martes, marzo 2

La lluvia, los huracanes y los días tristes, aula oceánica a bordo del Tin Tin


LA LLUVIA, LOS HURACANES Y LOS DIAS TRISTES

Los huracanes son el principal problema que se puede encontrar cuando la navegación transcurre entre los Trópicos. Por ello respetar los periodos y las áreas en los que pudieran formarse, es una práctica generalmente establecida a bordo de las embarcaciones transmundistas. Cuando es la época de estos desbastadores fenómenos, solemos refugiarnos en lugares próximos pero fuera del área normal de afectación. En el año 2008 nos refugiamos en la isla de Curaçao, perteneciente a las Antillas Holandeses. Y el último huracán de la temporada, llamado Omar, se desvió hacia el Sur, ligeramente desviado y fuera de su habitual ruta, llegándonos a afectar


En la parte central de la fotografía y hacia abajo de la misma, se ven tres islas. Pues bueno, la del centro es Curaçao y el monstruo coloreado que veis sobre la isla es el Omar. Nos hizo pasar tres días muy malos, aguantando importantes vientos racheados y viendo como otros veleros garreaban cercanos a nosotros. Al final, cuando conseguimos desembarcar e ir a la capital a comprar alimentos, nos asustamos aún mas al ver los destrozos que había originado en tierra



Una situación parecida la vivimos un año antes en la isla de Trinidad, otro lugar en teoría alejado del paso habitual de los huracanes, pero que también en aquella ocasión llegó a afectar a la isla. El las dos fotografías que siguen se ven los preparativos que realizamos para amortiguar los fuertes tirones que produjo la embarcación (el Tin Tin desplaza 17 toneladas...) cuando entra en puerto mar de fondo...




Afortunadamente en aquella ocasión el huracán Felix solo hizo recalar en la isla una importante mar de fondo, pero los vientos no llegaron a superar los 30 nudos. Así y todo cuatro de esas amarras que estáis viendo en las fotografías rompieron llevándose por el medio varios armamentos de cubierta



Sobre la lluvia y los días tristes... hay también muchos momentos, lo que ocurre es que habitualmente no apetece sacar la cámara de fotografiar...




No todas las navegaciones se realizan en traje de baño y hay periodos en los que las inclemencias meteorológicas muestran sus caras mas amargas



Las grandes travesías (de Ecuador a las Marquesas tardamos 30 días... por ejemplo...) suelen caracterizarse por haber un poco de todo. Momentos placenteros, pero también días de angustia, cansancio, expectación...




Y en otras ocasiones, cuando se está fondeado, también se sufren los repentinos cambios de humor de la climatología de la zona y pueden llegar a pasar varios días en las condiciones que se ven en la fotografía


Y ahora nada mas faltarían las miles de fotografías que no se hacen por ser de noche. Esa limitación de la vista que se convierte en una importante angustia cuando se desata una tormenta y no se puede ver nada de lo que te rodea... Y lógicamente, tampoco tenemos demasiadas fotografías que puedan mostrar esos momentos. Ante estas circunstancias es necesario tener una fe ciega en la instrumentación electrónica que está permanentemente dando datos relativos a la velocidad del viento, dirección, calado, situación y diferentes alarmas de garreo cuando se está fondeado.



No hay comentarios:

Publicar un comentario