viernes, noviembre 2

Ultimos días en Malasia, el Tin Tin en Danga Bay

49.- ÚLTIMOS DÍAS EN MALASIA


Los últimos días en Danga Bay, Malasia transcurrieron entre las labores de mantenimiento del Tin Tin, preparación de todos los mecanismos y sistemas para pasar un largo periodo sin actividad y en la organización de nuestro viaje a España. Todo el trabajo nos llevó dos semanas, en las cuales y al mismo tiempo, íbamos tomando el pulso a este nuevo país lleno de contrastes. Una protección adecuada del costado de la embarcación asegurará que el casco no sufra ningún deterioro en las fases en las que se desencadena un fenómeno meteorológico llamado “sumatra”. Estos temporales se desencadenan con inusitada fuerza llegando a los 50 nudos de viento y abundante aparato eléctrico. La duración de los “sumatras” es escasa no superando por lo general las dos horas, pero el costado de babor del Tin Tin sería el que quedase a sotavento y por lo tanto donde se “apoyaría” en el finger. Por ello pusimos especial cuidado en la disposición de las defensas por este costado.


Contar con una serie de protecciones para los diferentes mecanismos y dispositivos de cubierta, es una práctica muy recomendable ya que de esa manera se evita la insolación innecesaria y la entrada de polvo o restos de sal que pudieran perjudicar seriamente su puesta a punto futura. Por otra parte estas protecciones deben de estar realizadas con un tejido resistente a los rayos UVA.


La disposición de las diferentes amarras es un punto vital que debe de estudiarse seria y detenidamente. No es lo mismo mantener la embarcación en puerto durante un periodo de tiempo escaso que tener que asegurar la inmovilidad de la misma durante varios meses. En este último caso hay que jugar con todas las posibilidades que ofrece cada unidad para repartir los esfuerzos entre varios puntos y que estos trabajen al unísono. Pese a que el personal de la marina realiza diariamente una revisión de las embarcaciones, la responsabilidad última es de los tripulantes, por ello no se pueden relajar las medidas de seguridad.


El conjunto del casco se limpió con un jabón especial que contiene cera con el fin de mantener sobre la superficie de la obra muerta una capa de este producto que ayudará a nuestro retorno a limpiar rápida y cómodamente todos los residuos de suciedad adheridos a la unidad.


Los dispositivos más sensibles de la cubierta han quedado debidamente protegidos. En la siguiente imagen se muestra la parte del mástil y botavara donde en su interior contienen los motores eléctricos destinados a la maniobra automatizada de apertura y cierre del plano vélico de la mayor. Así mismo han quedado protegidos los winches de mástil y trapa neumática.


Por otro lado y obedeciendo a la misma idea anterior, el motor eléctrico que posibilita el enrollado y desenrollado automático del génova, también ha sido protegido convenientemente mediante una funda específica.


Solamente han quedado reforzadas dos amarras. En la imagen se puede comprobar la disposición de los largos de proa por estribor y como se puede observar acceden a la embarcación a través de dos puntos distintos. El cabo de color blanco aprovecha la gatera de la amura mientras el cabo de color negro se apoya en un pasa cabos sobre la regala. De esta manera evitamos posibles roces que pudieran deteriorar los cabos y poner en riesgo su resistencia estructural.


Así mismo el largo de popa por babor también a quedado reforzado y así mismo los dos cabos acceden a las cornamusas de cubierta por dos puntos diferentes.


Con el fin de atenuar los efectos devastadores que podría originar la caída de un rayo sobre la embarcación, hemos colocado dos conductores de una sección de 50 milímetros cuadrados entre los obenques altos y el agua por cada costado. En caso de una tormenta estos cables descargarían toda la corriente estática que suele crearse en la jarcia firme de la embarcación, ofreciendo a su vez un camino “fácil” al rayo sin que éste tenga que pasar por el interior de la embarcación. Al respecto hay varias opiniones, hay quien opina que el mástil debe de estar aislado, pero en muchas ocasiones les hemos demostrado que no es así haciendo la comprobación en su propia embarcación. La inmensa mayoría de los veleros oceánicos disponen de radar y la antena de estos dispositivos suele estar instalada en la medianía de los mástiles. Simplemente los tornillos que sujetan el chasis de la antena ya forman parte del sistema de tierra y éste suele estar en comunicación con el sistema de negativos... así que ya hay una comunicación entre el mástil y el agua a través del barrón de la hélice.


Dos días antes de tomar el avión que nos traería a España, pasaron por el Tin Tin una joven pareja que habíamos conocido a nuestra llegada a Malasia. En aquel momento nos comentaron que en breve se iban a casar, pero lo que menos nos imaginábamos es que íbamos a recibir su visita aprovechando la sesión fotográfica que realizaban en las inmediaciones de la marina. Sorprendidos muy gratamente, nos sacaron la siguiente fotografía en la cual lamentamos no haber tenido tiempo para ofrecer una estética más acorde con la situación.


Renira y Almajerán son dos jóvenes malasios extraordinariamente simpáticos y alegres que han decidido unir sus vidas. Y motivados por ese espíritu tan cordial que no deja de sorprendernos, quisieron compartir con sus nuevos amigos occidentales unos momentos entrañables a bordo del Tin Tin.


Nos sentimos muy orgullosos de tener unos nuevos amigos tan especiales en Malasia y el Tin Tin les ofreció su cubierta para inmortalizar el momento.


Las culturas asiáticas son muy perfeccionistas en los detalles estéticos, no dejando nada al azar y elevando al nivel de arte la mayoría de sus iconos culturales.


Dos nuevos amigos a quienes deseamos toda la felicidad que sean capaces de merecer y que a buen seguro sabrán gestionar adecuadamente inmersos en un país donde sus más profundas tradiciones cohabitan con un mundo moderno compatible con su cultura y creencias.


Y como muestra aquí queda un botón: las manos de Renira perfectamente decoradas para la ocasión.


Almajerán nos muestra su daga en el interior de una funda de plata y que se pasan de padres a hijos a través de muchas generaciones. Malasia, un mundo de detalle y estética siempre de acorde con la perenne sonrisa de sus habitantes.


Y llegó el momento de abandonar al Tin Tin durante unos meses. Ataviados a la forma y modo tradicional de marineros occidentales en tierra, nos dispusimos a viajar en un taxi hasta el aeropuerto de Singapur. Solamente 30 kilómetros separa Danga Bay de la frontera con el país cercano, un trayecto que se realiza por una autopista de cinco carriles y donde se aprecia el tremendo movimiento, tanto de personas como de mercancías, entre los dos países.


En esta ocasión nos tocó viajar a bordo de un avión perteneciente a la compañía Turkish Airlines, con el cual haríamos una primera escala en Estambul. Nos sorprendió la excelente calidad en los servicios de esta compañía turca, desconocedores a priori de que Turkish Airlines ha sido nombrada por segundo año consecutivo como la mejor compañía aérea de Europa.


Después de once horas y media de vuelo, nuestra escala en Estambul tuvo una duración de siete horas antes de tomar un nuevo avión que nos dejaría en Madrid. No obstante este aeropuerto ofrece tantísimas motivaciones y estímulos, que ese tiempo nos pasó muy rápidamente.


El aeropuerto de Estambul es un inmenso zoco donde una impresionante masa de personas de todas las nacionalidades pululan por él constantemente y pendientes del embarque hacia la mayoría de los principales países del mundo.


Después de cuatro horas y media aterrizamos en Madrid donde nos esperaban unos amigos con los que festejamos (después de dos años) nuestra visita a España. Pese a las excelencias culinarias consumidas en el avión, un bocadillo de jamón y una cerveza elaborada en la tierra, nos supo a gloria.


Y por fin tras 28 horas de aeropuertos y 17 horas de avión, llegamos al aeropuerto de Asturias donde fuimos recibidos por otros entrañables amigos con quienes disfrutamos de los primeros culines de sidra, patatines al cabrales y del calor de nuestros paisanos asturianos.


Nuestro regreso para Malasia está previsto para el día 15 de Julio de 2013. Por el medio se abre un amplio espacio de tiempo donde asumiremos nuevos retos y como ya sabéis, el principal de ellos es la salida al mercado de nuestras publicaciones: MECIDA POR LAS OLAS y DESDE LA MAR. Comentaros también que las obras estarán listas en la semana del 19 de noviembre, fecha ésta a partir de la cual se pondrán a la venta a través del blog: http://librosvelerotintin.blogspot.com.es/ También se celebrará una presentación oficial (libre y gratuita) de las publicaciones el viernes 30 de noviembre en el Antiguo Instituto Jovellanos de Gijón, donde previamente proyectaremos un reportaje fotográfico/video de nuestras singladuras durante estos últimos siete años. En el blog que hemos reseñado previamente, en su apartado ACTOS DE PRESENTACIÓN iremos subiendo el horario y demás información del evento. Sea en este acto o en los posteriores que se están organizando, esperamos poder tener el placer de veros personalmente y agradeceros vuestro seguimiento y las muchas muestras de cariño que nos habéis hecho llegar en el transcurso de estos años. Muchas gracias a todos.

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