domingo, febrero 8

El velero Tin Tin navega por aguas de Tailandia y Malasia

ESTAMOS NAVEGANDO POR AGUAS DE MALASIA. 
SI DESEAS INFORMACIÓN ACTUALIZADA DEL TIN TIN, VISITA EL BLOG COMPLEMENTARIO QUE SE INDICA A CONTINUACIÓN:  


68.- NAVEGANDO POR AGUAS TAILANDESAS Y MALAYAS

Tras varios meses en seco, el Tin Tin ha vuelto a surcar los mares. Una vez a flote, y después de matizar pequeños detalles técnicos a bordo, largamos amarras de la marina de Krabi, en Tailandia, y pusimos rumbo sur, hacia Malasia. Volveríamos a pasar por aguas por las que ya navegamos la temporada anterior, pero en este caso nos empeñamos en saborear convenientemente los lugares de recalada. Tras nueve años viviendo en la mar y miles de millas, nos apetece dedicar la presente temporada a una navegación tranquila, de pocas distancias, de muchos fondeos, de playas, baños y paseos. Para los amantes a las crónicas y reportajes sobre grandes viajes, y que nos han seguido durante todos estos años, la presente temporada quizás les sepa a poco. A buen seguro que no habrá grandes temporales y tampoco pasarán decenas de singladuras antes de recalar, pero la vida de los transmundistas náuticos también consta de momentos de relax y comunión con el medio natural de una manera apacible y continuada. Es importante recordaros lo que hemos comentado en muchas ocasiones, para nosotros la mar es un medio, no un fin.


Pero antes de que nuestros dedos comiencen a teclear palabras con claro sabor a mar, mostraros en la siguiente fotografía el atraque del Tin Tin en la marina de Krabi (Tailandia) una vez que fue botado. Al fondo se ven los apartamentos de la marina, donde estuvimos alojados durante casi dos meses desde que llegamos de España y mientras realizábamos a bordo los trabajos de mantenimiento que os hemos comentado en anteriores reportajes.


Cuando zarpamos, y mientras iba quedando por la popa, sacamos la siguiente imagen de la entrada de la marina, una estrecha apertura a través de la cual se accede a las instalaciones.


A partir de ahí hay que recorrer un canal entre el extenso manglar, el cual protege a la marina de cualquier adversidad meteorológica e incluso de un eventual tsnami.




Una vez en mar abierto no estaban olvidadas las sensaciones de libertad cuando la proa apuntó hacia un horizonte sin límites aparentes o interrumpido por islas desconocidas. Volver a navegar con el Tin Tin pletórico de fuerza, fue un momento fantástico de reencuentro. No ha sido fácil relajarse al principio, la mente recorría incesantemente todos los sistemas de a bordo escaneando de manera continua a la búsqueda de irregularidades, ruidos extraños, vibraciones, sensaciones... Afortunadamente todo funcionó correctamente.



Y al poco tiempo comenzamos a vivir este maravilloso concepto de existencia que nos hemos procurado desde hace ya nueve años. No vivir una sensación de libertad, sino vivir la libertad, con sus propias responsabilidades y capacidad de autogestión, es una droga que se introduce por los sentidos, configura la mente y produce sonrisas sinceras y continuas.


Por babor o por estribor iban quedando ancladas enormes esculturas pétreas, aisladas y enigmáticas como ninguna ¿Qué fuerzas naturales hicieron semejantes alardes estéticos, como si fueran trozos de bizcocho de estratos verticales?


¡Impresionantes! y comentamos en las crónicas a nuestro paso por la isla Ko Petra, la siguiente imagen: “paredes absolutamente verticales salpicadas de pequeñas y enormes grutas. Incluso en el propio abismo surge una imposible alfombra de foresta verde. Varios picos montañosos y en el conjunto uno más alto y estilizado a manera de colmillo, parecen representar la mandíbula inferior de un majestuoso carnívoro. Y donde todo cae al mar, enormes rocas desprendidas y ahora erosionadas por el continuo movimiento de las mareas, ponen una frontera entre los dos mundos”


Y la tarde cae mientras las rocas cambian de color. El filtro de la atmósfera, que convierte al sol en una esfera visible y de colores cálidos, proyecta sobre la verticalidad de la isla, a modo de pantalla gigante su calor en pleno declive.




Al amanecer son las sombras y los contrastes los que inundan los paisajes. Solo una pequeña nota de color se atreve a anunciar la irrupción próxima del astro rey. Una mar en calma y por la proa un destino próximo, invita a levar el hierro y dejarse deslizar suavemente para apenas perturbar el medio.


Impactados por el espectáculo, tanto de los dos crepúsculos como de una noche estrellada a la vera de la gran muralla, volvemos a registrar la imagen espectacular de Ko Petra quedando por la popa y en nuestra estela. Un lugar realmente mágico donde convertir las leyendas y fantasías en realidad.


Otras y nuevas fantasías aparecerán por la proa. Mientras tanto, ayudados por una suave brisa, recorremos pocas millas intentando saborearlas notando cada paso de ola. Y mecidos por las olas nos tomamos la vida relajadamente, admirando el paisaje y sorprendiéndonos ante cada milla recorrida.





Hay momentos para todo, los minutos y las horas se alargan porque se viven intensamente conscientes del paso del tiempo ya que el sol está permanentemente controlado en su movimiento a través de la esfera celeste. A bordo se ajustan y se revisan aquellos utensilios más tradicionales y valiosos de la navegación y es que, ahora más que nunca, volver a los orígenes se convierte en un placer que necesita ser saboreado sin obligaciones.




Y lo que era un punto insignificante en la carta náutica, se transforma de golpe en un monolito espectacular que osa retar a las mismísimas leyes de la gravedad ¿Deidad petrificada mientras con su llanto se inundaron las tierras adyacentes?



Obstáculos menos naturales y románticos que se interponen de vez en cuando en nuestra derrota. Vestigios de una sociedad esclavizada que utiliza monstruos flotantes de varios brazos para transportar combustibles sólidos o licuados con los que envenenar el aíre que respiramos.


Las nuevas recaladas siempre son emocionantes, aunque no exentas de incertidumbre. Los derroteros y demás información dan una primera idea sobre el lugar, pero nunca se está del todo relajado hasta que se comprueba por uno mismo que todo está bajo control.


Una vez el ancla está firmemente enterrada en el fondo y la longitud de la cadena es la apropiada para soportar condiciones severas de mal tiempo, todo cambia. La mente se relaja y con ella aparecen los normales hábitos de la vida de fondeo.


Algunas veces, sobre todo cuando el área está considerada parque nacional o natural, los estados ofrecen instalaciones como la que veis en la siguiente imagen. En inglés se llama mooring y en castellano adquiere un nombre un tanto singular muerto. Por ello, cuando realizamos las crónicas en texto LAS SINGLADURAS DEL VELERO TIN TIN no es fácil mencionar la maniobra y utilizamos (quizás más veces de las necesarias) la palabra sajona mooring, entre otras cosas porque "amarramos a un muerto" no nos parece muy tranquilizador para los novatos náuticos.


Como comentamos en las crónicas, ya llevábamos algún tiempo sufriendo el mal rendimiento del motor fuera borda. Los años y las millas no pasan indiferentes y tras nueve años de funcionamiento en las más dispares y agresivas circunstancias, nuestro viejo motor suplicaba por un retiro digno. Así que aprovechando la recalada en la isla de Langkawi lo sustituimos por el que veis en las fotografías.  



Con el Tin Tin a buen recaudo y con plena confianza en el nuevo motor fuera borda, accedimos a diferentes playas con variados y atractivos paisajes. Explorar con el dinghy (embarcación auxiliar) los alrededores del fondeo, es uno de los placeres más intensos que se viven cuando se arriba por primera vez a lugar. De esa manera quedan al descubierto los pequeños secretos que ocultaba celosamente el nuevo paisaje.




Cuando navegamos disfrutamos de la vida de libertad que nos propusimos hace nueve años dirigiendo la proa de nuestra existencia hacia el punto del horizonte donde depositamos las ilusiones y las esperanzas. Cuando estamos fondeados, agarrados de nuevo a la tierra que subyace bajo las aguas de la mar, vivimos las sensaciones y las realidades de los nuevos lugares. De nuevo el descubrimiento, la intercomunicación, el conocimiento, el aprendizaje... nos espera.


Los amaneceres y las puestas del sol se van solapando y siempre somos espectadores de estos dos fenómenos cada día, que marcan nuestro ciclo vital adaptado en lo posible al medio natural en el que nos encontramos.





Por estas fechas sabemos de los rigores del invierno en nuestra tierra, de la cortedad de las horas diurnas, de las crisis y de la situación social/político/económica. Dentro de las posibilidades nos mantenemos informados de todo ello, pero artífices en gran medida de nuestro propio destino, que no ha sido fácil, vivimos la propia realidad disfrutando de las pequeñas cosas... esas cosas que tras 35.000 millas, 38 países, nueve años y millones de olas pasadas bajo la quilla, hemos sabido valorar muy bien. No hay espacio para tantas “envidias sanas” que muchos de vosotros nos habéis comentado. Si somos ejemplo de algo únicamente os debería servir para convenceros de que dos mortales lo han conseguido, que es posible una vida diferente, y cada uno, a bordo de su “vehículo”, debería ser lo suficientemente valiente para afrontar la propia existencia. Pese a los optimistas, la vida es finita, es mas, desde que habéis abierto este blog hasta éste preciso momento, es fácil que ya dispongáis de diez o quince minutos menos de existencia. Por ello el TIEMPO es lo más importante, no lo malgastéis.


Navegando por estas aguas no es fácil poder disponer de señal de Internet ya que recalaremos en muchas islas alejadas de núcleos de población. En otras ocasiones la señal que esté disponible es muy débil y a penas nos dará para poder bajar el correo electrónico convencional. Por ello, y con el fin de no desconectar durante un periodo demasiado largo de tiempo con vosotros: familiares, amigos, seguidores, lectores y curiosos, nos hemos comprometido a subir, prácticamente a diario, pequeñas crónicas en texto a un blog especial LAS SINGLADURAS DEL VELERO TIN TIN utilizando un sistema que nos permite enviar las crónicas y que éstas suban al blog de forma automática sin nuestra intervención directa a través de la emisora de larga distancia. Obviamente, cuando podamos acceder a Internet y dispongamos de buena señal, iremos actualizando los presentes reportajes fotográficos de igual manera que estamos haciendo en este preciso momento.

Deseamos que este nuevo reportaje fotográfico comentado os haya gustado y esperamos disponer de vuestros comentarios. Hasta la próxima. Isabel&Guillermo

Muchísimas gracias a nuestros lectores con cuya colaboración hemos superado los 3.500 libros vendidos. La publicación MECIDA POR LAS OLAS está agotada, y DESDE LA MAR, en su 2ª Edición, sigue disponible. Los interesados en adquirir DESDE LA MAR (2ª Edición) deben de acceder al blog: Los Libros del Velero Tin Tin y tras enviar el pedido, recibirán el libro en un plazo máximo de 24 horas a través de la empresa MRW.

2 comentarios:

  1. ¡¡¡Bonitas Fotos!!!! Que bien que ya estáis navegando de nuevo y nosotros leyendo vuestras crónicas :-) Me alegro mucho del cambio del motor fueraborda, el otro, el pobre, estaba ya viejo y daba muchos sustos. Un abrazo a los dos.

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    1. Gracias Jesús, siempre tan amable. Recibe un fuerte abrazo. Isabel&Guillermo

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