27º.- UN DIA DE MERCADO EN AUSTRALIA
Una de las principales visitas que hace todo transmundista náutico nada más llegar a tierra es al mercado local, donde los productos son mas naturales, normalmente son vendidos por los propios cosechadores y los precios son mucho mas competitivos. La ciudad de Bundaberg dispone de varios supermercados muy modernos y con una extensa oferta, tanto de productos nacionales como internacionales. Pero es precisamente en los mercados tradicionales donde se pueden encontrar los artículos autóctonos cuya relación de calidad precio es la mejor.
Un domingo por la mañana nos fuimos al mercado de Shalon, población situada a unos veinticinco kilómetros de la marina, y que se encuentra en un área agrícola próxima a Bundaberg. Este mercado es el principal de otros muchos que se reparten por la periferia de la ciudad y por lo tanto prometía una buena oferta.
Durante el recorrido desde la marina hasta el mercado, pasamos por extensos campos de caña de azúcar que procesa una importante planta de destilación para la elaboración del famoso ron de Bundaberg.
La llegada al recinto coincidió con la media mañana y por lo tanto con la mayor afluencia de gente. Todos los puestos estaban perfectamente delimitados y guardaban entre ellos una estética determinada. El área alberga una serie de recintos culturales y está rodeada de espacios naturales que contribuyen a la autenticidad del evento.
Al igual que la mayoría de los mercados tradicionales del mundo, en este se combinaba la venta de frutas y hortalizas con los mas variados productos de uso cotidiano. En la fotografía está Isabel ante una gran variedad de plantas, la mayoría de la cuales nos eran absolutamente desconocidas.
Siempre hay sorpresas cuando se pasea por un nuevo recinto de estas características y a veces causan asombro algunas coincidencias. En la fotografía que sigue se puede ver una oferta de ajos chinos (a la izquierda) y ajos españoles (a la derecha) con sus correspondientes precios, precios difíciles de comparar ya que mientras en el primero ofrecen paquetes de cuatro unidades, en el segundo la venta es por kilo.
Otra de las sorpresas (como consecuencia de la referencia a nuestro país) la encontramos en un puesto que vendía naranjas, “tipo Valencia” aunque para que no quepa duda alguna sobre su origen muestran el cartelito de cultivadas en Australia
¿A ver quién acierta que es lo que tiene Guillermo en la mano? ¿una pera?, no, ¡un higo! Encontramos una oferta de higos espectaculares por su tamaño. Sabíamos que en Australia todo es grande y peligroso, pero no creímos que el gigantismo llegase a afectar a los higos.
El mercado estaba perfectamente abastecido y con precios realmente buenos. En la siguiente imagen podéis ver uno de los muchos tipos de tomates que se ofrecen. Concretamente este es uno de los de mayor tamaño y su precio era 0,60$AUS el kilo, unos 0,45 euros.
Desafortunadamente en este tipo de mercadillos semanales, la oferta de toda clase de animales es notoria. La venta de aves exóticas prima por ser la mas importante y nos negamos a sacar fotografías a los pobres reclusos y exhibirlas aquí. No obstante de todas las víctimas inocentes que se encontraban enjauladas, destacó este loro que se paseaba libremente por encima de las jaulas y mantenía a raya a sus congéneres. La curiosidad e inteligencia de estos animales es increíble, así se mostró de curioso ante el objetivo de la cámara.
Por estas tierras es importante el cultivo de jengibre el cual se utiliza en muchos tipos de comida. Por otro lado en Bundaberg hay una factoría que produce una bebida muy famosa entre los australianos a base de este producto.
Los hombres australianos usan muy frecuentemente sombreros como los que veis en la fotografía, y junto con este atuendo también es habitual el uso de pantalones cortos. Todo ello les da un aspecto de cowboys descafeinados aunque también recuerdan al famoso personaje “Cocodrilo Dundde” (en español Dandy). Los aborígenes son muy escasos y pasan desapercibidos entre indonesios y malayos. La inmensa mayoría de la población son descendientes de ingleses con marcados rasgos anglosajones.
Otra oferta importante era la que correspondía al melón que en España denominamos galia. Este es muy popular por el oeste del Pacífico pero para nuestro gusto es muy desaborido. Quizás nos traicione nuestro criterio al conocer de primera mano los productos de nuestro país, y en este tema nada se le puede igualar a los melones de piel de sapo de Villaconejos, en las proximidades de Madrid.
Esta es un impresionante perro que presidía uno de los puestos dedicados a la venta de ropa para animales. Pese a su aspecto amenazador, mostraba un carácter dócil, aunque es difícil de imaginar con cualquier tipo de atuendo. No hemos observado a mucha gente pasear por la calle con sus mascotas. Quizás la estructura de la ciudad (sin contar el casco urbano) a base de casas unifamiliares con pequeños terrenos alrededor, facilita la tenencia de animales en espacios relativamente amplios y por lo tanto sin necesidad de darles el paseo diario.
Y entre las frutas y legumbres, encontramos este vegetal autóctono de Australia, denominado squash button, con apariencia de calabaza diminuta e interior y sabor a calabacín. Podemos asegurar que este platillo volante vegetal está realmente sabroso.
Aunque también vimos otros vegetales a los que no estamos habituados, ni por su apariencia, ni por su sabor
Así pasó nuestro primer paseo por un mercado australiano. Con mucho calor al estar entrando el verano con fuerza, con mucha curiosidad por observar las características concretas de esta parte del mundo y con la satisfacción de poder constatar que en Australia hay buenos productos agrícolas a precios muy razonables.
Sólo una cosa más: no se os olvide dar de comer a nuestros peces virtuales, en la pecera de más abajo, antes de abandonar el blog.
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