmitificación del proyecto y contribuir a que muchos otros sigan nuestra estela. ¡Bienvenido a bordo!. Recibe un cordial saludo. Isabel&Guillermo

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  3. Tintines, me alegro mucho que ya esteis en Darwin y que en breve salgais para Indonesia. Se os echara de menos por estas tierras y os seguire por el blog. Ha sido un placer compartir con vosotros vuestra aventura en persona, estar y dormir en el Tintin. Espero que si las cosas mejoran os vaya a visitar por Indonesia, de momento espero traerme vuestros libros en mi proximo viaje a España y seguir leyendo vuestros interesantes relatos.
    Un abrazo muy fuerte a la tripulacion del Tintin :-)

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  4. Hola Jesus, para nosotros ha sido un auténtico placer tenerte como amigo y disfrutar de tu compañia, ayuda y asesoramiento. A bordo siempre tendrás un camarote a tu disposición. Esperamos que tu vida en Australia continue siendo todo lo constructiva y placentera que te mereces. Recibe un muy fuerte abrazo de estos tus siempre amigos, Isabel&Guillermo.

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  5. Os deseo lo mejor en aguas Indonesias... Ya ireis contando... Ah y estoy impaciente por que salgan a la venta vuestros dos libros habrá que estar atentos para que no se agoten antes de comprarlos. Un abrazo. Iñaki

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