49.- ÚLTIMOS DÍAS
EN MALASIA
Los últimos días en Danga Bay, Malasia transcurrieron entre las
labores de mantenimiento del Tin Tin, preparación de todos los
mecanismos y sistemas para pasar un largo periodo sin actividad y en
la organización de nuestro viaje a España. Todo el trabajo nos
llevó dos semanas, en las cuales y al mismo tiempo, íbamos tomando
el pulso a este nuevo país lleno de contrastes. Una protección
adecuada del costado de la embarcación asegurará que el casco no
sufra ningún deterioro en las fases en las que se desencadena un
fenómeno meteorológico llamado “sumatra”. Estos temporales se
desencadenan con inusitada fuerza llegando a los 50 nudos de viento y
abundante aparato eléctrico. La duración de los “sumatras” es
escasa no superando por lo general las dos horas, pero el costado de
babor del Tin Tin sería el que quedase a sotavento y por lo tanto
donde se “apoyaría” en el finger. Por ello pusimos especial
cuidado en la disposición de las defensas por este costado.
Contar con una serie de protecciones para los diferentes mecanismos y
dispositivos de cubierta, es una práctica muy recomendable ya que de
esa manera se evita la insolación innecesaria y la entrada de polvo
o restos de sal que pudieran perjudicar seriamente su puesta a punto
futura. Por otra parte estas protecciones deben de estar realizadas
con un tejido resistente a los rayos UVA.
La disposición de las diferentes amarras es un punto vital que debe
de estudiarse seria y detenidamente. No es lo mismo mantener la
embarcación en puerto durante un periodo de tiempo escaso que tener
que asegurar la inmovilidad de la misma durante varios meses. En este
último caso hay que jugar con todas las posibilidades que ofrece
cada unidad para repartir los esfuerzos entre varios puntos y que
estos trabajen al unísono. Pese a que el personal de la marina
realiza diariamente una revisión de las embarcaciones, la
responsabilidad última es de los tripulantes, por ello no se pueden
relajar las medidas de seguridad.
El conjunto del casco se limpió con un jabón especial que contiene
cera con el fin de mantener sobre la superficie de la obra muerta una
capa de este producto que ayudará a nuestro retorno a limpiar rápida
y cómodamente todos los residuos de suciedad adheridos a la unidad.
Los dispositivos más sensibles de la cubierta han quedado
debidamente protegidos. En la siguiente imagen se muestra la parte
del mástil y botavara donde en su interior contienen los motores
eléctricos destinados a la maniobra automatizada de apertura y
cierre del plano vélico de la mayor. Así mismo han quedado
protegidos los winches de mástil y trapa neumática.
Por otro lado y obedeciendo a la misma idea anterior, el motor
eléctrico que posibilita el enrollado y desenrollado automático del
génova, también ha sido protegido convenientemente mediante una
funda específica.
Solamente han quedado reforzadas dos amarras. En la imagen se puede
comprobar la disposición de los largos de proa por estribor y como
se puede observar acceden a la embarcación a través de dos puntos
distintos. El cabo de color blanco aprovecha la gatera de la amura
mientras el cabo de color negro se apoya en un pasa cabos sobre la
regala. De esta manera evitamos posibles roces que pudieran
deteriorar los cabos y poner en riesgo su resistencia estructural.
Así mismo el largo de popa por babor también a quedado reforzado y
así mismo los dos cabos acceden a las cornamusas de cubierta por dos
puntos diferentes.
Con el fin de atenuar los efectos devastadores que podría originar
la caída de un rayo sobre la embarcación, hemos colocado dos
conductores de una sección de 50 milímetros cuadrados entre los
obenques altos y el agua por cada costado. En caso de una tormenta
estos cables descargarían toda la corriente estática que suele
crearse en la jarcia firme de la embarcación, ofreciendo a su vez un
camino “fácil” al rayo sin que éste tenga que pasar por el
interior de la embarcación. Al respecto hay varias opiniones, hay
quien opina que el mástil debe de estar aislado, pero en muchas
ocasiones les hemos demostrado que no es así haciendo la
comprobación en su propia embarcación. La inmensa mayoría de los
veleros oceánicos disponen de radar y la antena de estos
dispositivos suele estar instalada en la medianía de los mástiles.
Simplemente los tornillos que sujetan el chasis de la antena ya
forman parte del sistema de tierra y éste suele estar en
comunicación con el sistema de negativos... así que ya hay una
comunicación entre el mástil y el agua a través del barrón de la
hélice.
Dos días antes de tomar el avión que nos traería a España,
pasaron por el Tin Tin una joven pareja que habíamos conocido a
nuestra llegada a Malasia. En aquel momento nos comentaron que en
breve se iban a casar, pero lo que menos nos imaginábamos es que
íbamos a recibir su visita aprovechando la sesión fotográfica que
realizaban en las inmediaciones de la marina. Sorprendidos muy
gratamente, nos sacaron la siguiente fotografía en la cual
lamentamos no haber tenido tiempo para ofrecer una estética más
acorde con la situación.
Renira y Almajerán son dos jóvenes malasios extraordinariamente
simpáticos y alegres que han decidido unir sus vidas. Y motivados
por ese espíritu tan cordial que no deja de sorprendernos, quisieron
compartir con sus nuevos amigos occidentales unos momentos
entrañables a bordo del Tin Tin.
Nos sentimos muy orgullosos de tener unos nuevos amigos tan
especiales en Malasia y el Tin Tin les ofreció su cubierta para
inmortalizar el momento.
Las culturas asiáticas son muy perfeccionistas en los detalles
estéticos, no dejando nada al azar y elevando al nivel de arte la
mayoría de sus iconos culturales.
Dos nuevos amigos a quienes deseamos toda la felicidad que sean
capaces de merecer
y que a buen seguro sabrán gestionar adecuadamente inmersos en un
país donde sus más profundas tradiciones cohabitan con un mundo
moderno compatible con su cultura y creencias.
Y como muestra aquí queda un botón: las manos de Renira
perfectamente decoradas para la ocasión.
Almajerán nos muestra su daga en el interior de una funda de plata y
que se pasan de padres a hijos a través de muchas generaciones.
Malasia, un mundo de detalle y estética siempre de acorde con la
perenne sonrisa de sus habitantes.
Y llegó el momento de abandonar al Tin Tin durante unos meses.
Ataviados a la forma y modo tradicional de marineros occidentales en
tierra, nos dispusimos a viajar en un taxi hasta el aeropuerto de
Singapur. Solamente 30 kilómetros separa Danga Bay de la frontera
con el país cercano, un trayecto que se realiza por una autopista de
cinco carriles y donde se aprecia el tremendo movimiento, tanto de
personas como de mercancías, entre los dos países.
En esta ocasión nos tocó viajar a bordo de un avión perteneciente
a la compañía Turkish Airlines, con el cual haríamos una primera
escala en Estambul. Nos sorprendió la excelente calidad en los
servicios de esta compañía turca, desconocedores a priori de que
Turkish Airlines ha sido nombrada por segundo año consecutivo como
la mejor compañía aérea de Europa.
Después de once horas y media de vuelo, nuestra escala en Estambul
tuvo una duración de siete horas antes de tomar un nuevo avión que
nos dejaría en Madrid. No obstante este aeropuerto ofrece tantísimas
motivaciones y estímulos, que ese tiempo nos pasó muy rápidamente.
El aeropuerto de Estambul es un inmenso zoco donde una impresionante
masa de personas de todas las nacionalidades pululan por él
constantemente y pendientes del embarque hacia la mayoría de los
principales países del mundo.
Después de cuatro horas y media aterrizamos en Madrid donde nos
esperaban unos amigos con los que festejamos (después de dos años)
nuestra visita a España. Pese a las excelencias culinarias
consumidas en el avión, un bocadillo de jamón y una cerveza
elaborada en la tierra, nos supo a gloria.
Y por fin tras 28 horas de aeropuertos y 17 horas de avión, llegamos
al aeropuerto de Asturias donde fuimos recibidos por otros
entrañables amigos con quienes disfrutamos de los primeros culines
de sidra, patatines al cabrales y del calor de nuestros paisanos
asturianos.
Nuestro
regreso para Malasia está previsto para el día 15 de Julio de 2013.
Por el medio se abre un amplio espacio de tiempo donde asumiremos
nuevos retos y como ya sabéis, el principal de ellos es la salida al
mercado de nuestras publicaciones: MECIDA
POR LAS OLAS
y DESDE LA MAR.
Comentaros también que las obras estarán listas en la semana del 19
de noviembre, fecha ésta a partir de la cual se pondrán a la venta
a través del blog: http://librosvelerotintin.blogspot.com.es/
También se celebrará una presentación oficial (libre y gratuita)
de las publicaciones el viernes 30 de noviembre en el Antiguo
Instituto Jovellanos de Gijón, donde previamente proyectaremos un
reportaje fotográfico/video de nuestras singladuras durante estos
últimos siete años. En el blog que hemos reseñado previamente, en
su apartado ACTOS
DE PRESENTACIÓN
iremos subiendo el horario y demás información del evento. Sea en
este acto o en los posteriores que se están organizando, esperamos
poder tener el placer de veros personalmente y agradeceros vuestro
seguimiento y las muchas muestras de cariño que nos habéis hecho
llegar en el transcurso de estos años. Muchas gracias a todos.
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