viernes, julio 19

La tripulación del velero Tin Tin regresa a Malasia


NOS SOLIDARIZAMOS CON LAS VICTIMAS Y AFECTADOS DEL ACCIDENTE FERROVIARIO



IMPORTANTE
Independientemente que durante los próximos diez meses no estemos en España, los interesados en nuestras publicaciones MECIDA POR LAS OLAS de Isabel y DESDE LA MAR de Guillermo, pueden adquirilas de la forma habitual http://librosvelerotintin.blogspot.com/ o poniéndose en contacto directamente con nosotros a través de velerotintin@gmail.com La infraestructura que hemos dejado en España, enviará los pedidos en menos de 24 horas como hasta el momento.

52.- DE VUELTA EN MALASIA








Como ya comentamos en anteriores reportajes, nuestra estancia en España fue de ocho meses y en el transcurso de los cuales, volvimos a recuperar la sintonía con nuestro país y nuestra gente. Pero ahora toca retornar a la vida que desde hace más de siete años hemos decidido disfrutar. Una fotografía frente a uno de los motivos emblemáticos de nuestra ciudad, Gijón, y al lado del puerto deportivo, fue la simbólica despedida que quisimos llevar en el recuerdo.




 

Un día antes de tomar el avión nos fuimos para Madrid. Fueron 24 horas de desconexión en el transcurso de las cuales paseamos plácidamente por una ciudad calurosa y con un movimiento especialmente nutrido de turistas. No pudimos evitar pasar por los lugares más castizos y tradicionales probando por última vez los productos gastronómicos más valorados de nuestro país. Y para recordar el momento realizamos una instantánea armónica, llena de simbolismo y que habla por si misma.






Una vez en el aeropuerto de Barajas la mente ya estaba centrada en el devenir de los próximos meses. Retomábamos los proyectos aplazados y tratábamos de recordar los múltiples detalles que habían quedado en suspenso en el momento de decidir visitar España. El equipaje era pequeño al realizar el traslado desde nuestra residencia oficial en Asturias al Tin Tin, el cual ya lleva años convertido en nuestra morada permanente.







En esta ocasión también volaríamos con la línea Turkish Airlines, compañía nacional turca de excepcional calidad y considerada la mejor empresa aérea de Europa en los pasados 2011 y 2012. Menús a la carta, un tratamiento exquisito y una escrupulosa puntualidad, son algunas de las cualidades que caracterizan a esta línea.






El primer trayecto duraría cuatro horas y nos llevaría hasta la ciudad turca de Estambul. Abajo, entre claros y nubes, entre montañas y llanuras iba quedando atrás nuestro país. También se intuía las siluetas de nuestra gente sorprendidos por un pesimismo socio/económico realmente preocupante. La España de las luces y las sombras, tierra de hidalgos, menesterosos, genios y figuras, sonrisas y lágrimas, románticos, humildes, ricos y siervos de Alí Baba.






Pero a pesar de todos los problemas y atendiendo a nuestro profundo optimismo, creemos que la mayoría de los españoles saldremos adelante por nosotros mismos pese a los gurús, teócratas y demás partidocracias. Para ello se pagará un alto precio, pero desgraciadamente son los tiempos que nos tocan vivir y cuya responsabilidad, en mayor o menor medida, nos atañe a todos. Por nuestra parte, fieles al programa que determinamos en su día, viajamos de nuevo al encuentro del mundo y de nosotros mismos, sabiendo de antemano que para cumplir con las ilusiones solamente se puede confiar en uno mismo y hacer todo lo posible por labrar el propio futuro con fuerza y determinación.





Una vez aterrizamos en Estambul, tuvimos que esperar solamente una hora para poder tomar un segundo vuelo que nos llevaría a Singapur. Decimos “solamente” porque en el anterior viaje necesitamos realizar una escala de siete horas. No obstante esta vieja ciudad turca es un punto de encuentro entre Asia y Europa y su aeropuerto se ha convertido en un impresionante zoco lleno de color plurinacional y multiracial. En la imagen que sigue se muestra el aviso de nuestro vuelo.






Una vez a bordo del avión nos relajamos definitivamente. Afortunadamente esta compañía aérea dispone de aviones muy cómodos y modernos para las rutas más importantes. Por delante teníamos once horas de vuelo. Todas las comodidades estaban a nuestra disposición y el trayecto cumpliría con nuestras mejores expectativas.






Una vez arribamos a Singapur, debimos de coger un taxi que nos trasladaría hasta Malasia pasando por las fronteras de ambos países. Y un par de horas después, nos encontrábamos en la marina de Danga Bay junto al Tin Tin.





El barco estaba en perfecto estado, bastante sucio pero se mantenía bien amarrado y en su posición original. Lo primero que miró Guillermo fue hacia el tope del mástil donde se ubica la antena del equipo principal de radio VHF y el equipo de viento ya que su permanencia indicaba que el Tin Tin no había sido afectado por ninguna de las frecuentes tormentas eléctricas. Por su parte Isabel observó con detenimiento el posible desgaste de los cabos de amarre.

 




No había ninguna duda sobre el estado del barco ya que la marina es muy responsable y sus empleados pasan dos veces al día por los pantalanes observando la disposición de todos los barcos. No obstante, la constatación personal y efectiva de que todo estaba en orden, nos causó una profunda satisfacción.





Varios incendios forestales en la cercana isla de Sumatra (Indonesia) y la polución proveniente de la cercana Singapur cuando el viento rola al SE, hicieron que la cubierta del Tin Tin estuviese realmente sucia. Previniendo ésto ya habíamos dejado el barco bien arranchado y protegido habiéndole dado al gelcoat una cera que facilitaría ahora la limpieza.





Una de las primeras cosas que hicimos al entrar en el interior de la embarcación fue mirar el estado de la sentina. Se mostraba absolutamente seca y el dispositivo detector de alto nivel que actúa sobre la bomba primaria de achique se mantenía perfectamente conectado y en posición de alerta. Una vez que volvimos a instalar la conexión eléctrica a tierra, la cual nos suministraría 220 voltios, pusimos en servicio los dos sistemas de aire acondicionado con los que cuenta el barco. Independientemente de la comodidad que supone una temperatura estable y controlada a bordo de una embarcación en la zona ecuatorial (Danga Bay se encuentra en el 01º de latitud Norte) el aire acondicionado elimina la humedad del interior y después de tantos meses cerrado el Tin Tin agradecería este tratamiento.






El siguiente punto de atención fue el estado de los tres grupos de acumuladores de energía y la puesta en servicio de los cargadores de baterías con el fin de promover la recuperación del voltaje de las mismas hasta los niveles normales de trabajo.





Al día siguiente de nuestra llegada, fue necesario dirigirnos hasta el supermercado más cercano para poder abastecer el barco con los alimentos y bebidas más elementales. Para ello el personal de la marina nos escribió en unos folios el nombre del centro comercial para que lo mostrásemos al conductor del autobus y de esa manera localizar la línea que nos llevaría hasta allí. A partir de ahora, unos de los grandes inconvenientes con el que nos encontraremos, será el idioma. La inmensa mayoría de la población no habla inglés y deberemos de echar mano de nuestro ingenio.





Malasia es un país rico en relación con sus vecinos y se puede encontrar de todo. Hay una gran oferta en supermercados y éstos están perfectamente abastecidos. Pero sobre estas singularidades y los productos malayos más tradicionales, os informaremos extensamente en siguientes reportajes.





De momento iniciaremos las labores de mantenimiento fin de temporada que quedaron sin realizar cuando arribamos a Malasia desde Australia el año pasado. En las fechas actuales, las condiciones meteorológicas son tórridas dada nuestra situación geográfica y el periodo del año. Por la noche, primeras horas de la mañana y últimas de la tarde, la temperatura ronda los 25º. Por el día ésta asciende notablemente llegando a superar fácilmente los 35º con una humedad ambiental próxima al 80%. Afortunadamente, tanto física como mentalmente estamos preparados para asumir el reto con la inestimable ayuda de nuestro compañero de viaje: el Tin Tin.

 

6 comentarios:

  1. Como comentáis solo a base de decisión y voluntad se alcanzan los objetivos. Sois un ejemplo y un estímulo. Después de haber disfrutado de vuestra estancia en España, con vuestra gente, ahora toca disfrutar de la continuación del viaje y por ende, hacernos disfrutar a nosotros mientras continuáis enseñándonos el mundo y vuestra particular manera de entender la vida a bordo.
    Gracias

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  2. Vuelta a la libertad, a la aventura y a la felicidad. Os deseo días inagotables de emociones en vuestro viaje, que disfruteis de todo lo que se os vaya presentando en vuestro periplo y que volvais para contárnoslo.
    Un abrazo
    Antonio & Ángela

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  3. Pues otra vez a la carga... Siempre listo para leer vuestros relatos. Un gran abrazo para los dos...

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  4. Pues nada avante toda... por aqui a volver a la "normalidad" de seguiros de nuevo por aquí .
    Lastima de las ocupaciones y los inconvenientes de esta temporada y no haber podido estar mas en contacto y no haber podido despediros pero bueno ya sabéis donde estoy no?

    Un abrazo desde Asturias donde por fin hemos tenido unos días soleados

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  5. Aquí estaremos pendientes de vuestros reportajes. Un fuerte abrazo desde Oviedo.

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