lunes, diciembre 19

La vuelta al mundo del velero Tin Tin en su quinta temporada


28º.- RESUMEN DE LA TEMPORADA 2011


Este año la temporada de navegación transcurrió entre el mes de Junio, que salimos de Nueva Zelanda, hasta el mes de Noviembre que llegamos a Australia. Atrás dejamos la Polinesia adentrándonos en la Melanesia. En total navegamos 3347 millas, un corto trayecto si lo comparamos con las 7532 millas del año pasado en donde realizamos la travesía desde Ecuador hasta Nueva Zelanda. Por esta parte del océano Pacífico, las condiciones de la mar no han sido placenteras en la mayoría de las singladuras. Hemos tenido días muy duros, donde las condiciones meteorológicas fueron realmente adversas

La combinación de dos mares de fondo permanentes, con fuertes vientos del SE provenientes principalmente de un potente anticiclón que se llegó a reforzar por encima de los 1030 mb, fue la tónica general en la travesía entre Nueva Zelanda y Fiji. A partir de los 25ºS nos barrió una serie de frentes y vaguadas que levantaron mucha mar, ante lo cual llegamos a mantenernos a la capa durante catorce horas. Así comenzó nuestro periplo por la parte SW del Pacífico


Entre Fiji y Vanuatu tuvimos una corta travesía de cuatro días, pero como consecuencia de un fallo en los pronósticos, nos topamos con una mar difícil de barajar y vientos muy violentos que alcanzaron puntualmente los cincuenta nudos


Un problema en el piloto automático principal, complicó aún mas la situación la cual se presentó bastante delicada con una importante mar de través y teniendo que gobernar a mano durante muchas horas. Esta pasa por ser una de las peores experiencias que hemos vivido en todos estos años de vagabundeo por la mar


El Pacífico es un océano de fuertes contrastes que requiere buenas previsiones para no encontrarse inmersos en un auténtico temporal o sumidos en calmas importantes amenizadas con varios trenes de mar de fondo. Las enormes distancias de este océano, producen en latitudes altas grandes áreas generadoras de mal tiempo que se propagan miles de millas en forma de marejada residual, mas comúnmente conocida como mar de leva o de fondo. Por otro lado, en estas condiciones, las calmas o ventolinas se convierten en una prueba donde la paciencia es la principal virtud


Pero tarde o temprano se vencen las dificultades y se arriba a un plácido fondeo donde descansar de las travesías. Este es uno de los mayores placeres que tiene la vela de crucero sobre todo con mares duros, dejar las millas atrás y llegar a destino. Esta filosofía convierte a la navegación oceánica en un medio, un medio para viajar y conocerse así mismos. Para otros, la navegación se plantea como un fin...regatas...pesca...baldeo de fin de semana...


Las travesías conforman un tanto por ciento muy pequeño de nuestra vida. Para ellas se emplea, proporcionalmente, muy poco tiempo. Unos ejemplos: en la travesía entre Tonga y Nueva Zelanda tardamos siete días, y después estuvimos siete meses en el país; entre Nueva Zelanda y Fiji tardamos diez días y después disfrutamos del archipiélago dos meses; entre Fiji y Vanuatu empleamos cuatro días y después disfrutamos de estas espectaculares islas durante cuatro meses...


Una vez recuperados de las intensas singladuras y cómodamente instalados en los diferentes fondeos que ofrecen la mayoría de las islas del Pacífico, empieza la exploración del nuevo lugar. En principio es de vital importancia reconocer el área donde se deposita el aparejo de fondeo y asegurarse de que la calidad del fondo es adecuada sin peligrosas cabezas de coral que pueden enredar la cadena, deteriorarla y hacer incómoda la estancia ya que el ruido producido por el roce en el fondo, se transmite a través de ella. También aprovechamos para localizar el ancla y asegurarnos de que está bien enterrada


Para nosotros la actividad subacuática es de vital importancia y la practicamos diariamente en condiciones normales, no solamente por la contemplación del medio y la interactuación con él, si no también como un medio de obtener pesca que complemente nuestra dieta. Aunque este año, como consecuencia de estar en una zona que es endémica de cigüatera, hemos tenido que restringir las capturas, siendo solamente el objetivo de nuestra depredación los pulpos y las langostas


Los fondos de Fiji y Vanuatu no son tan espectaculares como los existentes en los atolones de la Polinesia. A ello contribuye que son eminentemente volcánicos y de reciente formación, geológicamente hablando. La coloración oscura de la lava solidificada y de sus arenales, es predominante en la mayor parte de estos dos archipiélagos, aunque también hay áreas muy ricas en coral como la que se muestra en la fotografía


La captura fotográfica es una actividad que hemos incorporado recientemente y que nos ha dado grandes satisfacciones. La imposibilidad de pescar por el riesgo de la cigüatera, también ha contribuido a ello. No obstante la obtención de imágenes singulares de los fondos marinos y sus moradores, es una actividad muy interesante que poco a poco hemos ido perfeccionando


Se pueden sacar fotografías curiosas e insólitas, siempre y cuando se tenga paciencia, se sea silencioso y se escudriñe el fondo con detenimiento Por algo, en algunos medios, se llama a esta actividad “caza fotográfica”. Este año hemos podido observar cientos de tortugas por todas las aguas de Fiji y Vanuatu. También en las islas de Vanuatu tuvimos varias oportunidades de ver dugons aunque no se dieron las circunstancias para obtener una buena imagen de ellos


También hemos experimentado con todas las posibilidades que ofrece nuestro modesto equipo fotográfico y se han obtenido imágenes de una singular belleza. En la siguiente fotografía podéis ver unos pólipos de coral en el momento en que salen al exterior para alimentarse capturando minúsculas partículas. Estos organismos son muy pequeños, a simple vista pasarían absolutamente desapercibidos, pero gracias al macro se puede descubrir la increíble forma y colores de estos seres vivos. Por otro lado son extremadamente sensibles y no se dejan ver fácilmente, detectaban nuestra presencia muy rápidamente, suponemos que como consecuencia de las vibraciones o movimientos del agua que producíamos


En el apartado del paisanaje, hemos tenido un gran número de experiencias entrañables con los indígenas tanto de Fiji como de Vanuatu. Son pueblos encantadores, con gente muy humilde y alegre. En Fiji están mas influenciados por los estímulos modernos y en algunos lugares detectamos cierto afán especulativo. En Vanuatu, simplemente: la gente es feliz. Carecen de la mayoría de los avances actuales, pero son conscientes de que su vida se desarrolla en un auténtico paraíso. Los niños y mayores sonríen permanentemente. Los mas pequeños combinan sus responsabilidades familiares con la asistencia a colegios donde hemos sido testigos de su aplicación con un gran nivel de entusiasmo


La inmensa mayoría de las familias son muy humildes, pero el medio en el que se desenvuelven sus vidas, les provee de todo lo que necesitan. La alimentación es excelente, no les falta de nada, ganado, gallinas, cerdos... combinado con el cultivo y recolección de un número increíble de frutas y vegetales. También ejercitan la pesca, capturando especies poco apetecibles para nosotros, pero muy estimadas por ellos al no portar la toxina de la cigüatera


El haber podido presenciar algunos de sus ritos y ceremonias, ha sido un auténtico lujo. En Fiji participamos varias veces en la ceremonia de la kava como consecuencia de nuestra arribada a los poblados que se diseminaban por la costa. En Vanuatu presenciamos actos muy tradicionales a través de los cuales nos trasladamos a tiempos donde el hombre ofrecía a los dioses ofrendas con las que aplacar sus iras. Todo ello, a escasa distancia de majestuosos volcanes activos, nos sumieron en una profunda sensación de estar contemplando un mundo ya extinto en la inmensa mayoría de su tierra emergida


En cuanto al paisaje, que os podemos decir. Como ya comentamos, tanto Fiji como Vanuatu son archipiélagos de origen volcánico, la mayoría de sus islas son muy altas y agrestes y algunas de ellas mantienen en sus cimas inquietantes cráteres de volcanes activos. La contemplación de la costa desde el Tin Tin era exuberante, la foresta cae literalmente al mar y la riqueza tanto botánica como zoológica espectacular. En la fotografía uno de los tantos parajes del archipiélago de las Vanuatu, en este caso en la Bahía de Asanvari, isla de Maewo, a escasos cien metros del Tin Tin


Y ahora estamos en Australia, un enorme país donde entraría toda Europa y aún sobraría espacio. Veintidós millones de personas pueblan solamente la periferia de esta gran isla-continente. En breve saldremos de Bundaberg para Sydney, su capital y de todo ellos os tendremos debida y puntualmente informados.

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