ENFERMEDADES Y AYUDA MEDICA
Un proyecto de circunnavegación es necesario afrontarlo en un principio con unas condiciones físicas excelentes. La mar te va a exigir todo el esfuerzo físico y psicológico que puedas llegar a dar. Por lo tanto, conscientes del nuevo mundo que se abre por la proa de la vida, es muy deseable abandonar cualquier hábito tóxico y disponerse a vivir con plenitud la libertad que tanto ha costado conseguir. No obstante, la posibilidad de un accidente o enfermedad siempre está presente y es necesario por lo tanto tomar todas las medidas preventivas posibles. Pero si éstas no han sido suficientes, hay que contar con tres cosas muy importantes a bordo que posibiliten la mayor autonomía posible, y estas son: una buena formación sanitaria, un sistema de comunicaciones a larga distancia fiable y fácil de usar y un completo botiquín. Respecto a éste último, la Dirección General de la Marina Mercante Española establece un botiquín determinado dependiendo del tipo de navegación que se vaya a realizar. Y en éste aspecto, pese a que el Tin Tin lleva bandera inglesa y por lo tanto la normativa española no le afecta, decidimos incorporar a bordo el Botiquín tipo A el cual se establece para navegaciones oceánicas
Este botiquín consta de 14 cajones y en cada uno de ellos hay diversos medicamentos destinados a un número muy importante de enfermedades y dolencias. Nosotros agrupamos los medicamentos en los recipientes que se muestran en la fotografía. Pero lo mas importante de todo, es que en España existe lo que se llama Servicio Radiomédico Español que está en Madrid, forma parte del Instituto Social de la Marina (Seguridad Social) y está disponible las 24 horas los 360 días del año. A este servicio se puede acceder por diferentes sistemas, pero hoy en día lo mas normal y efectivo es el uso del teléfono satelital ¿A que no sabéis lo que se muestra en la fotografía siguiente?
En la travesía entre Tonga y Nueva Zelanda, de siete días de duración, (si deseas leer la travesía completa, pincha en NUESTRAS SINGLADURAS apartado TRAVESIA A NUEVA ZELANDA) en plena fase de muy mal tiempo y justamente en la mitad de la travesía, Guillermo sufrió un cólico nefrítico que le dejó textualmente roto y fuera de combate. Isabel se hizo cargo de todas las responsabilidades a bordo e inmediatamente realizó una llamada al Servicio Radiomédico Español. De forma instantánea respondió el médico de guardia, a quien Isabel puso sobre antecedentes rápidamente y el doctor señaló el cajón nº 5 (Antialérgicos, Antiestamínicos y Antianafilacticos) donde se encontraba la Buscapina inyectable y el cajón nº 3 (Analgésicos, Antipiréticos, Antiinflamatorios y Espasmoliticos) donde estaba el Diclofenaco, señalando además las indicaciones oportunas para su administración.
O sea, que los médicos del Servicio Radiomédico saben perfectamente los medicamentos que llevas en los 14 cajones y de una manera rápida y práctica te indican donde debes encontrar el que interese en cada momento. Al día siguiente Guillermo expulsó una piedrecita pequeña pero suficiente para originarle uno de los periodos mas dolorosos de su vida. Al medio día, el médico llamó al Tin Tin para interesarse sobre la dolencia y al comunicarle que se había expulsado la piedra, indicó que en el cajón nº 8 (Antibióticos, Antiinfecciosos y Antipalúdicos) estaba la Amoxicilina dando a continuación las instrucciones para su administración.
Este sistema español de ayuda a los navegantes que andamos por el mundo (mercantes, pesca, trotamundos...) es excelente tanto por la calidad del servicio como por la calidad profesional y humana de sus componentes.
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