martes, marzo 2

La ciguatera, la toxina venenosa, restricciones en el Tin Tin

LA CIGUATERA
La ciguatera es una enfermedad que proviene de la palabra castellana “cigua” y se origina cuando se consume pescado que está afectado por una toxina que recorre toda la cadena alimenticia, desde el pez herbívoro que adquiere la toxina comiendo algas entre el coral, hasta las barracudas. Este problema únicamente se da en algunas áreas de las calientes aguas coralinas de los Trópicos.


Cada toxina tiene un mecanismo fisiopatológico diferente y complejo, pero en sentido general, todas inducen la despolarización de la membrana en los nervios al abrir los canales del calcio. Cuadro clínico. Se han reportado más de 175 síntomas, que se agrupan en tres categorías fundamentales:

Gastrointestinales

Neurológicos

Cardiovasculares

La duración, severidad y orden de ocurrencia varían considerablemente en cada paciente según la cantidad y porción de pescado ciguato ingerido (cefálico-caudal).

La enfermedad comienza a veces aun antes de que finalice la comida, pero por lo general se inicia dentro de las primeras 12 horas.

Síntomas gastrointestinales: Náuseas, vómitos, diarreas y dolor abdominal


Síntomas neurológicos: Disestesias; parestesias, que son típicas en la región perioral, lengua, partes distales de las extremidades, sobre todo en las palmas de las manos y plantas de los pies. La disestesia habitual es la sensación de quemazón en las extremidades o boca cuando se toma una bebida fría. Se ha descrito también ataxia, prurito, disminución de la fuerza muscular en los miembros inferiores y sensación de pérdida de los dientes. Las manifestaciones neurológicas se prolongan semanas o meses y se presentan remisiones y reagudizaciones, a veces cuando se ingieren mariscos o bebidas alcohólicas, nueces y semillas. Se han reportado recaídas tras la ingestión de carne de pollo, huevo y pescado enlatado.

Síntomas cardiovasculares: Hipotensión arterial, bradicardia, shock.


Otros síntomas incluyen: Exacerbación del acné, hipo, sialorrea, fotofobia, sabor metálico en la boca, oftalmoplejía, agitación, delirio, parálisis de los músculos faciales, espasticidad muscular, hiporreflexia, lesiones cutáneas, ceguera temporal, caída del pelo, uñas y descamación de la piel.

Como tratamiento, aconsejan las siguiente medidas como las mas adecuadas:

● Se puede utilizar el Carbón Activado (1 g/kg de peso) el cual adsorbe las toxinas que aún se mantienen en los tractos digestivos.


● El Manitol EV es el tratamiento de opción, pues mejora mucho los síntomas; para ello se aconseja primeramente rehidratar al paciente de las pérdidas sufridas por las diarreas y vómitos con Ringer Lactato o suero salino, según el grado de deshidratación. La dosis de Manitol al 20 % en la proporción de 1 g/kg, durante 1 hora por día.

● Se ha utilizado el Gluconato de Calcio al 10 %, EV, administrado cada 8 horas durante la fase aguda y posteriormente por vía oral en el tratamiento ambulatorio, pues en el caso de la ciguatoxina se piensa que inhibe la absorción de calcio mediante membranas excitables y este aporte pudiera mejorar la sintomatología.

● El resto del tratamiento es sintomático. Para los síntomas crónicos, que a veces duran semanas o meses, se ha recomendado la Amitriptilina, 25 mg 2 veces al día.

● No se aconseja la administración de esteroides, opiáceos o barbitúricos.

Como se puede comprobar, los efectos en el ser humano que consuma pescados afectados por la ciguatoxina, puede ser grave, aunque la mortalidad es escasa (0,1 %) y siempre ocurre por fallo respiratorio. Esta intoxicación afecta especialmente a una franja de la población de mucha pobreza, que se alimenta de lo que pesca, y en ese entorno han crecido muchos mitos, todos ellos muy peligrosos:

● Dicen que si a la carne de pescado se le frota una moneda y esta brilla tiene ciguatera. La devaluación de los navegantes hizo que al principio se creyera en las monedas de oro, luego en la plata, y ahora parece que cualquier aleación funciona.


● Se dice que sólo se produce (en el hemisferio norte) en los meses que no tienen la letra "r". Lo que sí es cierto es que cuando aumenta la temperatura del agua aumenta el riesgo, pero de ahí a apostar la salud a una sola letra hay mucha distancia.


● Otro de los mitos es que si la cocción se hace con leche no hay riesgo.

● Uno de los mitos puntualmente riesgoso es el que dice que si se le agrega mucho limón o vinagre la toxina se inactiva. La realidad es bien distinta: los ácidos aumentan la absorción y la gravedad del cuadro.


● Otros mitos: las moscas, los pájaros y gatos no comen el pescado contaminado.


En la actualidad se dispone de un reactivo prometedor para testear la carne del pescado antes de cocinarla, se trata del Cigua-Check. Características del kit: el vencimiento se produce a los seis meses de elaborado, por lo que a la hora de comprarlo es clave saber la fecha de elaboración/vencimiento. El valor es de 5 U$S (2010) cada prueba, el kit básico trae para hacer 5 determinaciones. Como todo reactivo es muy sensible a la temperatura. Un investigador, en algunas pruebas que hizo, sugirió que los seis meses propuestos para el vencimiento es demasiado si no se conserva en frío y según su opinión se tendría que reducir sustancialmente el plazo límite para su uso. Sobre esto falta aún más experiencia.

Las áreas endémicas están bastante bien localizadas pero el problema se da en áreas donde la ciguatera hace su aparición de forma periódica. Dicen que arrecifes que han sido al año anterior arrasados por un huracán, suelen aparecer con mas frecuencia casos de ciguatera...



¿Que es lo que hacemos nosotros ante esta problemática? Pues ante la duda nos abstenemos de comer pescado de arrecife (meros, pargos...) y centramos nuestra actividad pesquera en los pelágicos, o sea, en los peces que se pescan en aguas libres y profundas, alejadas de las costas, como son los bonitos, atunes, dorados... Los capturamos al curricán cuando realizamos travesías entre islas, una parte se consume en fresco y la otra se congela para consumirla cuando estamos fondeados. Y mientas tanto dejamos colgado el fusil y nos armamos con la cámara de fotografiar subacuática. Solamente hay un par de excepciones que son los pulpos y las langostas, ya que éstos no se ven afectados por la ciguatera y son lógicamente el objetivo de nuestra depredación. Cuando no tenemos ningún dato y por lo tanto desconocemos si un área está afectada o no por la ciguatera, solemos preguntar a los lugareños (si los hay...) y sobre todo observar cuales son los peces que pescan y consumen.

Por éste motivo o por otros, a bordo del Tin Tin se comen mas bocadillos de los que podíais llegar a pensar...




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