jueves, diciembre 19

El velero Tin Tin surca el estrecho de Malaca

NOTIFICACIÓN
En estos momentos estamos navegando y en este blog iremos subiendo reportajes fotográficos solo cuando consigamos una señal de Internet aceptable. Para los interesados en acompañarnos diariamente, hemos abierto el blog especial:
donde iremos subiendo pequeñas crónicas (solamente en texto) gracias al sistema Sailmail que nos permite enviarlas de forma automática utilizando la emisora de larga distancia SSB/BLU



IMPORTANTE
Durante este periodo de navegación, podremos recibir y enviar correo electrónico diariamente gracias al sistema Sailmail. Por ello, los interesados en adquirir nuestras publicaciones MECIDA POR LAS OLAS y DESDE LA MAR podéis realizar los pedidos normalmente a velerotintin@gmail.com previa consulta en el blog específico: http://librosvelerotintin.blogspot.com/ La infraestructura que hemos dejado en España, suministrará los libros a través de MRW en un plazo máximo de entrega de 24 horas.


57.- EL TIN TIN SURCA LAS AGUAS DEL ESTRECHO DE MALACA

Aprovechando nuestra estancia en la ciudad de Malaca y la posibilidad de obtener una buena señal de Internet, subimos este reportaje fotográfico de lo navegado hasta ahora desde nuestro zarpe de Danga Bay Marina. A través del blog especial: http://singladurastintin.blogspot.com/ os vamos enviando crónicas en texto prácticamente a diario sobre las características más importantes de la travesía a través de Sailmail. Pero este fantástico sistema, que sube de forma automática al blog los e-mails que enviamos por emisora, no nos permite adjuntar fotografías. Por ello, y como complemento, aprovechamos esta oportunidad para hacerlo en el blog principal. En la imagen se puede apreciar el puente que une Malasia con Singapur y que es camino obligado para poder acceder al Estrecho de Malaca propiamente dicho. 



De igual forma a cuando llegamos por primera vez a Malasia, pasar bajo el puente nos produjo cierta aprensión como consecuencia de la perspectiva, a pesar de sobrar más de dos metros a bajamar.



Una vez fuera del canal que separa Malasia de Singapur, por fin pudimos ver de nuevo un horizonte lejano y despejado, aunque esta apreciación también fue puramente psicológica. El Estrecho de Malaca tiene una anchura mínima de 25 millas pero por él pasa un tercio del comercio mercante mundial, lo que supone un carguero cada 12 minutos de media. Pero a este tráfico, para el cual están perfectamente determinados sus límites en forma de vía de navegación son su dispositivo de separación de tráfico, hay que sumarle un número ingente de barcos de pesca, remolques y pequeñas embarcaciones de cabotaje que pululan por los márgenes.



En las inmediaciones de Singapur existe un enorme área de fondeo para mercantes a la espera de carga, descarga, destino, etc. que impresiona cuando se levanta la neblina y aparecen como si se tratasen de una flota militar en formación de ataque.



Hay mercantes por todos los lugares y en todas las direcciones y no es fácil determinar desde la distancia cuales están fondeados y cuales están en movimiento.



Y cuando nos “quitamos de encima” las grandes naves, hacen acto de presencia los pequeños pesqueros los cuales en su mayoría alteran su rumbo con el fin de pasar cerca del Tin Tin para saludar o simplemente para cotillear. No obstante, cuando estas pequeñas embarcaciones desarrollan toda su capacidad propulsora, son prácticamente inofensivas. Al contrario, cuando están inmóviles o a poca marcha, es precisamente el momento en que redes de todos los tipos y longitudes acechan la quilla del Tin Tin.



Los remolques son muy habituales y se convierten en otros obstáculos importantes como consecuencia de su longitud. Aunque suelen muy lentos y la parte tractora siempre va bien iluminada exhibiendo las luces reglamentarias, el remolque propiamente dicho carece por lo general de distintivos luminosos en la noche.



Curiosamente cerca de Singapur nos cruzamos con otro velero que llevaba rumbo opuesto al nuestro y al pasar al costado del “monstruo” que se puede observar, sacamos una fotografía para que os podáis hacer una idea de los diferentes tamaños.



En definitiva, la navegación por estas aguas no va a ser fácil por la cantidad de obstáculos que hay en ellas, así que hemos determinado navegar principalmente con luz diurna y para ello establecimos una ruta y unos destinos intermedios que nos permitirán, la mayoría de las singladuras, arribar antes de los ocasos al fondeo. 



La siguiente imagen corresponde a un amanecer con un cielo inquietante, pero que a medida que fueron transcurriendo las horas se fue despejando, para posteriormente ir creándose una neblina como consecuencia del tremendo efecto de evaporación que se produce en las horas centrales del día.



Esta fue la imagen que tuvimos momentos antes de recalar en las islas de Palau Pisang y que supuso un pequeño oasis de paz y tranquilidad. Todo ello, como os hemos dicho anteriormente, está descrito con mayor detalle en las crónicas que subimos al blog especial: http://singladurastintin.blogspot.com/



En esta época, la zona se caracteriza por una meteorología relativamente estable (invierno: monzones del NE) con grandes periodos de calmas, vientos ligeros de componete norte y posibilidad de tormentas aisladas. Hay que recordar que nos situamos prácticamente en el ecuador terrestre, con aguas muy cálidas, ambiente tórrido y proximidad de muchas costas.



El Tin Tin gobierna solo gracias a los pilotos automáticos y por nuestra parte mantenemos una atenta vigilancia aunque siempre hay lugar para sacarse unas fotografías, dedicarse a la lectura, tomar prudentemente el sol o simplemente no hacer nada.







En la siguiente imagen se puede observar un pequeño mercante que transita fuera de la vía natural. Pero lo más interesante de la fotografía es la mancha que se aprecia en el agua y que va precedida por una estrecha franja de espuma: es la marea. Las mareas son importantes por este área, llegando a alcanzar los 2,50 metros de amplitud y ello conlleva a que se originen corrientes importantes de hasta dos nudos. Determinar cuando tendremos corriente a favor o en contra, es de vital importancia con el fin de optimizar la navegación.



Aproximarse a costa siempre es un momento de incertidumbre ¿cómo nos afectarán las corrientes? ¿tendremos visibilidad suficiente? ¿las sondas indicadas en las cartas náuticas corresponden con la realidad actual? ¿ofrecerá el fondeo un área suficiente de resguardo? ¿tendremos que sortear muchas artes de pesca? ¿nos afectará la tormenta que se está desarrollando en tierra? etc.



Intentamos pescar, pero no tuvimos éxito. Independientemente del gran número pesqueros que faenan por el lugar, creemos que este estrecho alberga una fauna piscícola variada y de paso. Desconocemos en que medida pudiera afectar el constante ruido que bajo el agua propagan los propulsores de los grandes barcos o las muchas redes que se mantienen extendidas, unas en el fondo y otras de deriva. De una u otra manera, lo seguiremos intentando.



De vez en cuando se acercan estos chubascos muy amenazadores y extrañamente bonitos. Normalmente vienen acompañados de fuertes ráfagas de viento, descargan durante unos minutos una auténtica cortina de agua y se disipan. Pero lo más inquietante para nosotros sigue siendo el tráfico marítimo, el cual intentamos mantener controlado gracias al uso del radar.



La siguiente imagen corresponde a nuestra situación actual, el fondeo de Malaca. Podéis observar que hay dos embarcaciones de vela, una es un catamarán australiano y el otro es el Tin Tin. Como ya os habréis enterado a través del blog de nuestras crónicas, la tripulación de este catamarán lo están pasado mal ya que uno de ellos está afectado por el dengue, una enfermedad tropical cuyos causantes son los mosquitos. Por estas circunstancias, hemos estado varios días en contacto con ellos con el fin de poder ayudarles en la medida que pudiéramos. Sobre la resolución de este problema (que nadie está libre de contraer ya que al igual que en el caso de la malaria aún no se ha descubierto una vacuna eficaz) os reportaremos diariamente en el otro blog (http://singladurastintin.blogspot.com/)



Aprovechando nuestra estancia en Malaca, hemos recorrido y saboreado extensamente esta pequeña ciudad, muy moderna y al mismo tiempo con una riqueza cultural e histórica increíble. 



Hace algunos siglos, el lugar fue conquistado por los portugueses interesados en establecer una base comercial para explotar y exportar las riquezas de oriente hacia Europa. No les fue fácil someter al Sultanato de Malaca, y según las crónicas muchos miles de malayos (se habla de 18.000...) fueron asesinados en cruentas escaramuzas. Al fin, Portugal puso en este lugar su base de operaciones siendo en su momento el primer punto comercial de un reino cristiano-europeo en el sudeste asiático. Después vinieron a por su parte del botín, los holandeses, los alemanes y finalmente los ingleses. En la fotografía podéis ver una réplica de aquellas naves portuguesas que se exhibe en el centro de la ciudad, y que hoy en día, los malayos, saben muy bien como sacarle un excelente rendimiento economico-turístico.



Malaca es una ciudad de eminente tradición turística y por sus calles transitan miles de chinos con impresionantes cámaras fotográficas. Y en consonancia con sus gustos estéticos, hay cientos de estas bicicletas con sidecar adornadas de las maneras más atrevidas y sugerentes que le dan un colorido especial a la ciudad. 



Y detrás de las ambiciones económicas que promovían los estados a cualquier precio, llegaban los representantes de la cristiandad con el fin de extender su maquiavélica red espiritual de salvación. Y entre culturas milenarias, mucho más avanzadas en todos los sentidos a las europeas de aquellos tiempos, lograban profanar estas tierras con la santa cruz redentora. 



Afortunadamente no consiguieron aniquilar a los infieles y éstos mantuvieron sus religiones y costumbres. Por Malaca hay profusión de templos chinos, budistas e indios, todos ellos pretendiendo ser los reclamos espirituales de una población tan variada y rica culturalmente como es Malasia.





Algunas ruinas del asentamiento portugués se mantienen bien conservadas, aunque la mayoría no dejan de ser “cuatro” piedras dispersas por la ciudad.



Contrario a la piedra y los gruesos muros que los europeos fuimos sembrando por todo el mundo en nuestro afán colonizador, los asiáticos construían espectaculares palacios de bambú... y es que cuando conoces un poco estas culturas y accedes a la realidad histórica de estos pueblos, no es difícil imaginarse lo que ocurría en nuestro planeta hace miles de años: mientras que estas gentes, en sus palacios de bambú, festejaban con fuegos artificiales sus fechas señaladas (en aquellos precisos momentos en los que aquí se había descubierto la pólvora) en Europa estábamos prácticamente saliendo de las cuevas... ignorancia ¡la nuestra! 





2 comentarios:

  1. Buen post!!!! Por cierto, Guillermo veo en una de las fotos que le has puesto algo en el timón, banda de babor, como un recubtimiento azul, ¿para que es?

    Un abrazo y buenos vientos...

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  2. Hola Jesus, la cubierta de cuero tan bonita que tenía la rueda de gobierno se deterioró de tan manera que tuvimos que prescindir de ella. Luego se nos ocurrió rodearla con un cabo para darle volumen y que fuese fácil de manejar cuando esta mojada y al mismo tiempo hacerla más estética...pero...¡el cabo que teníamos solo dio para la mitad!...jejeje... Un fuerte abrazo. Isabel&Guillermo.

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