Gold Coast, el paraíso turístico australiano, visto desde el velero Tin Tin

30º.- LA COSTA DORADA DE AUSTRALIA

A las 06.00 horas del día 5 de Enero, pasamos la barra de Wide Bay Bar, al Sur de la isla de Fraser y arrumbamos a Gold Coast que se encontraba en una posición aproximada de l: 27º 57,2' S / L: 153º 25,4' E. A las pocas millas dejamos por estribor Double Island Point con su imponente acantilado. Los pronósticos meteorológicos indicaban que en el transcurso de la mañana el viento rolaría al NE, pero se mantuvo del ESE hasta pasado el mediodía. Ello nos obligó a realizar una ceñida bastante ajustada y a disfrutar por fin de las aguas libres.

El faro del cabo Double Island Point, es espectacular. Tuvimos la oportunidad de visitarlo semanas atrás y quedamos prendidos de su belleza, conservación y del paraje en el que se encuentra. Al igual que en Europa, los faros de Australia se encuentran automatizados y por lo tanto las viviendas que sirvieron de hogares a los antiguos fareros, están deshabitadas. Muy afortunado debió de sentirse el antiguo farero de esta maravilla arquitectónica viviendo en un auténtico castillo, en un punto prominente y con la mar como horizonte.

A partir del mediodía, contradiciendo todos los pronósticos, el viento roló al W y un terral de entre 15 y 20 nudos se estableció durante unas horas. Hacía tiempo que habíamos puesto en servicio el piloto automático principal Autohelm ST7000 que había sido reparado hacía poco en Bundaberg. Parecía hacer correctamente su función, pero en rumbos de ceñida el Tin Tin no requiere de mucha ayuda y por lo tanto las exigencias que podía necesitar del piloto eran mínimas. La mar fue en aumento y el viento se desestabilizó tanto en la dirección como en la intensidad. A partir de ese momento, el piloto tuvo que empezar a trabajar más y ahí empezaron a surgir algunos problemas ya conocidos...

La nueva bomba hidráulica trabajaba en demasía para la escasa amplitud que se originaba en el gobierno de la embarcación. Había un retardo en las correcciones del timón y eso ocasionaba a veces una salida de rumbo que acusaba el piloto saltando la correspondiente alarma. Todos estos síntomas eran similares a los problemas con los que llegamos a Bundaberg provenientes del archipiélago de Vanuatu. Efectivamente, la vieja bomba hidráulica acusaba desgastes y era necesario reemplazarla (ver artículo PILOTO AUTOMATICO en la sección de AULA OCEANICA) pero algo más estaba ocasionando un fallo en el sistema.

El cilindro (brazo hidráulico) había sido revisado a conciencia y reemplazados los retenedores que acusaban un muy ligero desgaste, por lo cual sus prestaciones deberían ser óptimas en este momento. La bomba hidráulica era nueva. Así que solamente quedaba un componente al que atribuirle el fallo mecánico, y ese era la electro-válvula (solenoide) que se puede apreciar en la siguiente imagen en la esquina inferior derecha. La presión que producía la bomba, se estaba “escapando” por algún lado y por lo tanto, al carecer el sistema de fugas, únicamente podía ser la electro-válvula que es la encargada de cerrar o abrir el circuito hidráulico cuando de forma indistinta se pone en servicio el piloto o se gobierna a mano.

Muy frustrados por el tema, nos pusimos en contacto a través del teléfono satelital con el concesionario oficial de Raymarine en Bundaberg, Rampant Marine, y con el operario que trabajó a bordo del Tin Tin perteneciente a la empresa Bp. Marine, los cuales nos comunicaron que avisarían a sus homólogos en Gold Coast para proceder a la reparación definitiva del sistema. Afortunadamente la travesía era pequeña, unas 130 millas nos separaban del destino. Sacamos fuera de servicio el ST7000 y pusimos el piloto de respeto, un Autohelm ST6000. No tardó mucho en rolar de nuevo el viento estableciéndose del E, lo cual nos permitió hacer una ceñida abierta muy cómoda tanto para nosotros como para el piloto auxiliar.

A medida que fuimos aumentado de latitud, nos fue afectando una corriente favorable que llegó hasta los 3 nudos de intensidad. Esta corriente es muy conocida por los navegantes con el nombre de EAC (que son las siglas en inglés de East Australia Current) y es la corriente marina con más extensión que tiene este país. El fenómeno es una auténtica autopista, transporta agua tibia (en el sentido contrario a las agujas del reloj) desde el Mar del Coral por todo el litoral de Australia hasta el Mar de Tasmania. Dicen que puede llegar a alcanzar velocidades de hasta 7 nudos en las regiones más superficiales de la plataforma continental, aunque por lo general el promedio es de entre 2 y 3 nudos. La EAC converge en un vértice justo en el Mar de Tasmania entre Australia y Nueva Zelanda. Esta potente corriente transporta fauna marina tropical de las regiones subtropicales hacia la costa SE de Australia y tiene un importante impacto en las latitudes mas bajas, ya que cada verano miles de peces son barridos literalmente desde la Gran Barrera de Coral hasta los puertos de Sydney y más al sur.

Gracias a esta corriente favorable, llegamos a alcanzar velocidades efectivas de 9 y 10 nudos, lo cual representaba una media muy adecuada para encontrarnos al amanecer frente a la bocana de la entrada de Gold Coast. La noche hizo acto de presencia y la navegación se tornó tranquila y apacible. Solamente la presencia de una nutrida flota de pesqueros, nos mantuvo alerta.

A las 04.30 horas de la mañana amaneció y ya nos encontrábamos muy cerca del destino. Las madrugadas en la mar casi siempre ofrece una temperatura fresca y a ello, en las navegaciones costeras, hay que sumarle una constante vigilancia del horizonte para mantenerse alejados de los obstáculos naturales y los muchos barcos que pululaban en busca del preciado pescado. Por ello, a bordo del Tin Tin, realizamos guardias cada cuatro horas.

En la siguiente imagen podéis comprobar como un pesquero de arrastre se acercó a nosotros por la aleta de estribor a toda máquina para, después de saludarnos, desviar su rumbo y continuar con sus labores de pesca. Este momento coincidió cuando la embarcación tenía la red a bordo y la tripulación estaba ocupada en la selección de las capturas. Mientras tanto el patrón sació su curiosidad navegando paralelo a nosotros durante unos minutos.

Cuando se levantó la neblina que inundaba la costa, apareció la imponente silueta de Gold Coast. Grandes edificios se recortaban sobre un cielo azul que hacía presagiar un día espectacular. Con la mar en calma y una ventolina del W, nos fuimos acercando a costa con el auxilio del motor. En estos momentos se disparan todos los protocolos establecidos para la aproximación a una costa desconocida: reagrupamiento de todos los waypoints que nos pasaron otros navegantes; consulta definitiva de los derroteros donde se reflejan todas las instrucciones para la recalada; consulta de los horarios de la marea; estudio de la fotografía satélite del lugar; obtención de los últimos partes meteorológicos; canales de radio VHF para las comunicaciones específicas; estiba de las velas; arranchado de la embarcación; preparar el equipo de fondeo...etc...

El canal de entrada al interior de un enorme lagoon, es estrecho y de relativo bajo calado, pero perfectamente señalizado. Accedimos a las aguas calmas y semi-cerradas y recorrimos una corta distancia que nos dejaría en el fondeadero.

A medida que nos acercábamos el cielo se fue tornando cada vez más gris. Los grandes edificios fueron ocupando las vistas y una ciudad moderna y vertical bullía ya a primeras horas de la mañana en lo que se preveía iba a ser un día rodeado de las más variadas y ruidosas actividades turísticas.

Y por fin llegamos al fondeo, frente al Sea World Nera Resort Hotel. Allí disponíamos de un amplio espacio entre otros barcos transmundistas y largamos el hierro en 7 metros de agua, sobre un fondo arenoso, extendiendo 50 metros de cadena.

Tenéis que recordar que aquí es pleno verano y que estamos como en Agosto en España. Gold Coast es una localidad que también le da el nombre a una extensa región de la costa Este de Australia encontrándose prácticamente entre los estados de Queensland y New South Wales. Por ello, las actividades náuticas ligadas al periodo de vacaciones de los australianos, son extraordinariamente activas. Cualquier tipo de embarcación, predominando las grandes cilindradas, las motos de agua que se pueden contar por cientos, autobuses híbridos y embarcaciones de recreo de todos los tipos, formas y tamaños, surcan estas aguas a toda pastilla, desde las 08.30 hasta las 18.00. Y como muestra, dejamos que observéis detenidamente las siguientes composiciones fotográficas que realizamos con el fin de condensar en unas pocas imágenes la intensa actividad náutica del lugar

Mención aparte la tiene este hidroavión cuya base se encuentra muy cercana a nuestro fondeo y que se empeña a despegar y amerizar a escasos metros de los barcos. Cada vez que lo hacía al lado del Tin Tin, su piloto nos mostraba su puño con el dedo pulgar hacia arriba en señal de ¡lo he conseguido!... y esta falta de confianza, nos ha llenado de angustia algunas veces...

Y para finalizar os ponemos una fotografía de Gold Coast, que por supuesto no es de nuestra producción, y que viene a poner un broche de oro a este reportaje. Un último dato que habla por si solo de este gran país y de su inercia tanto económica como social: lo que muestra la fotografía, hace tan solo 30 años ¡no había nada!

Esperamos que este reportaje sea de vuestro agrado. Para cualquier comentario, nos tenéis a vuestra disposición vía e-mail.