viernes, agosto 2

De compras por Malasia

IMPORTANTE

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53.- DE COMPRAS POR MALASIA


Una vez adaptados por entero a estas latitudes, con sus elevadas temperaturas y diferente horario, nuestra vida a bordo del Tin Tin recobra la normalidad y tranquilamente vamos realizando diferentes trabajos de reacondicionamiento del barco y ejecutando las revisiones fin de temporada que quedaron sin hacer antes de irnos a España. Pero sobre estas labores os hablaremos en próximas ocasiones, ahora deseamos que nos acompañéis ¡nos vamos de compras!

La marina en la que nos encontramos, Danga Bay en Malasia, pone a nuestra disposición, gratuita y diariamente, un micro-bus de la propia marina que nos deja en el centro de la ciudad con acceso fácil a cualquiera de sus mercados y centros comerciales. El micro-bus nos espera durante dos horas, y si durante ese tiempo el paseo o las compras se dan por finalizadas, de nuevo nos regresan a la marina. En el caso de que se prolongase la visita a la ciudad, sería necesario tomar después un autobús o un taxi a unos precios realmente módicos.





El viaje es cómodo, seguro y muy agradable. Normalmente el horario de este transporte es de 11.00 a 13.00 horas, lo que asegura un tráfico muy fluido y despejado. El personal de la marina se esmera en todo momento por mantener a los navegantes contentos y siempre están pendientes de nuestras necesidades ejecutando sus labores con diligencia y esgrimiendo constantemente una amplia sonrisa.





Malasia cuenta con una importante red de carreteras en perfecto estado por donde transitan todo tipo de vehículos, desde los más sencillos y prácticos a los más lujosos. No es extraño ver circular ferraris o lambordinis espectaculares, aunque este tipo de fauna urbana trata de evitar la entrada a las ciudades en las horas punta... Sobre este asombroso y atípico país, lleno de contrastes y al mismo tiempo con multitud de medidas que intentan equilibrar sus actuaciones entre la tradición y la modernidad, comentaros un dato curioso e interesante: en Malasia los reyes no gobiernan toda la vida, sino que se turnan. La Constitución de este país establece que los príncipes de los nueve sultanatos hereditarios del país, asuman de forma rotatoria, cada cinco años, el trono. De esta manera se ha salvaguardado históricamente la unidad y la paz entre las diferentes provincias malayas.





Una vez en el centro de Johor Baru (que es así como se llama la ciudad donde nos encontramos en el estado sur de Malasia, Johor) vamos a visitar uno de los muchos supermercados existentes y en esta ocasión toca Giant, que tal y como especifica el polo que porta uno de sus empleados, es una cadena “nacida en Malasia” y de la cual hay numerosos establecimientos.





En la entrada del centro comercial nos encontramos con varias tiendas de ropa, y teniendo en cuenta que la mayoría de la población de este país es musulmana, los vestidos y complementos específicos cubren gran parte de la oferta. Debemos de reconocer que hemos quedado muy sorprendidos de la cantidad y variedad de las prendas expuestas, ya que sus formas, colores y estampados aseguran un gran nivel de estética, imagen ésta no reñida en absoluto con el concepto tradicional.





Por otro lado, y sin haber podido aún observar personalmente a los malayos vestidos con sus trajes más tradicionales (ya que entendemos que éstos son usados en ceremonias, actos relevantes y con mayor asiduidad en las zonas rurales) aquí tenemos una imagen protagonizada por unos maniquies que representan a una familia malaya. Se aprecia una depurada y sofisticada forma de vestir con una elegancia manifiesta.





Y respecto a la moda actual más “atrevida” pero generalizada entre las malayas, la protagonizan estos modelos donde la mujer puede expresar su sensualidad y feminidad de una forma muy elegante y haciéndola compatible con su cultura. Por otro lado es muy habitual ver mujeres jóvenes musulmanas que cubren su cabeza con el clásico pañuelo y sin embargo lucen entalladas figuras rematadas algunas de ellas con apretados pantalones vaqueros. Y sobre la comunidad china, deciros que las chicas son las más “osadas” de todas ya que es muy común verlas ataviadas con atrevidísimas y minúsculas minifaldas. Sin duda alguna, quitando algunos países donde el radicalismo religioso impera, el resto del mundo musulmán donde conviven en armonía diferentes culturas y creencias, es un gran desconocido para la mayoría de nosotros.





Aunque los malayos son en general de una estatura más bien modesta y no se ven grandes aberraciones humanas con mórbidas figuras alimentadas de un exceso de occidentabilidad, sus comercios no dejan de ofrecer prendas 4XL muy bonitas y modernas para que nadie se sienta discriminado.





Pasemos ahora al sector de la alimentación, donde grandes áreas están destinadas a cada producto. A excepción del volumen del espacio expuesto, la distribución es similar a los centros comerciales conocidos en Europa.





La oferta es importante. A los productos conocidos por nosotros en occidente, se le suman los específicos de Asia y ello hace que la cantidad de unidades expuestas en las estanterías sea impresionante. Unos artículos en inglés, otros en chino, otros en malayo, otros en hindú...





Una vez en la sección de los vegetales, también nos encontramos con una rica variedad de frutas y hortalizas. En la imagen manzanas de varios tipos, peras, naranjas, etc. como queriendo agrupar aquellos productos que nos son conocidos. A modo de ejemplo: un kilo de manzanas sale por unos 4,50 RM (la moneda en Malasia es el ringgit malasio) lo que al cambio (1 euro es igual a 4,1 RM) supone poco más de 1 euro.





Pero al lado, otras frutas desconocidas y con nombres muy difíciles, se exponen en grandes cantidades y no dejamos de sorprendernos con sus formas, tamaños y bajos precios. Al parecer, la que podéis observar en la siguiente imagen, es la fruta más tradicional y estimada en Malasia.





Los siguientes artículos, que suponemos frutas, son muy diferentes a los que conocemos. Sus colores y texturas, en principio, no las hacen agradables desde nuestra perspectiva alimenticia. Pero, la curiosidad se hace presa en nosotros, aunque desconocemos si es necesario realizar alguna maniobra previa a su ingesta...





Otros productos subyugan nuestro interés y creemos ver en uno de ellos algo parecido al “litchi” una fruta exótica de origen chino y que en alguna ocasión se puede ver por nuestro país... pero el que tenemos ante nosotros ¡tiene una especie de pelos! y por supuesto, las otras, esa especie de bola oscura... ¡más bien parece arrancada de las fauces de un escarabajo pelotero...! Prometemos probar todas y cada unas de estas especialidades y contaros nuestra experiencia, pero tiempo al tiempo...





En esta ocasión, y hasta no disponer de más información sobre los nuevos vegetales, hoy vamos a ser conservadores y nos contentaremos con una buena carga de uvas (como las que veis en la siguiente imagen), una generosa cantidad de tomates, una docena de plátanos, un par de lechugas, media docena de pepinos, una gran sandía, zanahorias, pimientos picantes, brotes de soja y una bandeja de setas de las cuales hay una gran oferta en cantidad y variedad, todo por 45 RM o lo que viene a ser lo mismo: 11 euros.

 

Respecto al paisanaje que pulula por el supermercado, las imágenes son más exiguas y hasta cierto punto “robadas” ya que no es de recibo “asaltar” a un consumidor que está comprando melones e invitarle a sacarle una fotografía... No obstante comentaros que de los casi 28.000.000 de malayos censados en el país, el 50% son de origen malayo, el 24% son chinos, el 11% son indígenas, el 8% son de origen hindú y el resto está formado por otras etnias. Los ciudadanos que procesan la religión musulmana suman el 60% del total. En la imagen un hombre de la comunidad hindú portando, entre otras cosas, pan tipo barra occidental ¿? y una mujer malaya en el área de librería del establecimiento.





¡Bueno!... el lugar expositor destinado a los huevos...¡todo un espectáculo! Otra cosa que nos ha sorprendido muy gratamente es la oferta de muchos y variados tipos de este producto, donde se combinan los tamaños, los colores y las procedencias: gallina y pata.





Dentro de la sección de conservas, condimentos y aliños, de nuevo nos vemos sorprendidos por una cantidad ingente de artículos procedentes de China, la India o manufacturados en la propia Malasia. La mayoría son absolutamente desconocidos para nosotros y por más interés que ponemos en investigar cual es el producto base, en la mayoría de las ocasiones nos frustramos al encontrarnos de frente con la lengua malaya, mandarín o hindú.





Entre los miles y miles de productos dulces, a los cuales son muy aficionados por aquí, encontramos por casualidad lo que en España fue toda la vida las galletas María, pero con la denominación de Marie que parece francés y con especificaciones en inglés, chino y malayo. Otro tipo de galleta similar figura con el nombre de Oat y ésta si que parece de origen malayo, aunque tenemos serias dudas si atendemos a su marca: Julie´s... que también parece francés.





En concordancia con un país musulmán moderno, donde no hay cabida para radicalidades, el centro comercial dispone de una amplia oferta en vinos y licores. Curiosamente tienen marcas de vino de todo el mundo: Australia, Nueva Zelanda, Francia, España, Sudáfrica, Chile, California y también Malasia ya que ésta es una gran productora de uva. Los precios son muy interesantes, por ejemplo y tomando un vino de precio medio y de excelente calidad: una botella de vino blanco chileno sale por unos 30 RM lo que al cambio son aproximadamente unos 7 euros.





También hay una gran oferta en cerveza, pero ésta curiosamente es relativamente cara. La que veis en la siguiente imagen es la tradicional de Malasia, la Tiger, y 24 unidades tiene un precio de 114,99 RM, que traducido a euros son 28 euros por lo cual cada lata de cerveza sale a 1,2 euros.





Y para finalizar hagamos una visita al sector del pescado donde encontraremos también extraños especímenes de todas las formas y colores. Al lado de los morretudos de la fotografía, que recuerdan las lisas o mújoles en España (los cuales no creemos que sean los mismos atendiendo a su tamaño y aspecto) hay otra especie parecida a las pirañas del Amazonas.





En la siguiente fotografía ya empezamos a apreciar formas, colores y aspectos más acordes con nuestros productos y gustos culinarios, y creemos ver especies parecidas al besugo o a la corvina.





Y las especies que os presentamos a continuación ya son enteramente conocidas. Podéis apreciar grandes pargos rojos (red snaper) y pequeños bonitos, todos ellos de una calidad óptima. A modo de ejemplo, un kilo de pargo rojo está a 20 RM, al cambio: 4,8 euros y un kilo de bonito a 17,5 RM, unos 4 euros.
 



También hay una interesante oferta de mariscos frescos. En la imagen gambas de importante tamaño y cangrejos muy habituales en las pescaderías. Las gambas tienen un precio de 22 RM el kilo, al cambio: 5,4 euros.





Un tema que nos impactó, fue la sección destinada, como diríamos... a guardería liofilizada. Esos montones que veis expuestos, corresponden a cantidades ingentes de muchas especies de peces minúsculos secos, los cuales, al parecer, son muy estimados en las costumbres culinarias de muchos países de Asia.





En la fotografía que continúa, observáis su tamaño respecto a una mano. Nos gustaría pensar que, pese a las dimensiones tan exiguas de estos peces, ya habían llegado a la edad adulta y por lo tanto ya pueden ser capturados para el consumo humano. Pero la realidad debe de ser bastante distinta y estamos por lo tanto ante un infanticidio monumental de los recursos naturales de nuestros mares. Y es que el ser humano parece estar diseñado específicamente para demostrar al resto del Universo que la autodestrucción no es tan difícil.





Otro de los preocupantes productos que os ofrecemos, pudiera ser el que continua. En esta ocasión la imagen está sacada en modo “macro” y por lo tanto el tamaño de los impávidos seres vivos que contemplamos es mucho menor. Tirando de zoom y estudiando detenidamente el contenido de la fotografía, podemos observar que en realidad son pequeñas gambitas. Es posible que algún “chinito mandarín” se dedique a capturar plancton, concretamente el krill... pero mucho nos tememos que los bebes-crustáceos que os presentamos sean neonatos de las gambas/langostinos que todos conocemos y estimamos.





Y la gran anécdota de este recorrido por el centro comercial se produjo al chocar de frente con un enorme poster anunciando una marca de champú protagonizado por algunos jugadores del Barcelona. No somos en absoluto aficionados a las histerias colectivas, pero debemos de reconocer que el Barça tiene por estas tierras muchos seguidores. El año pasado, mientras cruzábamos Indonesia, en varias ocasiones y en aldeas absolutamente perdidas ¡nos llegaron a nombrar uno por uno todos los componentes del equipo! y ahora, como podemos seguir constatando, en Malasia ¡hasta venden champú! También nos ha ocurrido que mucha gente no sabe donde está España y sin embargo saben situar perfectamente a Barcelona y por supuesto, su club de fútbol. Y para entender mejor este fenómeno de masas, comentaros a modo de anécdota real (nunca mejor dicho), que el actual soberano de Malasia, el sultán Abdul Halim Muadzam, es un gran aficionado al fútbol, hasta el punto de que con sus 79 años abandonó el coche oficial en un atasco y se fue a paso ligero a cubrir el kilómetro y medio que le separaba del estadio para poder animar a su equipo.





Y para finalizar, presentaros a dos amigos malayos que conocimos durante nuestro periplo por el supermercado. Ella es Nur, profesora de inglés y el es Mizan, relojero de profesión, con quienes hicimos una buena amistad aprovechando el carácter tan espontáneo y cordial de los malayos.





Y fuera de los estereotipos pautados en nuestra sociedad, de las diferencias culturales que los medios occidentales tratan de inculcarnos día a día y de todos los antagonismos que nos quieren hacer creer existen entre los dos mundos, os dejamos una última imagen de Nur. Ella, que es malaya y musulmana, una mujer muy elegante, orgullosa de su ancestral cultura y extraordinariamente entrañable, aprovecha para enviaros una sincera sonrisa a todos nuestros amigos y seguidores, sin molestarse en absoluto por nuestra apariencia ni preocuparse sobre nuestro credo ni religión.





Esperamos que este nuevo reportaje sea de vuestro interés, y como siempre deseamos que nos hagáis llegar vuestras consideraciones, opiniones o consejos a través del apartado Comentarios que figura un poco más abajo de estas palabras. El siguiente reportaje lo subiremos en un par de semanas y en esa ocasión os sorprenderemos con la importancia que tienen las pequeñas cosas... Hasta entonces os deseamos vientos favorables, tanto en la mar como en la vida. Isabel&Guillermo


7 comentarios:

  1. Buen material, escepto los pez-queñines. La diferencia de precios no es tanto, porque aquí tenemos manzanas por un euro el kilo, y lo de la cerveza es una pasada.
    Gracias por compartir vuestras altruistas experiencias. Seguimos vuestra estela. Un fuerte abrazo. Falo.

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    1. Estimado amigo, gracias por tu intervención. Ya comentamos que Malasia es un país de contrastes y ésto se nota en todos los órdenes de la vida. Respecto a lo que comentas, mientras es un gran productor de uvas, carece de producción de manzanas y estás vienen de Australia o Nueva Zelanda, y en comparación, el vino de importación curiosamente es muy barato...¿? y eso que está grabado con impuestos especiales... Por otro lado, aparte de la cerveza donde Malasia no debe de ser un gran productor por razones obvias, la mayoría de productos autóctonos son muy baratos desde la perspectiva de una economía europea. Recibe un cordial saludo. Isabel&Guillermo

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  2. Muy ilustrativa mozos pero queremos millas millas millas lo de los pezqueñines no sabria que opinar supongo que controlarán como va la población de adultos de esas especies y si llevan tiempo haciendo eso y no han esquilmado los caladeros.... en fin ellos sabrán

    Un abrazo desde vuestra tierra

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  3. Hola Pisuetu, las millas ya vendrán a partir de Octubre que será cuando zarpemos rumbo a Tailandia. No obstante recuerda que nuestro proyecto no es un reto de navegación solamente, sino que es principalmente un medio para ver y reconocer el mundo. Durante los largos periodos que nos impone la época de los huracanes o, como en este caso, los monzones, os iremos reportando sobre todas aquellas facetas que asume,vive y experimenta un transmundista náutico. Entre ellas, su relación con el paisaje y el paisanaje, es quizás la faceta más importante. Recibe un cordial saludo. Isabel&Guillermo

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    1. De acuerdo que no se trata de hacer millas por hacerlas, y tb es cierto que no habiais descrito esa faceta de ese lugar quizás me deje llevar demasiado por las ganas de descubrir nuevos paisajes y paisanajes.....

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  4. NO solo nos hacéis soñar con culturas, paisajes y costumbres lejanas sino que en cada entrada nos proporcionáis un insustituible material que facilitará la tarea de moverse por esos mundos a aquellos que opten por ese tipo de vida. Aparte de todo trasmitís ese disfrute por las cosas pequeñas como comprar o descubrir alimentos nuevos y, por encima de todo, el contacto con la gente. Estoy de acuerdo con vosotros en que ese es quizá el mejor bagaje del trasmudista. Ya estoy esperando la siguiente entrada.
    Ángel

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  5. que interesante me gusto mucho conocer a travez de esta experiencia a esta cultura :)

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