36º.- EL TESORO DE MAGNETIC ISLAND
En el reportaje que hemos subido al blog adjunto, donde os vamos informando diariamente de nuestras singladuras (se accede haciendo click en la columna de la izquierda, donde la siguiente frase parpadea: ESTAMOS NAVEGANDO, SIGUENOS AQUÍ) comentamos nuestra recalada en la isla Magnetic, que se sitúa a escasas millas de la ciudad de Townsville. Las aguas siguen sin estar en buenas condiciones de claridad para realizar otra incursión submarina, así que en esta ocasión hemos decidido introducirnos en el interior de esta magnífica isla y explorar su interior
A las 08.00 horas ya nos encontrábamos en la playa equipados con todo lo necesario para realizar una larga caminata que nos llevaría hasta el NE de la isla, donde se encuentran las ruinas de unas antiguas instalaciones militares que datan de la II Guerra Mundial. Según la información de la que disponemos, el área forma parte de un Parque Nacional que integra una importante extensión de la isla
Aunque parecía interesante visitar unas antiguas dependencias militares que vigilaron los movimientos de los japoneses por el Pacífico, nuestro objetivo se centraba en la localización de un animal que, junto con el canguro, es originario de Australia y representa a este país en todos los órdenes naturales: el koala. No podíamos empezar con mejor pie, una señal de tráfico en la carretera pone alerta a los conductores sobre la posibilidad de encontrarse con este fantástico animal
Con toda la ilusión del mundo, emprendimos la caminata tomando un camino que indicaba claramente que su destino era: The Forts
Un cartel anunciador clavado en un árbol corroboraba una vez más que nos dirigíamos en buena dirección
Aunque otro cartel adjunto al primero sembraba en nuestro ánimo todo tipo de sospechas ¡estamos en Australia y no pueden faltar los animales peligrosos!
El camino fue poco a poco tomando altura y algunas grandes panorámicas aparecieron ante nosotros
La vegetación combinaba las coníferas y los eucaliptos con otros árboles y arbustos originarios de Australia y desconocidos para nosotros
Después de tres horas ya habíamos cubierto gran parte del sendero, el cual adquirió una notable inclinación. Por más que escudriñamos la foresta en búsqueda del preciado trofeo, no fuimos capaces de localizar ningún koala
Por fin llegamos a lo alto de la escarpada montaña donde, efectivamente, había restos de antiguos emplazamiento de cañones, los cuales brillaban por su ausencia y únicamente se podía apreciar una robusta base encarrilada de forma circular que debió posibilitar el mejor ángulo de disparo
Ajeno al drama que se debió vivir en su día, esta parte de la isla ofrece un paisaje muy bonito en el que se mezcla una singular foresta combinada con la roca granítica tan frecuente por estas islas
Pasaba el tiempo, disfrutábamos de un día espectacular, las vistas eran magníficas, las piernas empezaban a acusar el esfuerzo...y los koalas no aparecían. Comentábamos cual podría ser su localización normal: en los árboles ¿pero en que tipo de árboles? ¿sólo en los eucaliptos de los que se alimenta? ¿cual sería aproximadamente su volumen? ¿su color gris, pardo...?... y con el Sol ¿estarían a la sombra?...
Escudriñábamos la vegetación y casi seguro que varios koalas nos estarían viendo en aquel momento...o...¿sería un reclamo publicitario?
Al poco tiempo después de iniciar el descenso y al tomar una angosta curva del sendero...¡Isa, no te muevas!...¡date la vuelta despacio!... Vosotros ¿véis al koala?
Nos fuimos acercando despacio a lo que parecía un muñeco de peluche encajado entre dos ramas en lo alto de un árbol. Dábamos pasos silenciosos, tratábamos de aproximarnos sin alterar la paz del lugar y no ser un motivo para que el animal huyese saltando de rama en rama
Por fin nos pudimos situar cerca de la base del árbol donde estaba nuestro preciado trofeo. Un poquito de zoom...¡y ahí lo tenéis!...un precioso y entrañable koala, ¡por fin!
Pese a nuestros temores, al animal se mantuvo en su lugar sin mostrar ningún síntoma de alarma. Nos miró, bostezó, se arrascó la barriga, volvió a bostezar y continuó dormitando en la posición que podéis observar ¡y nosotros pensando que huiría saltando de rama en rama como Tarzán!
En fin, disparamos cientos de fotografías y pudimos rodar varios minutos de video. El encuentro fue de lo más enternecedor. Rodeados de una naturaleza salvaje y en presencia de un animal libre y entrañable. Sin ninguna duda una maravillosa experiencia que recordaremos siempre, ha sido como descubrir un auténtico tesoro, el tesoro de Magnetic Island.
Qué enternecedor.... qué experiencia más entrañable... nunca se sabe donde te vas a encontrar un tesoro. Tuvimos la misma sensación cuando vimos un perezoso en costa rica; para los que llegamos de fuera es una experiencia inolvidable... disfrutarlo mucho. Y como no... gracias por compartir ese tesoro en la distancia. Un abrazo fuerte para los dos.
ResponderEliminarEstibaliz
Hola amigos, pues si, ha sido una experiencia muy, muy interesante la de andar buscando un osito de peluche entre la foresta...jejeje... Gracias a vosotros por estar ahí. Un fuerte abrazo para toda la familia. Isabel&Guillermo
EliminarA veces uno vive determinadas experiencias y no es consciente de lo importantes o de lo especiales que pueden llegar a ser, ya veo que no es esta una de esas, afortunadamente sois conscientes de ese momento mágico.
ResponderEliminarBueno y para que todo no sean parabienes jejeej la ruta no debía ser tan dura como dejáis traslucir a tenor del calzado que se le ve a Guillermo en la fotos, habrá que hacer una colecta para comprarles unas botas ligeras de treking, no vaya a ser que después de tantas y tantas precauciones a bordo vayan a tener un esguince en tierra y haý no tenemos el botoncito de distrex J
Otro abrazo desde la tierrina
Hola...jejeje...¡os fijais en todo!...jejeje...pues si, tienes razón. Lo que pasa es que ese calzado está permanentemente en la auxiliar y ya nos hemos olvidado de llevar a tierra otro equipo. Además, poner calcetines... introducirse en las botas...y todo ello con calor, arena y salitre... da no se qué... jejeje... Por otro lado nunca pensamos que el trayecto va a ser más duro de lo que estamos acostumbrados. Pero tienes toda la razón, no es el calzado más adecuado he intentaremos subsanar e defecto cuanto antes. Un fuerte abrazo amigo. Isabel&Guillermo
EliminarPrecioso, y de nuevo...envidia sana. Una curiosidad que tengo, ¿porque el nombre de Magnetic Island? Animo a seguir asi!!! un abrazo desde el frio cantabrico.Abel
ResponderEliminarHola amigo Abel. Veras, te contamos: cuando hace muchos, muchos años pasó por aquí el Capitán Cook, en las cercanías de la isla, la aguja de marear (el compás magnético, la brújula...) sufrió una serie de alteraciones importantes, alteraciones magnéticas. Date cuenta, que de aquella, ese instrumento era la única forma de orientarse y de ahí su importancia a bordo. Así que le puso a la isla el nombre de Magnetic Island. Al final no había tales alteraciones por culpa de la isla (posibles depósitos ferrosos...) y casi seguro que el error magnético debio ser como consecuencia de inducciones originadas en el propio barco, pero así quedó el nombre. Esperamos haberte complacido con la respuesta. Recibe un fuerte abrazo. Isabel&Guillermo
EliminarValio la pena el paseo, bonitas fotos y precios y tierno animal. Me alegro que lo disfrutarais como yo en la distancia. Abrazosenormes. Miguel
ResponderEliminarSiiii, fue un largo paseo pero extraordinariamente interesante. En la mayoría de las ocasiones simplemente valoramos y disfrutamos el paisaje. Pero en esta ocasión el objetivo era localizar a una de estas joyas de la naturaleza que nos recuerdan tiempos de la niñez. Gracias por estar ahí, acompañándonos, gente de la tierra, de nuestras raices... Un fuerte abrazo. Isabel&Guillermo
EliminarGracias por hacernos revivir la aventura! Es algo verdaderamente entrañable, como a comentado casi todo el mundo. Espero que nos propongan más fotos de animales que encuentren por el camino. Keep up the good work!
ResponderEliminarHola, muchas gracias a ti por acompañarnos en la aventura. Os iremos reportando frecuentemente de nuestras singladuras, descubrimientos y tesoros que nos vayamos encontrando. Será un placer compartirlos con una tripulación tan extensa y especial. Recibe un fuerte abrazo. Isabel&Guillermo
ResponderEliminarPues a mi por la postura corporal, los bostezos, el arrascarse la barriga y la poca vivacidad en sus movimientos..... No, no creo que fuera un koala, pa mi que ye funcionariu.
ResponderEliminarHola Angel...jejejeje.... no nos imaginamos a un koala detrás de una oficina ni a un funcionario alimentándose de hojas de eucalipto...jejeje... Pero, en los tiempos que corren, vale más apostar y proteger el área y estatus de cada cual, con el fin de preservar los iconos más representativos de cada país. Un abrazo. Isabel&Guillermo
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