Navegando por el interior de la Gran Barrera australiana

 

NAVEGANDO POR EL INTERIOR DE LA GRAN BARRERA AUSTRALIANA

Nos encontramos en el último lugar donde hubiéramos pensado que habría señal de Internet. Fondeados al oeste de Cabo York, en el extremo más norte de Australia, frente al Estrecho de Torres y a escasa distancia de Papua Nueva Guinea. La existencia de un pequeño resort en este punto tan estratégico, hace posible el milagro y nos animamos a subir al blog un nuevo reportaje. Tal y como venimos reportando en el blog adjunto (para acceder a él pinchar en la columna de la izquierda donde dice: ESTAMOS NAVEGANDO, SÍGUENOS AQUÍ) hemos recorrido el interior de la Gran Barrera de Coral australiana, realizando singladuras diurnas comprendidas entre las 35 y las 60 millas. Y para navegar estas distancias, establecimos la hora de partida entre las 06.00 y las 07.00 horas de la mañana

Los vientos dominantes han estado comprendidos entre el SW y el SE pasando por el sur. A primeras horas, sopla un terral (SW) que va rolando poco a poco a lo largo de la mañana al S para establecerse hacia el mediodía en el SSE o SE. Estas direcciones representan vientos por el través/aleta de babor hasta un largo por estribor y se pueden considerar portantes. Cuando el viento está muy empeñado en popa, solemos atangonar el génova y eliminar la mayor siempre y cuando obtengamos una velocidad próxima a los 6 nudos

 Si la intensidad del viento cae, para conseguir una media de velocidad aceptable también configuramos el trapo a “orejas de burro”. Pero con un atento seguimiento de la meteorología podemos determinar, en la mayoría de las ocasiones, los periodos de ventolinas o vientos duros y aprovechar estas circunstancias para descansar en la seguridad de un buen fondeo. Entonces exploramos el lugar por tierra y también realizamos incursiones submarinas cuando la calidad de las aguas son favorables. Los vientos que se establecen entre los 20 y los 25 nudos, son muy aprovechables para el Tin Tin, el cual puede alcanzar una velocidad superior a los 7 nudos con poca superficie vélica

La aproximación a un nuevo lugar, requiere un cuidadoso estudio de toda la información disponible. Cartas náuticas, derroteros, guías, informes de otros veleros... todo se agrupa, se clasifica y se memoriza con el fin de hacerse una idea lo más completa posible de las circunstancias que rodean el nuevo destino. En nuestro periplo por el interior de la Gran Barrera, se han ido alternando las recaladas por puntos costeros del litoral australiano con islas rodeadas habitualmente de extensos arrecifes de coral

Cuando se desembarca en la costa, siempre nos invade una sensación mezcla de curiosidad, emoción y sorpresa. Intentamos recalar en los lugares más bellos e interesantes y lo más alejados posibles de núcleos de población. Esté último objetivo no ha sido difícil de conseguir por esta zona australiana donde hay inmensas extensiones de litoral absolutamente deshabitadas con miles de islas donde perderse

Muchas de las playas en las que desembarcamos están rodeadas de una foresta que no permite un acceso fácil hacia el interior. En otras ocasiones hay sendas que se dirigen, aparentemente, a ninguna parte. Muchas veces la única forma de introducirse entre la vegetación es aprovechando los cauces secos de riachuelos y las escasas veces que las islas están organizadas para recibir visitantes, nos podemos encontrar con advertencias como esta

 Pero la distancia desde Gold Coast hasta Darwin supera las 2000 millas y debemos estar allí para principios del mes de Julio. Sobre el día quince del mismo mes tenemos previsto salir para Indonesia/Malasia. Ello nos obliga a realizar paradas cortas y raramente estamos más de dos días en un lugar determinado

Por el interior de la Gran Barrera hay miles de obstáculos en forma de arrecifes sumergidos y bajos fondos. Por otro lado pasa una vía de comunicación marítima para grandes embarcaciones que, en algunos lugares, ocupa prácticamente la totalidad de los pasos existentes entre arrecifes. Todo ello aconseja realizar, en lo posible, navegaciones diurnas evitando la complicación y riesgo que pudiera tener la navegación nocturna. Este tipo de navegación diurna es raro que supere las 60 millas, por esa razón, es necesario ir progresando poco a poco pero sin demasiado tiempo para el relax

Una nueva singladura, una nueva isla, una nueva aproximación y un nuevo desembarque. La organización y planificación de las derrotas con sus puntos de recalada es de vital importancia. Una mala estimación de la distancia o de la intensidad del viento (que propiciará una velocidad determinada) pudiera comprometer la arribada a destino con luz y complicar gravemente el acercamiento al fondeo. Por ello, jugamos con amplios márgenes de seguridad que nos posibilite llegar de día y en lo posible con el Sol por la espalda para poder observar correctamente la situación de los arrecifes o bajos fondos

Llegar a destino y encontrarse con un fondeo protegido del mar y viento, con buen fondo de arena, las aguas claras y sol, es un gran placer. Ello compensa las muchas veces que debemos de soportar sincronismos trasversales como consecuencia de la mar de fondo, tirones de la cadena al engancharse entre los corales o fuertes rachas de viento al acelerar entre la orografía del terreno

Cuando desde las alturas se observan los contornos más habituales de la costa, es fácil comprender que tanta belleza a veces es incompatible con la seguridad en la navegación. Los acercamientos al anclaje suelen ser delicados en muchas ocasiones y los aparejos de fondeo pueden tener serias dificultades para poder ser extendidos correctamente sin obstáculos. La fotografía corresponde a la isla de Lizard, desde donde el Capitán Cook escudriño el horizonte en busca de un pasaje para poder salir de la Gran Barrera

Y precisamente en la cúspide de esa isla, existe un cajón que alberga un libro donde todos los navegantes, con buen estado físico, son capaces de llegar tras recorrer un tortuoso camino con una significativa inclinación. Muy pocas islas permiten el acceso hasta sus cúspides como consecuencia de una densa foresta. Afortunadamente en la isla de Lizard el Capitán Cook pasó uno de los momentos más angustiosos de su vida náutica y ello ha servido para que disponga de una senda abierta y marcada

No hemos pasado mucho tiempo plácidamente fondeados, es necesario partir de nuevo. Quizás sean 40 o 60 millas las que nos separen del siguiente destino. Los partes meteorológicos pronostican buen viento y el aspecto de las nubes al amanecer así confirman. Hierro abordo, maniobra de alejamiento siguiendo el rumbo de la derrota de arribada, cálculo de la disposición vélica, estimación de su superficie, trimado...¡avante!

Afortunadamente disponemos del auxilio de pilotos automáticos que se encargan de del control del rumbo. Ellos son los mejores indicadores del correcto trimado de las velas. Cuando un autopiloto trabaja más de la cuenta o mantiene la pala metida a una banda más de lo normal, algo falla en la regulación de las velas. Es necesario por lo tanto adecuar la superficie o el aspecto del trapo a las condiciones de intensidad y dirección del viento. Cuando el piloto automático se relaja, la tripulación también lo hace: menos esfuerzos, menos desgastes, menos gasto energético, un rumbo más estable, optimización de la velocidad: el destino cada vez más cerca

Hasta este momento, cerca de 1400 millas de costa australiana ha pasado por nuestra banda de babor desde que salimos de Gold Coast. El tercio norte de este litoral costero tiene el aspecto que podéis observar en la fotografía que sigue. Inmensas extensiones de dunas semicubiertas por una escasa vegetación que deja parches de arena blanca. Desde la lejanía parece una costa nevada, pero el romanticismo hay que buscárselo en el sentido opuesto, en realidad es un mundo desértico, asolado por fuertes vientos, quemado por el Sol, carente de agua y completamente deshabitado. Australia, tierra de contrastes y donde la desolación adquiere un alto nivel de belleza

Y poco a poco hemos ido navegado toda la costa del estado de Queensland cuyo punto más septentrional es el Cabo de York. Con ese objetivo salimos de Gold Coast el día 25 de Abril y hemos realizado hasta hoy (24 de Junio) 29 singladuras para recorrer 1397 millas, lo que arroja una media de 48 millas por singladura

La siguiente imagen es una captura de la carta electrónica que representa el punto más Norte del continente australiano, el Cabo York. El sistema de navegación electrónica es de una gran ayuda y comodidad a la hora de gestionar el rumbo debido. Al tener habitualmente uno de los GPS conectado al navegador, el sistema representa la posición exacta de la embarcación con un icono en forma de barquito (en la imagen, de color rojo en la parte inferior derecha). Las líneas a trazos de color azul define el ancho de la vía de tránsito para la navegación mercante. Y las líneas azules de trazo continuo son tracks (rastros de rumbo)

En esta nueva captura con más detalle que la anterior se puede observar la posición del Tin Tin acercándose al pasaje de Albany, a escasas millas del Cabo York. La línea continua de color azul corresponde a un track de un velero conocido que realizó esta misma ruta el año pasado. El intercambio de esta información es bastante habitual. A veces, barcos que nos preceden, nos informan de las características más notables del área de navegación cuando ésta coincide con nuestra ruta. Y por nuestra parte, siempre que tenemos la oportunidad, hacemos lo mismo con veleros amigos que vienen siguiendo nuestra estela. Por ello los track se convierten en una valiosa información siempre y cuando el calado del barco informante sea igual o superior al propio

En las cartas electrónicas, cuando éstas brindan una información precisa, todo parece estar controlado y en la pantalla de los ordenadores la mar está en calma. Pero este es el aspecto que presentaba precisamente la entrada del pase de Albany a nuestra llegada. Afortunadamente hicimos coincidir la arribada al lugar con el tercer periodo de la marea creciente para, por un lado tener corriente favorable y por el otro que la corriente no superase los 3 o 4 nudos. En este pasaje se llegan a dar hasta 7 nudos de corriente

A escasas 5 millas de este canal natural, se encuentra el mítico Cabo York, extremo norte de Australia, y que da paso al Estrecho de Torres que la separa de Papua Nueva Guinea. Tenemos que reconocer que hemos quedado un poco desilusionados al observar el faro. Pensamos que sería una construcción acorde con el simbolismo del lugar y nos encontramos con una modesta torre cuadrada de muy dudosa capacidad estética. Quizás los australianos no quieran señalar adecuadamente ni su posición geográfica ni su potente capacidad económica a los países pobres ribereños, con los cuales mantienen una muy dura lucha contra la inmigración ilegal

Y aquí tenéis la captura de la carta electrónica de este lugar. Se puede observar que al norte del cabo hay dos islas muy cercanas. La grande es York Island pero precisamente la más pequeña, Eborac Island es donde está situado el faro. Podéis observar también nuestra actual situación en el fondeo. Con una línea continua de color rojo están representadas nuestras dudas, temores e inseguridades. Nos explicamos: es nuestro track de aproximación al área de fondeo el cual pasa por muy escaso calado, por ello se puede ver una línea muy irregular que representa el rumbo seguido y varias veces alterado tratando de buscar el lugar con más calado para acceder al anclaje. Estos tracks son muy importantes a la hora de salir de nuevo hacia aguas abiertas y poder hacerlo siguiendo escrupulosamente la ruta realizada con anterioridad. En circunstancias normales, la salida se realizará con plena luz del día y en las condiciones más favorables posibles, pero no se puede descartar una “huida” en plena noche ante la entrada de un fuerte temporal...por ejemplo

No puede haber más inmediatez en la información. Este reportaje se ha elaborado en nuestra situación actual, donde el Tin Tin se baña por primera vez en aguas del Océano Indico. A menos de dos millas al Este de nuestra posición ha quedado el viejo Océano Pacífico en el cual hemos navegado por un periodo de 37 meses.

De momento nos moveremos muy cercanos al Cabo ya que para los próximos días hay aviso de fuertes vientos y ello nos inmovilizará a la espera de una mejoría que nos posibilite cruzar el Golfo de Carpentaria rumbo al Cabo Vessel, en dirección a Darwin. De todo ello os iremos informando diariamente a través de la emisora de larga distancia SSB con el sistema Sailmail, en el blog adjunto al cual podéis acceder pinchando en la columna de la izquierda, arriba, donde dice: ESTAMOS NAVEGANDO, SÍGUENOS AQUÍ.