lunes, febrero 5

NAVEGACION 2014/2015

NAVEGACIÓN DURANTE LOS AÑOS 2014 / 2015

 photo 1_zpsskj91wvs.jpg

 photo 2_zpstzdzkrpb.jpg

 photo penulti_zpssv5gjevn.jpg

 photo ulti_zpsevb9pmuv.jpg

 PREPARANDO LA TEMPORADA 2014
Hola amigos, de nuevo estamos configurando este blog complementario para que contenga las crónicas de la nueva sesión de navegación 2015 que dará comienzo a partir de la segunda quincena del próximo mes de Enero. Las crónicas de las anteriores sesiones 2012, 2013 y 2014 están ahora reagrupadas en nuestro blog principal (columna de la izquierda) en el apartado TEMPORADAS. Una vez que hayamos zarpado, iremos reportando aquí crónicas prácticamente diarias que enviaremos a través del sistema SAILMAIL al que nos conectaremos desde el Tin Tin vía emisora de onda media/onda corta. Estas crónicas, enviadas a través de las ondas y directamente desde el Tin Tin, subirán de forma automática a este blog. Un inconveniente es que el sistema SAILMAIL no nos permite enviar fotografías, solo textos. No obstante, aprovecharemos cuando tengamos buena señal de Internet, para actualizar el blog principal con nuevos reportajes fotográficos comentados, de lo cual os avisaremos previamente por este medio. Por lo tanto, sirva este blog complementario para facilitarnos una fluida comunicación con vosotros, independientemente del grado de aislamiento en el que nos encontremos. Y para estrechar más aún nuestros lazos de amistad, estaremos encantados de contar con vuestros comentarios.

A PUNTO DE ZARPAR

Ayer, a última hora del día hemos vuelto a instalar las velas, el génova y la mayor, aprovechando que en ese momento el viento se había calmado casi por completo. Con un foco, ya de noche, terminamos las maniobras e inmediatamente nos pusimos a buen resguardo de los cientos de mosquitos que nos acosaban. Las compras ya están realizadas. Hoy hemos ido a un supermercado que tiene una gran oferta de productos y nos hemos abastecido de las cosas más básicas y algún que otro capricho. Todo esta perfectamente estibado a bordo del Tin Tin. Al mismo tiempo realizamos los trámites legales de salida del país: aduanas, capitanía del puerto e inmigración. Mañana cambiaremos el aceite, filtros y bomba de recirculación externa del motor. Poco más queda por hacer si no es estudiar bien la meteorología y decidir el momento del zarpe, coincidente siempre con una pleamar.


UN PEQUEÑO RETRASO

Hemos llenado los tanques del Tin Tin con 1000 litros de agua divididos en dos tanques de 500 litros y clorado convenientemente. Pero éste agua de la marina, la que se suministra a los pantalanes, no es muy recomendable para beber ya que tiene bastante aporte de sólidos en suspensión. Así que habíamos encargado 100 litros de agua envasada para trasvasar a garrafas de 20 litros que portamos a bordo. Entre que es fin de semana y que las cosas funcionan a otro ritmo en este país (como en la mayoría de los países de los trópicos) debemos esperar a primera hora del lunes para que nos suministren el líquido elemento. Así que aprovechamos para hacer pequeños trabajillos a bordo. La meteorología parece estable, aunque pronostican unos núcleos nubosos para los próximos días por el área de navegación. Si éstos núcleos no traen consigo fuertes chubascos, hasta los agradeceremos.

A SOLO UNAS HORAS DEL ZARPE

El Tin Tin está listo para soltar amarras. Mañana por la mañana, una hora antes de la pleamar, zarparemos. En un primer momento recorreremos las cinco millas que transcurren sobre el fondo de escaso calado de la desembocadura de la ría. En nuestros archivos tenemos el track que realizamos el año pasado cuando entramos en las instalaciones junto a los seis waypoints que nos facilitó la propia marina en su pagina web. Al parecer los bajos fondos no han cambiado y por lo tanto se mantienen las mismas indicaciones. La marea de mañana será de 3,40 metros a las 10.10 horas, lo cual nos posibilita un buen resguardo (el Tin Tin cala 2,20 metros) en los lugares con menos calado. A continuación arrumbaremos al norte de la isla de Ko Lanta.


RECOBRANDO LA LIBERTAD

No estaban olvidadas las sensaciones de libertad cuando la proa apunta hacia un horizonte sin límites aparentes. Volver a navegar con el Tin Tin pletórico de fuerza, ha sido un momento fantástico de reencuentro. No ha sido fácil relajarse, la mente recorría incesantemente todos los sistemas de a bordo escaneando de manera continua a la búsqueda de irregularidades, ruidos extraños, vibraciones, sensaciones... Afortunadamente todo funcionó correctamente. Recorrimos la ría de acceso a la marina siguiendo seis waypoints muy precisos y para ello zarpamos una hora antes del momento de la pleamar. Tras cinco millas y una vez en aguas abiertas pusimos rumbo, detuvimos el motor, abrimos ¾ partes del génova, desenrollamos la mitad de la mayor y con un viento establecido entre los 15 y los 18 nudos por el través de babor, el Tin Tin rápidamente obtuvo una velocidad entre 5,5 y 6 nudos. El día espectacular, sobre la superficie de la mar marejadilla, navegar a socaire de la costa con viento de través es una auténtica gozada. No tardamos mucho en empezar a actuar sobre el piloto automático para ir sorteando las muchas balizas indicativas de artes de pesca. Por delante teníamos 30 millas que nos supieron a muy poco. A primera hora de la tarde recalamos en el norte de la isla de Ko Lanta y estamos fondeados en 6,5 metros de calado, con fondo de arena y 40 metros de cadena. La posición es: 07º38.2'N / 099º01,20'E.


BAJO LAS ESTRELLAS

Los monzones del NE tienen la costumbre de soplar con mayor intensidad en horario nocturno. Son simples y específicas razones meteorológicas las que hacen que durante el día, y a medida que asciende la temperatura, las presiones "se igualen" y el viento disminuya, mientras que por la noche se suman el monzón y el terral. A medida que se acercaba el momento del ocaso nuestra expectación aumentó. El oeste se presentaba exactamente por la popa y una esfera cada vez más anaranjada jugaba con el horizonte hasta que poco a poco se fue sumergiendo tras él. Las cámaras fotográficas estaban listas, pero ninguno de los dos hicimos uso de ellas, quizás no queríamos compartir con nadie más este primer momento mágico de la nueva temporada. Cerca del ecuador los crepúsculos son muy cortos ya que el astro rey aumenta su altura negativa prácticamente en la vertical, así que al poco tiempo hicieron acto de presencia las principales constelaciones sobre un cielo despejado. Y Orión, el "gran cazador", que divide sus estrellas entre el hemisferio norte y sur, se presentó bastante elevado sobre el horizonte y por la proa. Bajo él, el relieve de una costa montañosa, una gran playa en su base y unas luces dispersas que conforman está parte norte de Ko Lanta. Poco a poco el viento fue arreciando moderadamente hasta establecerse en los veinte nudos, la mar poca y un susurro en la jarcia que contribuyó a nuestra relajación y descanso.


RUMBO SUR

Tras reconocer el nuevo día, nos lo tomamos con mucha tranquilidad y hasta nos entró el capricho de darnos un baño mañanero en estas cálidas aguas. Después de desayunar comenzamos los preparativos para zarpar. Motor poca avante y cabrestante recuperando la línea de fondeo, verticalidad y ligera tensión en la cadena, resistencia, stop, esperamos dos pequeñas cabezadas de la proa y el ancla zarpa de su firme cobijo, ancla en la roldana, rueda a estribor y dimos rumbo. El viento racheado, varía entre los 15 y los 22 nudos como consecuencia de la orografía de la isla a barlovento. Actuamos sobre el enrollador eléctrico del génova y poco a poco va desplegando la gran vela, ¾ partes cazadas al límite de flameo, está bien. De momento no es necesario abrir la mayor, al rumbo debido el viento entra a un largo y una velocidad entre 5 y 6 nudos nos satisface sobradamente. El piloto automático principal ya se ha hecho cargo de la embarcación y la gobierna con un buen brazo hidráulico. La costa desfila por la banda de babor con sus altas colinas tapizadas por una foresta muy verde. Cada poco se abren pequeñas playas de arena amarilla flanqueadas por rocas de color casi negro. El viento rola despacio escaseando hasta llegar a un través y posteriormente nos obliga a mantener una ceñida abierta. Para ello hemos desplegado la vela mayor y el Tin Tin desarrolla todo su potencial al rumbo que más le gusta. Nos mantenemos a unas tres millas de costa sin permitir que la sonda disminuya de los 12 metros de calado. Ya conseguimos relajarnos y disfrutar plenamente de la travesía sin olvidarnos de mantener la oportuna vigilancia por la proa con el fin de detectar señalizaciones de aparejos de pesca. Cuando llegamos al destino, una bonita cala muy protegida, nos encontramos con un catamarán holandés y un monocasco estadounidense fondeados en el centro del lugar. Tras una breve inspección del área, decidimos el punto donde dejaríamos caer el ancla: calado 8 metros, fondo de arena, posición: 07º29,53'N / 099º04,41'E.


UN ELEFANTE Y FUEGOS ARTIFICIALES

Frente a una playa preparada para un turismo no invasivo, descasaba el Tin Tin plácidamente. A medida que fue cayendo la tarde se iba acumulando sobre la arena un grupo de personas de rasgos orientales, elegantemente ataviadas, alrededor de una pequeña estructura floral. Nosotros cotilleábamos decididamente desde nuestra confortable atalaya flotante prismáticos en mano. Poco después apareció por un extremo de la playa un elefante adornado para la ocasión y portando en su grupa a los novios. No sabemos si el rito era puramente tradicional o seudo-modernista, pero nos pareció singular y con una importante dosis de espectáculo. No tardó mucho en anochecer momento en el cual varias antorchas iluminaban el lugar reflejándose en el agua de la orilla. ¡Pum! ¡plas! ¡splass! fuegos artificiales que nos pillaron por sorpresa prácticamente sobre nuestras cabezas. Por un momento llegamos a preocuparnos por la cercanía de las explosiones y los ramilletes de colores que se desvanecían en su lento descenso, pero todo parecía estar bajo control. La fiesta se trasladó a otro lugar, la playa recobró la paz y nosotros continuamos balanceándonos mientras el viento arreciaba.


CORRIENTES MARINAS

espués de desayunar, decidimos zarpar, así que seguimos el protocolo que tenemos establecido para estos casos. El viento soplaba con fuerza del ENE con 25 nudos en sus puntas máximas. Tras recuperar el aparejo de fondeo (siempre ayudándonos del motor propulsor para que no sufra el eje y motor eléctrico del cabrestante) dimos rumbo al extremo sur de la isla. Por esta costa, cuando la marea esta subiendo, la corriente tira para el sur, así que con un poco de génova, el Tin Tin se desplazaba a seis nudos sin ningún esfuerzo. Las mareas, en estos momentos del ciclo lunar, oscilan en este área entre los 3 y los 3,50 metros de amplitud, lo que llega a producir fuertes corrientes en puntos concretos del litoral, y el extremo sur de la isla de Ko Lanta es uno de ellos. A medida que nos acercábamos, grandes áreas de la superficie de la mar señalaban importantes remolinos en los cuales afloraba la sedimentación del fondo, pese a los quince metros de calado medio. Alteramos el rumbo a estribor con el fin de no vernos sorprendidos por las agitadas aguas, y no obstante, la ecosonda de a bordo empezó a dar lecturas erróneas como consecuencia de la gran cantidad de partículas solidas en suspensión. Una vez fuera de la influencia del cabo, todo volvió a la normalidad y el viento se entabló en 20 nudos. Un poco de mayor y otro tanto de génova nos brindaban una media de 6,5 nudos, los cuales eran perfectos para desplazarnos sin escora ni esfuerzos. De esta manera la vida a bordo es sumamente placentera y relajada. Superada la mitad de la travesía, nos encontramos con un grupo de pequeñas embarcaciones artesanales y un área plagada de artes de pesca. Al contrario que en Indonesia, donde eran habituales las redes de deriva, por Tailandia las suelen tener fondeadas, pero a veces, los cabos de las balizas señalizadoras, son muy largos, por ello es necesario pasarlas siempre por sotavento. Superada la prueba, quedamos rápidamente libres de obstáculos y en la proa se vislumbraba el punto de destino. Recalamos en la isla de Ko Muk y fondeamos sobre 11 metros de agua en 07º21,50'N / 099º17,45'E largando 50 metros de cadena.


AUSENCIA DEL MONZÓN

El fondeo en la isla de Ko Muk es espectacular, tanto por el paisaje como por la protección que ofrece. El lugar solamente tiene un inconveniente: unas aguas poco transparentes que imposibilitan cualquier actividad de snorkel, pesca submarina o buceo. Un poco más al sur y en el continente, desemboca un importante río, y a pesar de que estamos en la época seca, los flujos de agua dulce que transcurren por selvas tropicales siempre aportan gran cantidad de detritos vegetales y sedimentos al mar. Por la tarde el viento disminuyó drásticamente, roló al sur y el cielo se cubrió con altoestratos, cuestión ésta que se agradeció, ya que la temperatura ambiental había alcanzado los 32º como consecuencia de la intensa radiación solar. Desplegamos la escalerilla de la popa y nos dimos un refrescante baño rodeando una y otra vez al Tin Tin que yacía inmóvil pavoneándose con su antifouling inmaculado de color azul. La noche transcurrió en calma, aunque ligeramente inquietados por la falta del monzón


10º 
CALMA CHICHA

Al menos en esta parte de Tailandia, reina la calma chicha en estos momentos, pese a que los partes meteorológicos indican viento del NE de quince nudos. Así que en esas condiciones, y ante la falta de tener que cumplir con un programa de navegación determinado, decidimos pasar el día de hoy en este espectacular lugar. Es muy posible que mañana se establezca de nuevo el monzón y nos posibilite una agradable singladura. Nos dimos un baño cuando el sol aún estaba bajo, después desayunamos y posteriormente preparamos la embarcación auxiliar. Varamos el bote sobre la arena arrastrándolo hacia la sombra ofrecida por un gran árbol y fuera de la franja afectada por la marea. A la derecha, un pequeño resort cuya piscina lindaba con la playa. Tomamos un camino que se adentraba en la isla flanqueado por una exuberante vegetación y por el que transitaban periódicamente motocicletas de los locales. A ambas partes del camino ofrecían sus servicios pequeños restaurantes de comida tradicional. Tras dar un largo paseo hasta el alto de una colina, al regreso, decidimos comer en uno de ellos y degustar una vez más las excelencias de la comida tailandesa. De vuelta en la playa, botamos el dinghy y bajo un sol de justicia, retornamos al Tin Tin. Refugiados bajo la sombra del bimini transcurrió la tarde, periodo en el que alternamos baño y trabajo literario en el nuevo libro ENTRE MAR Y VIENTO. La noche nos sorprendió con una luna incipiente, más parecida a una estilizada piragua que al poco rato parecía flotar sobre la superficie del horizonte.


11º
KO PETRA

Los partes meteorológicos ya reflejan el retraimiento del anticiclón centrado en China y por lo tanto la disminución del gradiente de presión sobre Tailandia. Ello significa que de momento tendremos un periodo de poco viento al debilitarse significativamente el monzón del NE. Poco después del amanecer pusimos en servicio el motor, y con una mar en calma, dimos rumbo hacia el sur. Pasamos al este de la isla Ko Kradan muy atentos a la sonda, ya que la carta electrónica no determina con mucha exactitud las características del lugar. Una vez libres de posibles sobresaltos, por la proa teníamos marcado un bajo muy peligroso en posición 07º15,09'N / 099º17,68'E. Lo dejamos por babor y tuvimos la gran suerte de pasarlo prácticamente a la bajamar, por lo cual fuimos capaces de observar un par de rocas aflorando sobre la superficie. Si hubiera sido en otro momento de la marea, habría sido imposible identificarlo visualmente, no obstante se encuentra en un lugar geográfico próximo al que especifica la carta. El viento fue flojo durante toda la travesía oscilando entre los 8 y los 11 nudos. Con las velas completamente dadas y un poco de motor por momentos, conseguíamos una media muy aceptable de cinco nudos. De nuevo debimos sortear varios "campos" de aparejos de pesca, algunos de ellos señalados exiguamente con balizas minúsculas. Cuando Ko Petra se situó en la proa del Tin Tin, un magnificente espectáculo estaba a punto de comenzar. Esta isla esta deshabitada, fuera del normal flujo turístico y con una costa prácticamente vertical. En ella proliferan grandes cuevas donde los locales expolian periódicamente y sin piedad los nidos de las golondrinas para proporcionar al mundo uno de los más exóticos y crueles platos. Fondeamos en 07º01,99'N / 099º28,22'E.


12º
A LA PUERTA DEL TEMPLO

Paredes absolutamente verticales salpicadas de pequeñas y enormes grutas. Incluso en el propio abismo surge una imposible alfombra de foresta verde. Varios picos montañosos y en el conjunto uno más alto y estilizado a manera de colmillo, parecen representar la mandíbula inferior de un majestuoso carnívoro. Y donde todo cae al mar, enormes rocas desprendidas y ahora erosionadas por el continuo movimiento de las mareas, ponen una frontera entre los dos mundos. El Tin Tin está fondeado, a sotavento, sobre 12 metros de agua, a los pies mismos de tan singular formación y nos sentimos muy empequeñecidos por el paisaje. El resto de la tarde transcurrió con mucho calor y una extensa calma se extendía hasta el horizonte. Próximos al ocaso el sol dejó de apretar, se tornó cada vez más naranja y tras coquetear por unos minutos con la refracción terrestre, se ocultó entre dos pequeñas islas, también verticales, a modo de columnas en la entrada a un templo. Quedamos absolutamente embelesados, solos, aislados, dedicados a recoger lo más fielmente posible, en las memorias electrónicas, el momento sublime que estábamos viviendo. Llegó la noche y con ella se perdió el romanticismo, tres embarcaciones de pescadores empezaron a largar sus redes entre nuestra posición y la rocosa costa de la isla. Solo una tímida Luna y un resplandeciente Venus, se atrevían a romper la densa obscuridad. Poco después Orión se situó prácticamente sobre nuestras cabezas proporcionándonos, como algunos interpretarían, protección cósmica.


13º
LA ISLA DE KO TARUTAO


Tras una noche confortable fondeados en las entrañas de Ko Petra, levamos el ancla y lentamente nos fuimos alejando manteniendo aún la mirada hacia popa donde iba quedando atrás una de las islas más salvajes, bonitas y espectaculares que hemos conocido. A las pocas millas dejamos por estribor los islotes de Ko Lak y Ko Ta Bai, otros agrestes fenómenos geológicos de extraordinaria belleza. Fuera de resguardos, el monzón, ligeramente rolado al ENE, se mantuvo entorno a los 12 nudos el cual fue aprovechado desplegando los 110 metros cuadrados de nuestra superficie vélica. Tuvimos una agradable navegación hasta las proximidades de la isla Ko Bulon la cual pasamos dejándola por babor. Después alteramos ligeramente el rumbo cayendo 30º a babor y poniendo la proa del Tin Tin hacia la costa norte de la isla Ko Tarutao. El viento empezó a escasear y a ello contribuyó una mala rolada al ESE, por lo que una vez cazadas las velas a rabiar, progresamos adecuadamente hacia destino aprovechando también el correspondiente incremento del viento aparente. En la ruta encontramos menos aparejos de pesca de los que habíamos supuesto, lo cual contribuyó ha hacer más placentera, si cabe, la travesía. Al final de la singladura, las velas fueron enrolladas, las escotas aclaradas, el motor en servicio y la maniobra lista. Detuvimos al Tin Tin frente a una enorme y preciosa playa, disponiéndonos de inmediato a tomar la gaza del chicote de un mooring de los cuatro que están dispuestos en este área y que corresponde a un Parque Nacional. Fírmemente amarrados a una robusta baliza, sobre seis metros de agua, nos situamos en: 06º42,00'N / 099º38,47'E.


14º
MOORING Y PLAYA

Es muy cómodo y fácil amarrarse a un mooring, pero en éste caso la seguridad de la embarcación depende por entero del estado y dimensiones del cabo, grilletes, muerto y uniones entre ellos. En estos últimos nueve años de navegación, hemos tenido la oportunidad de usar muchas veces (algunas de ellas por imperativo legal al ser Parques Nacionales) este tipo de instalaciones. Por Australia y Nueva Zelanda las balizas de los moorings eran de colores y éstos indicaban cual era el máximo desplazamiento de la embarcación admitido. Aquí, en Malasia y Tailandia, todas las balizas son de color rojo, y aunque debemos de reconocer que siempre han estado en perfectas condiciones, no cedemos en nuestro empeño de comprobarlo por nosotros mismos. Así que aprovechando un refrescante baño, se inspecciona el conjunto y se comprueba que todo está dimensionado para soportar, en su caso, la inercia de las 16 toneladas que desplaza el Tin Tin. Frente a nosotros una inmensa playa prácticamente desierta, y tras ella unas instalaciones turísticas muy diferentes a lo que hemos visto hasta ahora por Tailandia. Diseminadas entre una extensa área arbolada, se encuentran varias cabañas rústicas que no desentonan con el medio. Hay un pequeño restaurante y un embarcadero. Todo ello está rodeado de un ambiente ecológico, muy tranquilo y sosegado. No hay circulación rodada y varios carteles indican la posibilidad de realizar diferentes rutas a pié. Sin duda un lugar retirado de la vorágine de los núcleos de población más activos turísticamente de este país.


15º
HACIA LAS ISLAS BUTANG GROUP

Después de pasar unos días en pleno contacto con la naturaleza inmersos en un Parque Nacional, decidimos zarpar hacia las islas Butang Group, localizadas al SW de nuestra posición. Amaneció de forma espectacular y una suave brisa del NNE auguraba una espléndida travesía. Largamos el cabo principal que nos solidarizaba al mooring y tras soltar el cabo de respeto, el Tin Tin quedó libre de nuevo. Cerca de tierra tuvimos que sortear un área donde abundaban las balizas señalizadoras de aparejos de pesca. Al superar los veinticinco metros de calado, largamos por la popa un señuelo en forma de pulpito por si teníamos la suerte de poder capturar algún túnido, hecho que no se dio en todo el recorrido. Dejamos por la banda de babor el islote Hin Takon Po, espectacular en la lejanía y que contenía a su sotavento varias embarcaciones calamareras esperando el anochecer. Posteriormente dejamos por la misma banda las tres islas de Ko Tanga, muy bellas y abruptas. La visibilidad no era muy buena y al estar a unas ocho millas, aparecieron por la proa el conjunto de islas que componen Butang Group. El viento fue cayendo y las últimas dos millas las navegamos con el auxilio del motor. Nos acercamos al estrecho entre las islas Ko Rawi y Ko Adang por su parte norte, donde se hizo notar una corriente de 1,5 nudos que en ese momento nos era favorable. Una vez pasado el estrecho costeamos por la cornisa occidental de la isla de Ko Adang tomando un mooring en posición 06º31,90'N / 099º16,91'E.


16º

DISFRUTANDO DE KO ADANG

El lugar es espectacular. Varias pequeñas playas de arena blanca salpican la costa este de la isla Ko Adang. La naturaleza se mantiene inalterable e impenetrable y una densa foresta lo invade todo a partir de la parte superior de las playas. En el interior se observan grandes árboles y una selva tupida vierte una paleta de colores verdes en toda su riqueza cromática. Las aguas limpias y transparentes. Nuestro mooring está sobre 14 metros de agua y se pueden contemplar las características del fondo sin problemas. Un primer baño de inspección nos lleva hasta el arrecife costero compuesto de varias áreas con corales muy bonitos aunque con poca vida acuática. Sorprendemos a varios pequeños pargos que corren despavoridos, cirujanos de varios tipos y colores, salpas, salmonetes y algunas otras especies cuyo nombre desconocemos. La temperatura de las aguas es espectacular, ronda los 26º y bañarse se convierte en un gran placer. Al medio día la temperatura ambiente supera los 30º, aunque el viento, prácticamente constante de componente norte, suaviza la sensación térmica. Por la noche la temperatura cae a los 21º/22º posibilitando un agradable descanso.


17º

MALA ROLADA Y DESAHUCIO

Despertamos con una extraña sensación. El día se presentaba nublado y el viento mal rolado hacia el SW. Por la noche habíamos observado gran aparato eléctrico en esa dirección, por donde se encuentra Sumatra (Indonesia) a unas 130 millas de distancia. A las 10.00 horas se acercó a nuestra posición un gran barco de turismo preparado para actividades subacuáticas. Hizo sonar el claxon varias veces y rápidamente nos dimos cuenta de que reivindicaba el mooring. Le hicimos notar que la boya indicaba claramente que formaba parte de la demarcación de costas pública de Tailandia y que nada hacía pensar que fuese un punto de amarre privado. Pero ante un patrón que incesantemente decía que él había pagado por ella, no nos quedó más remedio que abandonarla sin mostrar demasiadas muestras de contrariedad. Cuando ocurren estas situaciones en un país muy diferente al nuestro, culturalmente hablando, siempre se está en inferioridad de condiciones. Muchas veces, una defensa a ultranza de los propios derechos pudiera entenderse como una muestra de la "superioridad occidental". Y ésta es la peor sensación que se puede dar, ya que a partir de ahí las circunstancias podrían tornarse muy desfavorables para nosotros, tanto por los actores directos como, en su caso, por parte de las autoridades locales. Así que lo mejor es mostrar sorpresa (a ver que pasa) y si no sirve de nada sonreír, pedir disculpas y marcharse. Por fortuna a escasa distancia había otro mooring libre, pero una vez inspeccionado y al comprobar que el cabo estaba bastante deteriorado, decidimos fondear en las inmediaciones, concretamente en: 06º31,94'N/099º16,81'E sobre 17 metros de agua y un excelente tenedero. El día transcurrió normalmente, baños con incursiones hacia la costa para deambular entre las formaciones coralinas, trabajo en el próximo libro, etc. Pero al anochecer irrumpieron fuertes rachas de viento que se encajonaban por el pase norte entre islas.


18º
UNA NOCHE CON VIENTO

La Luna apareció resplandeciente tras superar la altura de la gran colina que se sitúa en el centro de la isla de Ko Adang. A esas horas ya teníamos en el fondeo rachas que superaban por momentos los treinta nudos. Como consecuencia de una orografía accidentada, el viento suele acelerar y "cae" literalmente por las faldas de las montañas aumentando su intensidad de forma muy significativa. No obstante, tal alarde de fuerza sólo significaba que fuera de resguardo estaba soplando sin compasión. En esta época la meteorología que cubre el área del sur de Asia está directamente relacionada con el gran anticiclón que se sitúa sobre el continente, centralizado aproximadamente sobre China. Cuando éste se refuerza aumenta el gradiente (disminuye la distancia entre las isobaras) y por lo tanto el viento se hace cada vez más fuerte. Y por supuesto, a este fenómeno general, hay que sumarle las características locales. Manteníamos los 60 metros de cadena que habíamos largado en un principio, y a pesar de tener un calado de 17, el tenedero era muy bueno (arena esponjosa) y seguro que el ancla estaba enterrada completamente. No obstante el GPS, en modo de alarma de fondeo y calibrado para 0,02 millas, mantenía una permanente vigilancia, aunque al encontrarse la costa exactamente a barlovento, una posible garreada nos hubiera dado suficiente tiempo como para reaccionar convenientemente. La noche siempre imprime mayor respeto cuando la adversidad meteorológica se precipita sobre el barco. La mayoría de los navegantes se sienten más indefensos, la percepción de las distancias cambia, los ruidos aumentan el nivel de alerta y una costa u otros barcos cercanos, no contribuye precisamente a la relajación mental, se está pendiente de todo. No obstante con el tiempo, la confianza en uno mismo y en el barco y las millas que han pasado bajo la quilla, se consiguen objetivizar la mayoría de estas circunstancias y se adquiere cierta calma que permite pasar los chubascos, las malas mares o los fuertes vientos con cierta tranquilidad. Y así fue, manteniendo cierto estado de vigilia, pero descansando convenientemente, se volvió hacer de día.


19º
PLAYA, ARALDITE Y FALLO EN EL MOTOR


Durante toda la mañana estuvo nublado y el viento en franca disminución. Decidimos acercarnos hasta una playa cercana, situada un poco más al norte de nuestra posición, y disfrutar de un paseo por la arena con el correspondiente baño en aguas tórridas. Una vez el dinghy en el agua, el motor fuera borda se negaba a funcionar correctamente. Arrancó con dificultad, se mantenía al mínimo de aceleración pero se detenía a la hora de meter la marcha. Con anterioridad nos vimos obligados a desmontar varias veces el carburador y limpiarlo meticulosamente, pero unas veces iba bien y otras no aceleraba con la marcha avante. Por otro lado la temporada anterior rompió la llave de paso de la gasolina y tuvimos que hacer un apaño... pierde por dos lugares el depósito del combustible, fugas que pegamos con Araldite... en fin, que el pobre tiene diez años con muchas horas de funcionamiento en condiciones muy agresivas y habiendo pasado por él todo tipo de calidades de gasolina y aceites. Así que estamos pensando en cambiarlo cuando lleguemos a Langkawi aprovechando que allí los precios son bajos ya que la isla goza de un estatus libre de impuestos. Al final, rancaneando nos llevó hasta la playa, dimos el paseo, buscamos conchas y nos bañamos en las caldeadas aguas de la orilla. A la vuelta para el Tin Tin teníamos el viento de popa, situación ésta que habíamos previsto por si se paraba el motor... y es que hemos perdido definitivamente la confianza en nuestro Tohatsu.


20º
ESPERANDO UNA MEJORÍA METEOROLÓGICA

Tomamos la decisión de zarpar hacia Langkawi y a primera hora, donde las sombras intensas aún persistían, levamos el ancla y recorrimos la cara oeste de Ko Adang. El viento había estado soplando fuerte toda la noche, pero creímos ver que amainaba antes del orto. Cuando llegamos al estrecho entre Ko Adang y Ko Lipe (brazo de mar orientado prácticamente en el sentido este-oeste) el viento del ENE aceleró súbitamente llegando a alcanzar los veinticinco nudos. La situación pintaba mal. Nos acercamos más a la costa NW de Ko Lipe con el fin de intentar obtener señal de Internet ya que ésta isla contiene un importante centro de captación de turistas que entran en Tailandia a través de Langkawi (Malasia) y luego se distribuyen por el país. El módem de Internet que tenemos a bordo, nos indicó que la tarjeta aún le quedaban veinticuatro horas de vigencia, así que perfecto, accedimos a la red y bajamos la meteorología local la cual siempre es la más idónea para conocer los pronósticos del tiempo para aguas costeras(Sailmail, sistema al que accedemos por la emisora de onda media/onda corta y por donde enviamos éstas crónicas, nos suministra meteorología gráfica local pero obtenida por "grib files", partes escritos y los meteofax que obtenemos, en este caso, del servicio oficial de Australia). En los pronósticos se confirmaba que los vientos continuarían fuertes, de más de treinta nudos y de componente este durante todo el día y que la mar aumentaría hasta los tres metros de altura. Éstas circunstancias no nos hubieran echado para atrás si no fuese que hasta Langkawi se abrían veintiocho millas de ceñida a rabiar o muy posiblemente con el viento en misma la roda. A cualquier otro rumbo el Tin Tin estaría encantado de desarrollar todo su potencial. Así que a la vista de las circunstancias, decidimos volver para el fondeo y esperar veinticuatro horas más, la mejoría.


21º
ARRIBADA A LANGKAWI


A medida que caía la tarde el viento fue amainando paulativamente y la noche transcurrió con una brisa que rondaba los veinte nudos. De nuevo, a primeras horas, levantamos el fondeo y nos dirigimos hacia el extremo oeste de Ko Lipe. Pasado el cabo todo cambió, había bastante mar formada y aún persistían ráfagas de viento próximas a los 25 nudos. Puestos a rumbo hacia la parte NW de la isla principal de Langkawi, todos los elementos se confabularon atacando nuestra amura de babor. Dimos la mayor para estabilizar el rumbo y con ella prácticamente cazada en crujía aceleramos el motor hasta las 2300 RPM dando 5,5 nudos frente a una mar caprichosa y desagradable que insistía en pasarnos por la proa. De forma periódica llegaban varias olas más grandes y cortadas que las demás. El Tin Tin barajaba la primera, cabeceaba airoso la segunda, pero se tragaba la tercera invadiéndonos la proa de agua que corría rauda y veloz hacia la popa volviendo al mar a través de los imbornales. En esos momentos la velocidad decrecía hasta los 3,5 nudos recuperándose poco después. Aún transitábamos frente a la costa sur de Ko Lipe intentando ganar este lo más posible y la situación se presentaba complicada. El viento no llegó a superar los veintisiete nudos y la mar probablemente tuviera dos metros de ola o algo más, pero el problema se planteaba al recibir toda esa energía por la proa. Continuamos serruchando la mar e intentábamos alterar con la mayor sutilidad el rumbo experimentando con ello para conseguir averiguar cual era el menos malo. A excepción de que cayésemos claramente a estribor, ni el génova ni la trinqueta se podían dar, así que confiamos en que más adelante, a algunas millas, la mar nos diese un respiro al apartarnos de las turbulencias que pudieran originarse como consecuencia de la corriente de marea en las proximidades de la isla. Con paciencia poco a poco nos fuimos adentrando en el canal que separa Tailandia de Malasia y la mar acusó una pequeña mejoría, las olas no eran tan cortas y altas y el viento parecía estabilizarse sobre los veinte nudos. Pasaron las horas, alteramos el rumbo a estribor lo justo para que el génova portase, bajamos las revoluciones del motor y tras superar la medianía del pase, empezamos a notar el área de socaire que producía la gran isla de Langkawi. Con el Tin Tin invadido de nuevo por la sal, recalamos tranquilamente en Telaga (Langkawi) y de nuevo flotamos sobre aguas malayas fondeando sobre siete metros en 06º21,45'N/099º40,56'E.


22º
UN DÍA MUY COMPLETO

La noche transcurrió en calma mientras a nuestro alrededor se situaban pequeñas embarcaciones de pesca con gran capacidad lumínica dedicadas a la captura de calamares. Con los prismáticos pudimos observar que una de esas embarcaciones estaba solamente tripulada por una mujer que ataviada con un hiyab (pañuelo que cubre la cabeza)indicaba su inequívoca condición de musulmana. Por la mañana, botamos el auxiliar y nos fuimos hasta las instalaciones portuarias que conforman el núcleo principal de Telaga. Accedimos a las oficinas de Inmigración, Capitanía de Puerto y Aduanas para tramitar la entrada oficial en Malasia. De otras ocasiones, ya sabíamos de la facilidad y simpatía con la que los oficiales de las diferentes entidades tratan a los navegantes que arriban a aguas malayas. Una vez con la documentación en regla, decidimos acercarnos hasta la ciudad más importante de Langkawi, Kuah y para ello alquilamos un automóvil ya que salía más caro tomar dos taxis (ida y vuelta) que veinticuatro horas de coche. De todas formas los precios son muy baratos, un cuatro puertas automático nos salió al cambio por veinte euros. El trámite es muy sencillo, se paga y te dan las llaves, no existe por el medio ningún tipo de documento, depósito ni presentación de permiso de conducción. Lo verdaderamente complicado comienza cuando se arranca, se mete la directa y ¡hay que conducir por la izquierda! El que tenga las marchas automáticas ayuda mucho, pero los primeros kilómetros son un lio mental impresionante. Poco a poco uno se va acostumbrando y afortunadamente la isla de Langkawi tiene un tráfico manejable. En la ciudad fuimos a una tienda náutica que tenía absolutamente de todo y allí compramos un nuevo motor fuera borda. También aprovechamos para hacer una compra en un supermercado y comimos en un restaurante tradicional. A última hora de la tarde regresamos a Telaga y ocupamos todo el dinghy con las nuevas compras. Un día muy completo.


23º
FONDEADOS EN PALAU INTAN BESAR

Tras abastecer de productos frescos en barco, adquirir un nuevo fuera borda y con los documentos en regla, zarpamos por la mañana a la búsqueda de un protegido y bonito fondeo por el sur de Langkawi. Levamos el ancla y gran parte de la cadena subió a bordo repleta de barro, una especie de arcilla gris característica de los fondeos por esta isla y de la cornisa occidental de gran parte de Malasia. El viento se mantenía de componente este y sobre quince nudos, lo cual, sumado a una mar a sotavento, el Tin Tin no necesitó esforzarse en absoluto para adquirir de inmediato cinco nudos. Incluso así, llegamos a enrollar más genova y nos conformamos con tan solo cuatro nudos, se trataba de dar un paseo y disfrutar del paisaje y del barco desplazándonos lenta y suavemente, casi, casi, sin querer llegar a ninguna parte. No obstante pocas millas tuvimos que hacer para arribar a socaire de Palau Intan Besar (en Tailandia las islas son nombradas como "Ko" mientras que en Malasia se denominan "Palau") una isla no habitada y soberbiamente poblada por una densa foresta. El lugar elegido ofrecía protección de los vientos del norte al este y por ello se presentaba una gran calma en la bahía orientada al oeste. La costa está limpia, sin bajos ni arrecifes aunque las aguas se muestran poco transparentes. Largamos el hierro en once metros de agua y en posición: 06º14,40'N/099º43,08'E. Sobrevuelan varias águilas pescadoras, se escuchan los trinos de pájaros y creímos identificar una disputa entre monos.


24º
ACTUALIZACIÓN DEL BLOG PRINCIPAL


Aprovechando un momento de lucidez en la señal de Internet que recibimos, hemos podido subir al blog principal http://velerotintin.blogspot.com un nuevo reportaje fotográfico comentado con el título: 68.- NAVEGANDO POR AGUAS TAILANDESAS Y MALAYAS. Deseamos que os guste y nos encantaría contar con vuestros comentarios, tanto en este blog como en el principal.


25º
UNA PLAYA DESIERTA

Frente al fondeo y a escasa distancia tenemos una pequeña isla llamada Palau Intan Kechil que dispone de una bonita playa y que cierra el área por el NW. Botamos el dinghy y nos dirigimos hacia ella dejando atrás una espectacular panorámica con el Tin Tin en el centro. Estas islas están deshabitadas y la foresta cubre la totalidad de la tierra emergida llegando hasta la misma línea de la pleamar. Una vez desembarcamos en la playa, pudimos comprobar que las aguas estaban insultantemente calientes y era una pena que no sean limpias y transparentes ya que hubiera sido una maravilla hacer una incursión submarina por el lugar. No sabemos con exactitud cual es el fenómeno que produce en esta parte de Malasia que las aguas siempre estén tomadas con gran cantidad de materia en suspensión. A partir de cinco o seis metros de profundidad, los fondos son lodosos, arcillosos, y muy posiblemente este lecho marino se origine como consecuencia de la proximidad del Estrecho de Malaca, un importante y extenso enclave geográfico por el que transitan ingentes cantidades de agua como consecuencia de las mareas y a cuyas costas vierten muchos ríos tropicales que culebrean por tupidas selvas. Anduvimos por una playa desierta, buscando conchas y opérculos, detectamos las huellas de un gran lagarto, observamos miles de diminutos peces que se guarecían en las aguas más someras, accedimos al acantilado ventoso de barlovento y sumergimos nuestros cuerpos desnudos en las aguas cálidas de la ensenada.


26º
TRINOS, MONOS Y AISLAMIENTO

Tras estar unos días fondeados a resguardo de la isla Intan Besar, decidimos cambiar de emplazamiento dirigiéndonos al sur de la gran isla de Singa Besar. Mientras íbamos recogiendo el aparejo de fondeo, nos sobrevolaban dos águilas pescadoras, la mar en calma y una ligera brisa del ENE. Rápidamente abrimos el génova en toda su superficie y con su ayuda nos fuimos alejando lentamente de un emplazamiento extraordinariamente cómodo y bonito. Poco a poco fuimos dejando por babor la frondosa isla de Beras Besar por cuya costa accidentada faenaban un par de pequeñas embarcaciones locales. Una vez nos introdujimos en el estrecho que separa ésta isla de Singa Besar, llamado Selat Simpang Tiga, el viento arreció y una corriente con dirección norte se hizo notar. Alteramos el rumbo para compensar la deriva, reducimos vela adaptándola a los veintitres nudos de viento y rápidamente quedamos a socaire de la isla grande. Ésta, en su extremo sur, tiene una península llamada Ketapang que cierra por el oeste la ensenada a la que nos dirigíamos. Una vez doblado el cabo sur, tomamos rumbo norte y nos fuimos introduciendo en la amplia y protegida ensenada de Teluk Ketapang. Largamos el hierro en posición 06º11,24'N/099º43,91'E en siete metros de agua. Un lugar grande, rodeado de una foresta inmensa y dos pequeñas playas desiertas. Se escuchan muchos trinos de pájaros y con los prismáticos detectamos una familia de monos caminando por una de las playas. Solos, absolutamente solos, no se detecta en nuestro horizonte ningún otro ser humano.


27º
TRABAJO INTELECTUAL E INCURSIÓN SUBMARINA

Pasó el día confortablemente, observando el paisaje y destinando la mayoría del tiempo a trabajar en nuestro siguiente libro ENTRE MAR Y VIENTO. Una publicación compleja y muy extensa (sobre las 700 páginas) que escribimos entre los dos. Isabel relata nuestro periplo de tres años por el Pacífico Sur, tal como hiciera para el Atlántico en su libro MECIDA POR LAS OLAS, mientras que Guillermo va introduciendo todos aquellos aspectos técnicos reseñables a modo de ampliación de su obra DESDE LA MAR. Un trabajo que nos está llevando mucho tiempo y esfuerzo y que esperemos pueda ver la luz coincidente con nuestra siguiente visita a España. Por la tarde botamos el auxiliar y nos dirigimos a una de las playas. Un extenso arrecife se sitúa frente a ésta y dependiendo del estado de la marea, la navegación se hace difícil ya que existen multitud de cabezas de coral que rozan la superficie. Elevamos la cola del fuera borda y a remo desembarcamos. El lugar no es frecuentado, hay muchas huellas de monos e incluso en forma de pezuñas que identificamos como de jabalís. Intentamos introducirnos en la foresta, pero, aunque existen algunos claros, nuestro calzado no es el adecuado y retrocedemos ante la posibilidad de encontrarnos con algún animal venenoso. El agua parece relativamente clara por la orilla, pero era como consecuencia de la escasa profundidad. Con gafas, tubo, aletas y un fusil, exploramos los alrededores, comprobando que a partir de los tres o cuatro metros el agua se hace "gorda", similar a las aguas de Asturias revueltas por la mar de fondo. No obstante, tras una atenta observación y pequeñas inmersiones en apnea, se vieron pargos y multitud de otros peces, los cuales se refugian en estos arrecifes costeros con el fin de mantenerse a salvo de la excesiva presión pesquera a la que someten por estas tierras sus habitantes. Pero, a pesar de la curiosidad e instinto depredador donde la incursión se saldó con un buen ejemplar de jack, dimos la vuelta para la playa puesto que no nos encontrábamos cómodos nadando en aguas turbias, que contienen medusas, barracudas y algunos grandes tiburones.


28º
UNA NOTA DE AMARGURA ECOLÓGICA

Por la noche, lejos, en el horizonte, aparecieron multitud de luces muy intensas. Correspondían a los calamareros, pequeñas embarcaciones familiares que están provistas de tres grandes bombillas a las que se suministra energía a través de un generador portátil. La luz se refleja en el agua y ésta atrae al plancton que a su vez concentra pequeños peces de los que se alimentan los calamares. Navegando por Indonesia ya habíamos visto embarcaciones más grandes con impresionantes instalaciones eléctricas que producen una intensidad lumínica espectacular. Tal es la luz que producen estos calamareros indonesios, que consiguen salir en fotografías de satélite nocturnas pareciendo grandes ciudades. Desde nuestro solitario y tranquilo fondeo, observábamos el espectáculo volviendo a ratificarnos una vez más en el convencimiento de que es imposible que persistan por mucho tiempo más los recursos pesqueros de estos países. Ya lo comentamos en otras ocasiones, rederos que faenan a escasos metros de la costa, embarcaciones de arrastre en pareja barriendo aguas someras, cerqueros al acecho permanentemente, miles y miles de aparejos fondeados por doquier... Al final, cuando el sistema natural diga basta, los más pobres que necesitan un pescado al día y un cuenco de arroz para sobrevivir, serán los más perjudicados, como siempre. En contraposición a este abuso sin mesura de los recursos marinos, está la foresta, el paisaje emergido. Es sabido que en Tailandia apenas queda un metro cuadrado de playa sin que esté explotada por el turismo. Aquí en Malasia, aún hay litoral sin tocar, entre otras cosas porque un régimen musulmán, aunque sea muy liviano como el malayo, inhibe muchas prácticas de ocio que atraen irremisiblemente a un sector importante de turistas. Sin embargo en Tailandia, con una religión budista, es absolutamente permisiva (alcohol, vida nocturna, prostitución...) y por ello se concentra principalmente la masa más importante del turismo ("Malasia es aburrida, ven a Tailandia"). Y donde hay mucho turismo de playa suele haber mucha oferta y ésta pasa por ser muy negativa para el ecosistema costero. Sin embargo, el interior, las forestas, están inalteradas afortunadamente en los dos países.


29º
AMANECER Y ZARPE

Después del amanecer nos levantamos rápidamente para aprovechar la "fresca" de la mañana. Desayunamos en la cubierta mientras observamos ese encanto especial que tienen los paisajes naturales a primeras horas. La foresta ya hacía tiempo que había despertado y se escuchaban ruidos por doquier, sonidos que la imaginación interpreta como altercados entre monos, conflictos entre las águilas pescadoras, placenteros revolcones de jabalíes, captura fallida por parte de algún depredador cuadrúpedo o simplemente intentos para delimitar territorios. Aprovechando esos momentos mágicos donde aún los rayos del sol no abrasan, a bordo escribimos, leemos, organizamos o simplemente conversamos sobre los planes futuros. Y al parecer hoy nos apeteció zarpar y cambiar de fondeo. En estos casos siempre se pone el motor en servicio al menos treinta minutos antes de la salida con el fin de que caliente convenientemente y eleve el voltaje de los grupos de baterías para hacer frente, sin decremento de su capacidad, al apreciable consumo en amperios del cabrestante. Cuando todo está arranchado a bordo, da comienzo la labor de izar el aparejo de fondeo y para ello se va recogiendo la cadena siempre en posición vertical, a lo que ayuda el motor propulsor en el caso de haber viento o corriente. Una vez zarpada el ancla, se da rumbo al nuevo destino. Por babor fue quedando la isla de Singa Besar hasta que nos introducimos en el amplio canal denominado Tyson Strait. El viento se mantenía en calma, así que a 1550 RPM y cuatro nudos nos fuimos deslizando tranquilamente admirando el paisaje que se presentaba por la proa. Por un momento pudimos obtener señal de Internet proveniente de Kuah, capital de Langkawi, situada a diez millas al norte de nuestra posición, momentos que aprovechamos para bajar el correo, los partes meteorológicos y enviar un escueto saludo a algún amigo que se encontraba en esos momentos conectado a Faceebok. Atravesado el estrecho, nos introducimos por un exiguo y profundo canal de nombre Selat Tajai, entre las islas Gubang Laut y Tajai que quedaron por estribor y Gubang Darat y Dayang Bunting por babor. El paisaje ¡inmejorable! ¡impresionante! Posteriormente accedimos a la gran ensenada de Teluk Ayer Tuan fondeando sobre cinco metros de agua en posición 06º10,58'N/099º48,03'E. De nuevo solos.


30º
NATURALEZA Y RAYOS EN EL HORIZONTE

Pasamos la tarde y la noche, sosegadamente confortables fondeados en Teluk Ayer Tuan. Por su amplitud y disposición orográfica, el viento tiende a encajonarse entre las colinas que forman el saco de la amplia ensenada por su lado norte y a veces arremete con furia en forma de abanico hacia donde nos situamos. El paisaje es fabuloso, por el este y por el oeste estamos franqueados por islas espectaculares, diseñadas y localizadas de tal forma que abstraen por mucho tiempo nuestra atención. En todas, la altura y verticalidad se combina con una foresta tupida y desarrollada que envuelve al conjunto recordándonos una vez más la capacidad que tiene la naturaleza para colonizar hasta las áreas más inverosímiles. Y no es de extrañar, hace poco nos enteramos de que en el interior de un tanque metálico que contenga combustible tipo diésel, en absoluta obscuridad, se llegan a desarrollar hasta treinta tipos de bacterias, mohos y levaduras. Así que a pleno sol, con abundante oxígeno y agua, no es de extrañar que la vida se muestre esplendida y generosa...siempre que no haya intervención humana, claro. De vez en cuando aparecen sobre la superficie de la mar densas áreas de torbellinos producidos por las mareas y que hacen aflorar aguas muy turbias de color marrón claro. En el cabo este de la ensenada hay un bonito promontorio con un aislado árbol en su extremo. Ayer, al atardecer una pequeña embarcación local pescaba próxima al lugar y con el ocaso desapareció de nuestro horizonte quedando solamente el verde de la tierra y el azul de la mar y el cielo. Por la noche se vieron algunos relámpagos por el sur, allá, hacia la lejana isla de Sumatra.


31º
PRONÓSTICO DE MAL TIEMPO

A primera hora hemos bajado la meteorología y ésta señala que se acerca un área de inestabilidad, producida entre otros factores por el traslado del anticiclón chino (del cual en esta época dependen los monzones del NE) hacia el este y dejando sobre Malasia y Tailandia una zona de bajas presiones. Así que ante este nuevo panorama, decidimos levantar el fondeo y dirigirnos hacia un lugar más protegido de los vientos de componente sur. Sin excesiva prisa, a eso de las 10.00 horas, zarpamos y a las pocas millas nos volvíamos a encontrar en el Tyson Strait, pero en esta ocasión pasando por el profundo canal existente entre las islas Kukus y Batu Marah y la gran isla de Dayan Bunting. En un primer momento quisimos acercarnos a un fondeo que hay en la cara NW de ésta última isla, pero un viento fuerte del ENE producido por la aceleración en el pasaje que nos separaba de Langkawi, desaconsejaba tal pretensión. Así que decidimos orientar la proa hacia el oeste. Cuando fondeamos frente a la playa Pantai Tengan, la mar estaba en clama. Largamos el hierro en cinco metros de agua y posición: 06º16,57'N/099º43,56'E. Frente a nosotros una extensa playa muy concurrida y con gran cantidad de edificaciones, área que pasa por ser la más turística de Langkawi. Un gran contraste respecto a los paisajes que hasta este momento hemos vivido. Pero la localización, calidad del fondo y protección, hacen del lugar un buen sitio para dejar pasar el mal tiempo.


32º 
TURISMO Y CUMULONIMBOS

Otros tres veleros se han refugiado en esta misma playa, aunque estamos sensiblemente alejados los unos de los otros. A partir de media tarde ha empezado a recalar algo de mar de fondo, muy poca cosa por el momento, pero que indica que fuera el viento arrecia. El paisaje hacia el este es de una ciudad turística, llena de chiringos playeros, algunas motos acuáticas e histéricas mujeres que se arrepienten de ascender en paracaídas arrastrados por potentes lanchas. Lo bueno es que tenemos la señal de Internet "full", un fácil acceso a la playa y la posibilidad de obtener productos frescos en la urbe. Por la tarde, a partir de las 17.00 horas, todo recobra la calma y el paisaje más cercano se detiene, se fija, se relaja. El paisaje más lejano, allá, en una franja comprendida entre el este y el sur, empieza a inquietar. Grandes nubes de desarrollo vertical se elevan sobre la propia isla y algún que otro resplandor se hace notar. A medida que fue entrando la noche, las tormentas se acercaron. Activamos el protocolo previsto a bordo para estos casos, pero a la media noche todo se había disipado aunque no la nubosidad. El viento se mantuvo en calma aunque persistía la mar de fondo. Se nota la inestabilidad hasta en el aire que respiramos, un fluido espeso, saturado de humedad que ocultó durante todo el día la línea del horizonte.


33º
TAMBORES DE GUERRA


Por la mañana desembarcamos en la playa con ausencia de turistas dada la temprana hora. Nos dirigimos hacia la ciudad donde dimos un largo paseo observando a nuestra derecha e izquierda la disposición de restaurantes, tiendas y centros comerciales, todos dispuestos para no dejar ni un respiro al incauto turista. La mayoría de los visitantes son asiáticos, coreanos, japoneses y chinos, aunque abundan también los australianos. Pisar asfalto por estas latitudes es contraer con la deshidratación un estrecho compromiso, así que cada vez que teníamos la oportunidad entrábamos en un centro comercial a "secar". De vuelta obtuvimos productos frescos en una especie de almacén de distribución que muy amablemente nos permitieron comprar artículos al por menor. Tras retornar para la playa nos dimos un estupendo baño al lado del auxiliar. La tarde transcurrió tranquilamente a bordo del Tin Tin, aunque por el horizonte se iban acumulando grandes cumulonimbos (nubes de gran desarrollo vertical). Caída la tarde no paso mucho tiempo para que las primeras tormentas se localizasen hacia el SE de nuestra posición. Un simple recuento de los segundos entre que se observa el rayo y suena el trueno, nos iba indicando que las células tormentosas se acercaban. De nuevo activamos el protocolo de actuación para estos casos: descargadores de los obenques al agua, desconexión de antenas de comunicación, ordenadores dentro del horno ("jaula de Faraday"), motor en servicio, un GPS con track y quince metros más de cadena largados. Mantuvimos la esperanza de que toda la inestabilidad pasase hacia el NE sin llegar a afectarnos, pero en esta ocasión no nos libramos. Un trueno traicionero hizo retumbar los alrededores, escuchamos como los árboles de la orilla acusaban el viento y en pocos segundos ¡treinta nudos rolados al SE! La noche ya había hecho acto de presencia y las luces de la orilla junto con las de fondeo de nuestros tres vecinos, desaparecieron. El Tin Tin escoró ligeramente y se atravesó al viento mientras la cadena se arrastraba por el fondo hasta tensar en la nueva posición. Rápidamente llamó la proa y el barco viró para ponerse proa al viento. Las ráfagas llegaron a los treinta y cinco nudos mientras nos manteníamos en alerta por posibles desplazamientos de otros barcos por el fondeo ya que era posible que algunos pesqueros se refugiaran en costa. Descargas que hicieron de día el conjunto del paisaje, seguidas de tenebrosos truenos que nos hacían empequeñecer. Tras unos minutos de viento fuerte y racheado descargó una lluvia torrencial que nos aisló definitivamente. El ruido de las gotas de agua golpeando sobre la cubierta se hizo estruendoso ¡el cielo nos caía encima! Los rayos se precipitaban en todas las direcciones y el viento amainó ligeramente estableciéndose en los veinticinco nudos. Poco a poco, demasiado poco a poco para ser tranquilizador, los segundos entre el flash y el estruendo empezaron a aumentar y pudimos aseverar que lo peor había pasado. Una lluvia fuerte e intensa continuó prácticamente durante toda la noche mientras en la lejanía se escuchaban los tambores de guerra.


34º
CIELO AZUL Y MEDUSA


Por la mañana el cielo lucía azul y la densa atmósfera de días pasados, había desaparecido. Del dinghy, a pesar de estar soportado por los pescantes y localizado bajo los paneles solares, sacamos setenta litros de agua que había dejado la intensa lluvia de la noche anterior. Éstos fueron cuidadosamente tratados y destinados a unas cuantas duchas diarias sin restricciones. Al medio día, mientras nos bañábamos alrededor del barco, Isabel se encontró con una medusa que le afectó el brazo derecho por su cara interior dejándole varias marcas y sufriendo dolor e intenso prurito. Rápidamente limpiamos la zona afectada con vinagre y posteriormente aplicamos un gel a base de Aloe Vera sin llegar a ser necesaria la administración de ningún antiestamínico. En otras ocasiones ya habíamos tenido este tipo de encuentros pero siempre habían sido pequeñas molestias o áreas de afectación muy limitadas. En esta ocasión, aunque no reviste gravedad, el incidente ha sido más importante. Estuvimos todo el día trabajando en nuestra próxima publicación y tras la cena hemos visionado el capítulo diecisiete de Juego de Tronos.


35º
CONTINUIDAD Y ESTRELLAS


Continuamos en el mismo lugar disfrutando de un buen fondeo y aprovechando para realizar muchos trabajos ahora que podemos disponer de buena señal de Internet. La vida pasa plácidamente y solo sufrimos de bastante calor los días de poco viento y un par de horas después del mediodía. Las noches son muy tranquilas en ausencia total de tráfico y mar de fondo. Obviamente no nos atrevemos a bañarnos al lado del barco y para ello accedemos a la playa donde las aguas son más transparentes. Ayer por la noche, pasada la medianoche, teníamos frente a nosotros una de las constelaciones más bonitas, Scorpio. Antares, su estrella alfa, brillaba majestuosamente y gracias a un par de enfilaciones conocidas, pudimos localizar fácilmente otras dos estrellas magníficas fuera de la propia constelación: Arturus y Al'nair. Las noches en la mar se viven de una manera muy diferente a lo acostumbrado en tierra. Ahí apenas se puede ver el cielo y lo poco que se pudiera observar está muy oscuro, las luces de las ciudades lo pueden todo. Por otro lado no es fácil encontrar ciudadanos interesados en los astros que no sean de sus equipos de fútbol favoritos. Y generalmente las personas caminan cabizbajas, ensimismadas en sus quehaceres y obligaciones. En fin, suponemos que es el precio que hay que pagar para intentar obtener las comodidades y el reconocimiento de una sociedad que vive de espaldas al cielo nocturno, ese cielo que nos habla de la insignificancia del ser humano y donde se puede observar, sin bolas mágicas ni espiritualidades, el pasado. Antares se sitúa en el firmamento luciendo como lo que es, una gigante roja, y la luz que observamos ahora salió de ella hace 550 años cuando Vasco de Balboa andaba liado descubriendo el Océano Pacífico.


36º
SOBRE LA METEOROLOGÍA

Parece que el viento quiere rolar más al este y ello nos posibilitará cambiar de fondeo en los próximos días. Las informaciones meteorológicas locales, tanto de Malasia como de Tailandia, tienen muy buenas intenciones, pero como consecuencia de las características concretas del lugar en que nos encontramos (dentro del archipiélago de Langkawi, Malasia) son extremadamente variables. Fuera de la información local tenemos que ir a los grib files que obtenemos diariamente o a los meteofax que bajamos del servicio estatal de meteorología de Australia. Pero es muy difícil encontrar coherencia entre todos los partes. Una latitud baja (estamos en el 06º norte), un régimen de monzones estacionales, virazones y terrales, aceleraciones y acumulaciones de viento y humedad, pasos entre islas altas, la inevitable influencia del estrecho de Malaca, etc. hace que sea muy difícil disponer de una predicción fiable. Desde hace unos días el gran anticiclón de China (que es el que promueve en esta época los monzones del NE) se ha achicado y todo el área se encuentra en "tierra de nadie". Por ello la Zona de Convergencia Intertropical (I.T.C.Z.) ha subido de latitud y está produciendo áreas de inestabilidad. Y cuando decimos "áreas de inestabilidad" nos referimos a fuertes tormentas y por ello nos encontramos en standby esperando que se normalice la situación atmosférica. Para muchos de nuestros seguidores es fácil pensar que estando cerca de tierra, fondeados, todo está controlado, pero sentimos disentir ya que cuando se desata una tormenta nuestro barco se sitúa cerca de la costa, donde se encuentran las piedras, las playas, los arrecifes u otros barcos... Circunstancias "duras" las hemos vivido en muchas ocasiones navegando, lejos de tierra, y han sido momentos de relativa tensión donde adaptábamos la superficie vélica a las circunstancias, activamos el protocolo de seguridad y el Tin Tin y su piloto automático se arreglaba solo, que para ello está diseñado. Pero la vida de fondeo por las zonas tropicales exige un cuidadoso seguimiento de la meteorología y elecciones correctas de los puntos de anclaje para evitar desagradables sorpresas.


37º
SATISFACTORIA NAVEGACIÓN

La mañana se presentó luminosa. Una ligera brisa del este rizaba apenas la mar. Desayunamos, miramos los partes meteorológicos y decidimos partir. Una vez estibados en el pique de proa los cuarenta metros de cadena y con el ancla firmemente sujeta sobre la roldana basculante, dimos rumbo para pasar al este de la isla de Tepor, un estrecho pase donde se sondan entre los cuatro y los siete metros. Una vez doblado el cabo más meridional de la isla de Langkawi, arrumbamos hacia el NE por el gran brazo de mar existente entre la isla principal y la de Dayang Bunting. Al ESE de la pequeña isla de Selang existen unos bajos muy peligrosos sin señalizar a los cuales dimos amplio resguardo manteniendo en todo momento controlada la deriva producida por la corriente. Puestos a rumbo tras pasar el área peligrosa, el viento escaseó repentinamente entrándonos por la amura de babor y al mismo tiempo incrementó su intensidad hasta llegar a los veinte nudos. Cazamos a rabiar las escotas y el Tin Tin aceleró entusiastamente hasta llegar a los seis nudos produciendo una ligera escora. Pese a que el barco es muy capaz de alcanzar los ocho nudos navegando a vela, nunca nos gusta apurar sus capacidades marineras para evitar de esa manera esfuerzos y desgastes tanto en la jarcia como en la superficie vélica. Cuando damos los seis nudos, velocidad muy confortable tanto para el barco como para nosotros, comenzamos a reducir vela a medida que el viento aumenta, de esa manera nos aseguramos un amplio nivel de comodidad, tanto para los materiales como para nosotros. Dejamos por la banda de babor la espectacular isla de Jerkom donde hay instalado un hermoso faro de color blanco en su cúspide y a donde se accede a través de una escalera prácticamente vertical disimulada entre la roca y la vegetación que se aferra a ella. No estábamos del todo seguros que el lugar elegido estuviese bien protegido del viento reinante al correr la costa en sentido NE-SW, pero una vez en sus proximidades pudimos observar que había suficiente resguardo al amparo del Cabo Tilin. Tras una corta y satisfactoria navegación, largamos el ancla en 06º15,81'N/099º47,66'E sobre cinco metros de calado.


38º
MONOS Y ESTALACTÍTAS


El nuevo emplazamiento reúne varias características muy interesantes. En primer lugar ofrece protección de los vientos predominantes, el tenedero es bueno de arena y fango, la costa es un espectáculo de naturaleza inalterada y disponemos de una pequeña playa sin arrecifes ni rocas frente a ella lo cual nos posibilita un desembarco muy cómodo. Por otro lado, el extremo sur de esta playa, por la tarde, queda a la sombra y ello nos permite bañarnos en estas cálidas aguas protegidos de un sol de justicia. Y por si fuera poco, una familia de monos vive en las proximidades. Ellos también se sintieron atraídos por nuestra presencia y mientras caminábamos a la orilla de la mar, los primates lo hacían por la foresta y hasta bajaron a la playa donde los más pequeños nos deleitaron con infinidad de números circenses. También vimos varios lagartos donde los más grandes superaban con creces el metro de longitud. Y lo más atractivo, o al menos diferente, es una gran cueva que se encuentra oculta por la vegetación y de la que sale un pequeño hilo de agua. Penetramos en ella portando una linterna y rápidamente aparecieron grandes formaciones estalactíticas con coladas de colores ferrosos. Algunos pequeños murciélagos pendían de los techos y varias ramificaciones nos aconsejaron no proseguir al no poder señalar adecuadamente el camino. De vuelta a la playa el sol declinaba rápidamente hacia su ocaso y el cielo se tiñó de amarillos, naranjas y rojos.


39º
AMIGOS ARGENTINOS

Al día siguiente, por la mañana, fondeó muy cerca de nosotros el velero CLUB con tripulación argentina y con quienes manteníamos una relación desde hacía años sin conocernos personalmente. El día anterior realizamos el contacto por radio y acordamos vernos hoy en el lugar donde se encuentra fondeado el Tin Tin. De emocionante se puede describir el encuentro y más aún cuando éste vincula a cruceristas con una misma lengua y raíces culturales. Hablamos mucho sobre nuestras respectivas experiencias náuticas, compartimos una comida y un largo baño en la playa cercana. Siempre es un placer tener un encuentro con navegantes amigos, pero en esta ocasión fue un momento muy especial, argentinos y españoles unidos en un mismo ideal. A la mañana siguiente el CLUB zarpó con la promesa de un nuevo encuentro, y es que es así el mundo de los transmundistas náuticos, cada uno continúa su ruta y el último recuerdo suele ser una estela. Nuestra vida retomó la normalidad, algunas nubes desarrolladas aparecen sobre las cumbres más altas de Langkawi.


40º
FRUTAS E INMORTALES

Después de varios días fondeados frente a la pequeña playa donde una familia de monos son los dueños del lugar, decidimos cambiar de ubicación y volver para la playa de Tengah ya que necesitamos proveernos de productos frescos. Durante la noche bajó sensiblemente la temperatura llegando a los 20º y ello produjo tal condensación en el ambiente que la cubierta del Tin Tin apareció completamente mojada. A las 10.00 horas nos pusimos en marcha y tras un corto periodo de tiempo accedimos a la parte central del amplio canal pasando entre los islotes de Jerkom Kecil y Jerkom Besar. La mar en calma y con ligera corriente en contra. La luna estaba en plenilunio y las mareas superan los tres metros de amplitud lo cual origina en ciertos lugares una corriente de marea muy apreciable que siempre hay que tener en cuenta para no llevarse desagradables sorpresas. Al este de la isla Intan Besar estaba fondeado un impresionante velero de tres mástiles con una eslora aproximada de sesenta metros. En un principio pensamos que podría pertenecer a alguna empresa de charter de lujo ubicada en Malasia o Tailandia, pero al acercarnos observamos que su bandera era la británica, la tripulación estaba perfectamente uniformada y afanada en mantener los dorados en perfecto estado de revista, por ello todo parecía indicar que era un yate privado. Prácticamente y al mismo tiempo que nos situábamos a la menor distancia del barco, apareció como por arte de magia un helicóptero militar que empezó a sobrevolarnos para después quedarse por el área dando vueltas. No cabía la menor duda que el barco pertenecía a uno de los inmortales de este planeta cuya identidad quedaría oculta tras el ruido originado por las fuerzas armadas malayas. Una vez recalamos en el lugar de destino y tras fondear, botamos la auxiliar y nos dirigimos a la playa para después acceder a la carretera general donde sabíamos de un establecimiento que hace las labores de almacén de frutas y hortalizas. Conseguimos tomates, pepinos, coles, melones, aguacates y piñas, todo un lujo que degustaremos felizmente a bordo del Tin Tin en los próximos días sobre cinco metros de agua e inmovilizados en 06º17,25'N/099º43,00'E.


41º
ACTUALIZACIÓN DEL BLOG

Os informamos de que hemos actualizado el blog principal http://velerotintin.blogspot.com con un nuevo reportaje fotográfico/comentado y que pretende ser un complemento gráfico de las crónicas pasadas contenidas en este espacio. Deseamos que os guste y estaríamos encantados de poder contar con vuestras opiniones y comentarios.


42º
COMPARTIENDO EL ESPACIO

Ayer fondeó a nuestro estribor un velero un tanto especial. El casco es de madera, aproximadamente de unos trece o catorce metros de eslora, presenta un arrufo pronunciado, sus cadenotes sangran óxido por los costados y se nota que por él han pasado muchos años. A modo de mástil presenta un poste de madera en la medianía de la proa que contiene una cruceta elevada de muy dudosa eficacia. Sobre la proa yace caído un foque, lacio e incoloro y sobre la improvisada botavara se deposita lo que en su día debía ser una mayor de pequeño tamaño gobernada por matafiones a distancias irregulares. La superestructura consta de una construcción rectangular de madera vista y aristas pronunciadas en la que se insertan media docena de portillos circulares. El color del casco se desconoce, aunque vira a tonos claros y muy lavados. Por el interior pulula un personaje relativamente joven con pelos muy largos y enroscados sin orden ni concierto, también tiene barbas deshilachadas, moreno de muchos años y corpulencia más bien escasa. El conjunto forma parte de esta gran familia de transmundistas en su versión vagabundos del mar, personajes solitarios y autosuficientes como ninguno. A nuestra popa permanece anclado un Swan 52, marca y modelo de velero que pasa por ser de lo más caro y elitista en nuestros días. Impecable, todo bien organizado, barnizado y coloreado. Curiosamente es otro solitario o pudiera ser que se viera obligado a ello temporalmente. Presenta un rostro afeitado de moreno templado y cabellos rubios. Todas las tardes observamos su silueta dedicada a la lectura mientras que la línea de flotación de su barco presenta tres marcadas líneas perfectamente delineadas de color púrpura. Los tres barcos compartimos un tenedero de arena embarrada, estamos pendientes de los cumulonimbos que se presentan diariamente tras las montañas y nos dejamos mecer por el agua que baña todos los continentes.


43º
TIEMPO DE GUERRA

Pero no todo iban a ser paisajes de ensueño y personajes mitológicos. Hoy despertamos con un gran estruendo que lo invadía todo. Salimos al exterior intrigados y sobre nuestras cabezas pasaban varias escuadrillas de aviones de guerra. En forma de V, en forma de delta, alineados a contra marcha, por parejas...a babor, por estribor... Durante un buen rato fuimos testigos de lo que pudiera ser una invasión militar en toda regla. Al norte de la isla de Langkawi se encuentra el aeropuerto y hacia allí se dirigían las tropas aladas a toda pastilla. No sabemos si hoy es alguna fiesta nacional de ensalzamiento patriótico, pero la cosa es que durante todo el santo día, los pájaros de hierro no dejaron de sobrevolar nuestra posición y allá en la lejanía, sobre el aeropuerto, se podían ver múltiples filigranas de los más variopintos modelos bélicos con sus atronadores sonidos. Al menos durante tres largos periodos, el espacio aéreo del archipiélago fue cerrado al tráfico comercial y los eventos duraron desde las 09.00 hasta las 17.00 horas, o sea, ocho horas de intenso tráfico de guerra sobre nuestras cabezas ¡aquí estas cosas se hacen a lo grande! Los más graciosillos fueron los helicópteros de combate los cuales con su vuelo extremadamente bajo machacaron una y otra vez la tranquilidad del fondeo pasando a escasa distancia con sus múltiples cañones recortados. Los más espectaculares fueron un tipo de avión de guerra en forma de punta de lanza, extraordinariamente veloces y con una enorme capacidad de maniobra. A eso de media mañana por el horizonte aparecieron varias fragatas y de éstas de desprendieron veloces embarcaciones de color oscuro y tripulantes oscuros que arremetían contra la marejadilla apiñados sobre sus semi-rígidas. Todo un espectáculo guerrero, realizado a escasas diez millas de la frontera con Tailandia ¡y eso que existen entre los dos países buenas relaciones! Si señor, los malayos cuentan con medios y personal altamente cualificado para la guerra... mientras tanto varias embarcaciones de madera tradicionales, con otros malayos a bordo, volvían de la mar tras pasar toda una noche deslumbrados por los potentes focos de sus luminarias atrae-calamares.


44º
ESPECTADORES DEL DRAMA

Al parecer la exhibición aérea que se está desarrollando en Langkawi, es un evento internacional. Varios países árabes, Indonesia, Tailandia y Malasia hacen sus pinitos aéreos sobre nuestras cabezas...y... mientras, a eso de las 14.00 horas, sentados en la popa del Tin Tin observábamos las evoluciones de los pájaros de hierro, quedamos atónitos ante el choque y posterior bola de fuego que se originó entre dos aviones de exhibición ¡todo frente a nosotros, en tres dimensiones y en color! Con los prismáticos pudimos ver varios paracaídas desplegados e inmediatamente dos nubes de humo que se elevaban de las proximidades del aeropuerto. No reaccionamos, quedamos impactados al ser espectadores privilegiados del drama. Lo primero que se nos vino a la cabeza fue pensar donde habrían caído los aparatos y que desgracias se podían haber ocasionado. Los pilotos tenían posibilidades de salir ilesos al haber podido abandonar los aviones, pero ¿dónde habían "aterrizado" las dos bolas de fuego? Inmediatamente sintonizamos la TV para comprobar si se estaba informando de la desgracia, pero ningún canal televisivo daba la información. Tuvimos que esperar varias horas hasta que la noticia apareció en Internet y nos pudimos enterar de que, en un principio, no había habido desgracias personales. Quedamos mucho más tranquilos... son los riesgos de los juegos de la guerra... ¡que máquinas y hombres preparados y adiestrados para matar formen parte de un espectáculo social! ¡es el colmo!


45º
CARACOLILLOS, ZARPE Y HURACANES


Después de unos días de inmovilidad, relax y algunas sorpresas caídas de los cielos, hemos decidido volver para Telaga (primer punto de arribada cuando entramos en Malasia) y preparar la vuelta a aguas tailandesas. Ayer por la tarde aprovechamos el cambio de marea y la correspondiente ausencia de corriente para limpiar la hélice. Es increíble como prolifera la vida en estas cálidas aguas, apenas hacía diez días que la habíamos limpiado y ya estaba de nuevo cubierta de pequeños parásitos calcáreos llamados caracolillos y escaramujos. Estos parásitos son muy tenaces y están preparados para adherirse a cualquier material sólido que se mantenga permanentemente sumergido. Los desconocedores de la materia pueden pensar que sobre la superficie de una piedra lo tienen fácil pero cuesta más imaginar como lo hacen para mantenerse en ambas caras de una hélice teniendo en cuenta que ésta al revolucionar produce una fortísima corriente de agua. Si el propulsor estuviera en movimiento constante, la vida no lo tendría fácil para colonizar unas superficies tan dinámicas, por ello estos organismos aprovechan la inactividad para invadir las hélices y a los pocos días ya están lo suficientemente desarrollados como para aguantar las más duras condiciones. Los percebes son otro ejemplo sorprendente de colonización en las áreas más expuestas a la mar en la costa de nuestra querida cornisa Cantábrica. Sea como fuere la vida se agarra a casi cualquier cosa utilizando los más diversos sistemas y mecanismos que la evolución fue perfeccionando. Con la hélice impecable, zarpamos al día siguiente y recorrimos a motor las escasas millas que nos separaban de Telaga. Al arribar fondeamos sobre seis metros de agua en 06º21,45'N/099º40,69'E, botamos el auxiliar y posteriormente accedimos al interior del puerto. Por los pantalanes nos encontramos con tripulaciones conocidas accediendo después a la gasolinera para gestionar la adquisición de diésel y aceite motor. Mañana tenemos previsto realizar los trámites de salida del país y el miércoles zarpar de Langkawi hacia el norte, para Tailandia. Si ayer se nos encogió el corazón en un puño al ver a las dos aeronaves chocar y con la incertidumbre de no saber si se había causado algún daño a la población civil, hoy nos hemos enterado del desastroso paso de un huracán por el archipiélago de Vanuatu. Antes de arribar en Australia, navegamos durante cuatro meses por las islas que compone este país y quedamos prendados del paisaje y del paisanaje. Hicimos muchos amigos de los cuales desconocemos absolutamente su suerte y únicamente nos queda el recuerdo de una cultura que quizás sea la más auténtica del Pacífico sur. Casualmente, nuestro paso por Vanuatu está ampliamente tratado en el próximo libro ENTRE MAR Y VIENTO, que por cierto, estamos a punto de concluir con la fase de correcciones antes de enviarlo a la gráfica para su impresión y edición.


46º
DE NUEVO EN AGUAS TAILANDESAS

Zarpamos a las 07.00 horas después de una noche anormalmente incómoda como consecuencia de una desagradable mar de fondo del SW. No es normal en estas fechas, pero alguna perturbación localizada hacia el norte de la isla de Sumatra está generando esta marejada residual. Las primeras millas las realizamos a motor ante la falta de viento, pero a medida que el sol fue ascendiendo salió una brisa del norte que fue suficiente para hinchar nuestras velas y propiciarnos una travesía muy cómoda. Atrás fue quedando la isla de Langkawi y en pocas millas habíamos cruzado la frontera con Tailandia. Nos dirigíamos de nuevo a un grupo de islas llamado Butang y concretamente a la isla de Lipe que se encuentra en el extremos sur. Hace un año fondeamos en esta isla (costa sur) en treinta metros de calado y tuvimos que aguantar además el paso de los ferry que comunican esta parte de Tailandia con Malasia. Así que en esta ocasión decidimos hacerlo en la cara norte, en el pasaje existente entre la isla y la de Ko Adang. Cuando llegamos había otros cuatro veleros fondeados en el área elegida y nos sorprendió mucho ver que uno de ellos era japonés, tanto de bandera como de tripulación. Largamos el hierro en veinte metros de agua, concretamente en 06º29,44'N/099º17,56'E filando setenta metros de cadena. Al poco tiempo dispusimos todo para desembarcar y a medida que nos acercábamos a la playa a bordo de la embarcación auxiliar, comprobamos que las aguas estaban muy transparentes pudiendo observar perfectamente todas las formaciones coralinas. Posteriormente cruzamos la isla por un camino medio asfaltado y localizamos lo que podría llamarse la "calle" principal donde se sitúan muchos pequeños restaurantes y establecimientos de hospedería. La intención principal era renovar la conexión a Internet con una compañía tailandesa para poder usar el sistema cuando tengamos la oportunidad. Casualmente encontramos un pequeño restaurante de nombre The Box, dirigido por un español desde hace cinco años y en cuya carta figuraba: pinchos, embutidos, tortilla... Nos invitó a una cerveza y unas croquetas caseras lo cual consumimos muy gustosamente hablando castellano y relatando nuestras respectivas aventuras.


47º
PESCA Y MAR DE FONDO

A primera hora, cuando el crepúsculo asomaba por oriente, nos pusimos en marcha. Decidimos ganar norte arrumbando al pase existente entre las islas de Rawi y Adang donde encontramos dos nudos de corriente favorable. Con los prismáticos observábamos el horizonte, más allá del pase, intentando conocer el estado de la mar fuera de la protección. Creíamos ver pequeños rompientes que podían indicar cierta marejada de viento, pero afortunadamente nos equivocamos, las olas correspondían al efecto de choque entre la corriente de marea y las aguas libres. Una vez pasada el área de fuerte corriente y mar confusa, arrumbamos hacia el NE esperando que no hiciera acto de presencia un Monzón fuerte de igual dirección que nos obligara a caer el rumbo hacia el este o sureste. En el transcurso de la mañana la atmósfera se mantuvo muy cargada presentando un cielo lechoso que indicaba un alto nivel de humedad en la atmósfera. Es cierto que el gran anticiclón chino que normalmente llega a afectar esta zona de Asía, se ha debilitado y sus isobaras transcurren mucho más al norte, dejándonos en "tierra de nadie" y por lo tanto proclives a inestabilidades. Por la popa corren tras el Tin Tin dos señuelos de pesca, el primero es un pulpito de plástico de color rosa y que navega a muy poca profundidad y prácticamente en la crujía de la estela aprovechando el "desconcierto" que pudieran ocasionar las turbulencias de la marcha. El segundo es un pez articulado muy realista (hasta se le mueven los ojos) cuyo diseño le provee de movimientos erráticos y un alto nivel de vibraciones, el cual va sumergido aproximadamente a unos tres metros de la superficie. A media singladura saltó el carrete del cebo "realista", largamos ligeramente las velas para disminuir la velocidad que en ese momento era de seis nudos, y con toda la ilusión del mundo nos pusimos a recuperar la "proteína fresca" que pendía al otro lado de la línea. De repente el pez luchó con más ahínco por su vida y logró liberarse del señuelo. Caras de decepción... e inmediatamente se cazaron las escotas, se volvió a largar convenientemente los aparejos de pesca y como siempre comentamos ¡mejor para él! No volvimos a tener ninguna picada en el resto de la singladura. Próximos ya al nuevo destino, observamos que el viento había cambiado radicalmentemente. La ausencia, cerca de costa, del Monzón, originaba viento de virazón que soplaba directamente hacia el litoral, o sea, nos situábamos en el área de barlovento. Fondeamos en la isla de Ko Tarutao en posición 06º41,83'N/099º38,42'E sobre arena y en ocho metros de calado a bajamar (como consecuencia de las sicigias, mareas equinocciales, teníamos en ese momento una amplitud de marea de 3,40 metros). Nada más largar el ancla ya nos dimos cuenta que tendríamos que aguantar una situación bastante desapacible originada por un viento de quince nudos de media pero con una ola de mar de fondo bastante más incómoda. La noche transcurrió movida a lo que debimos de sumar la angustia de ver hacia el interior de la isla abundante aparato eléctrico que correspondía a una importante célula tormentosa.


48º
EXCESO DE HUMEDAD

Las tormentas se mantuvieron hacia el continente durante toda la noche mientras a bordo reinaba el malestar por una mar de fondo que, de vez en cuando, hacia entrar en sincronismo transversal al Tin Tin. Cuando amaneció rápidamente todo estuvo dispuesto para zarpar. Arrumbamos al oeste de la isla de Ko Bolon Le y navegamos todo el trayecto inmersos en un cerrazón que dificultaba la visibilidad. El sol salió tímidamente y una brisa del NW nos acompañó durante toda la mañana. Una vez doblada la isla, manteniendo buen resguardo de los bajos que se sitúan a su WSW, variamos el rumbo con la intención de pasar al oeste de Ko Petra, lugar espléndido donde los haya, pero que en esta ocasión veríamos desde lejos ya que su fondeo principal también se situaba a barlovento en estas condiciones meteorológicas. Mucho nos tememos que la atmósfera se esté cargando de humedad en ausencia de los Monzones y en cualquier momento se desate el mal tiempo, la temperatura diurna es muy elevada rondando los 35º o 36º de máxima y por la noche no creemos que descienda de los 26º o 27º y en estas condiciones, una irrupción de aire frío en las capas superiores de la atmósfera pudiera originar un periodo de fuertes tormentas. El próximo mes de abril suele ser el periodo del cambio de estación pasando de los monzones del NE (vientos relativamente fríos y secos) a los monzones del SW (vientos calientes y húmedos). Este año se está desarrollando moderadamente en el Pacífico el fenómeno del Niño y lo que la estadística indica es que en estas condiciones suele darse un tiempo sensiblemente húmedo para Sudamérica y seco para Asía. No obstante la acumulación de vapor en Malasia y Tailandia en estos momentos es mayor de lo habitual y nos debe de poner en guardia. Tras una navegación relajada, recalamos en la isla de Ko Kradan y fondeamos frente a la cornisa este con el fin de mantenernos a sotavento. Sobre once metros de calado y localizados en 07º19,21'N/099º15,54'E, largamos el ancla y por fin encontramos las aguas plácidas que nos posibilitaría un feliz descanso. No obstante habrá que estar pendiente de un cambio del viento al NE lo cual nos dejaría de nuevo a barlovento y en el destino de los elementos.


49º
A RESGUARDO DE LA MAR DE FONDO


Tres días estuvimos fondeados en Ko Kradan, un lugar hermoso y tranquilo en estas condiciones meteorológicas donde la ausencia del Monzón hace que sople por el día el virazón. La costa está separada de nuestra posición por un extenso arrecife que aflora en gran parte a bajamar, lo cual dificulta en gran medida el desembarco. Hay varias pequeñas playas que quedan unidas con la retirada de la marea y en una de ellas se asientan unas humildes instalaciones hoteleras que ofrecen paz y tranquilidad desde las 16.00 hasta las 11.00 horas del día siguiente. Fuera de ese periodo, el lugar es visitado por muchas embarcaciones tradicionales que traen a turistas ávidos por "descubrir" las islas de Tailandia y con lo que se encuentran es con un barullo de gente, que al igual que ellos, chapotean en el agua indiscriminadamente. El Tin Tin se encuentra fondeado a bastante distancia de la costa, entre otras cosas para evitar los bajos fondos del extenso arrecife, y desde nuestra posición observamos una "movida" turística que solo ofrece ilusión y falta de autenticidad. A nuestro babor está fondeado también un catamarán con bandera polaca a resguardo de la mar de fondo que proviene del oeste.


50º
TIBURON Y AGUAS MUY CÁLIDAS


El tiempo cambió y quedamos de nuevo a barlovento de la isla Ko Kradan. Así que decidimos zarpar sin dilación y acercarnos a la cercana isla de Ko Muk. Largamos el hierro en once metros de calado en situación 07º21,50'N/099º17,40'E con un excelente tenedero de arena que rápidamente engulló el ancla. El lugar ofrece protección de los vientos del norte al este y por el momento es un fondeo óptimo. Las aguas están muy claras, así que nos animamos a visitar la costa que se encuentra al norte de nuestra posición y que cae prácticamente vertical al agua. Enfundados en nuestros neoprenos de tres milímetros estuvimos observando unos fondos pobres en formaciones coralinas pero con bastante vida acuática, sobre todo grandes bancos de peces loro. Un tiburón de aproximadamente tres metros salió despavorido cuando irrumpimos en su territorio dándonos un susto de muerte. Tres pequeñas barracudas se acercaron curiosas manteniéndose a una distancia prudencial. Vimos algunos pargos de buen tamaño, pero salieron a toda velocidad sin darnos ninguna oportunidad de captura. Nos centramos en escudriñar las aguas más someras buscando la posibilidad de encuentro con alguna sepia o pulpo, pero tampoco tuvimos éxito. Así que volvimos para el Tin Tin de forma muy ecologista pero con la satisfacción de poder bucear en aguas limpias. Al día siguiente tocó explorar el interior de la isla. Aqui, en Ko Muk, se asienta un pequeño hotel y al mismo tiempo existe un camino que cruza la isla hacia el norte. Cerca de la playa paramos en un humilde restaurante para comer la rica y sofisticada comida tradicional tailandesa. De vuelta, en la playa y al lado del dinghy, nos dimos un espectacular baño en unas aguas muy cálidas y transparentes de las cuales fue difícil salir, es como estar en la bañera de casa, pero sin la necesidad de estar cada poco renovando el agua caliente. Al atardecer y por el sureste vimos en la lejanía algunas tormentas que descargaron abundante aparato eléctrico.


51º
RECOGIENDO VELAS


El tiempo ha cambiado radicalmente, el monzón de NE ha desaparecido como consecuencia de la retirada hacia el norte del anticiclón chino y por ello Malasia y Tailandia se encuentra en estos momentos en "tierra de nadie" siendo engullidos poco a poco por la I.T.C.Z. (Zona de Convergencia Inter-Tropical). Y bajo estas nuevas circunstancias meteorológicas la atmósfera se muestra muy inestable con abundantes núcleos tormentosos que se distribuyen por todo el área. Este cambio estacional es normal todos los años dando paso a la sesión húmeda con los monzones del SW, pero este año en concreto se ha adelantado y lo ha hecho de la manera más radical que se podía esperar. Al este de Filipinas se está desarrollando un tremendo huracán ("tifón" en Asia) que con el nombre "MAYSAK" es posible que arrase de nuevo este país con vientos superiores a los 100 nudos (185 Kmh). El hecho de que a principios del mes de Abril ya esté formado un huracán en el hemisferio norte (lo normal es a partir del mes de mayo), habla por si solo de la inestabilidad atmosférica y muy posiblemente auspiciado por el tan anunciado cambio climático. Previsiblemente la trayectoria de este huracán continuará hacia el oeste para luego recurvar hacia el NW afectando, a parte de Filipinas, a países como Vietnam, Laos, Hong kong...etc según los actuales pronósticos. Para que podáis observar la fotografía de satélite actual, la subimos al Facebook (nos podéis encontrar en: Velero Tin Tin)coincidiendo con la publicación de esta crónica. Por todas estas circunstancias hemos decidido retornar a la marina de Krabi en Tailandia y dar por finalizada nuestra sesión de navegación 2015. Para ello tenemos previsto recalar en la marina el lunes día 6 del presente mes. Por el momento hemos cambiado de isla ya que el anterior fondeo de Ko Muk dejó de ofrecer resguardo y volvimos a pasar una noche muy inconfortable por la mar de fondo que recaló. Ahora estamos al este de la isla de Ko Ngai, fondeados en once metros de agua y en posición 07º25,03'N/099º12,84'E con un bello paisaje a nuestro alrededor e incipientes formaciones nubosas de gran desarrollo vertical.


52º

ULTIMAS MILLAS


Los vientos insisten en ser de componente oeste, y aunque no es mucha, una mar de fondo de un metro invade todos los fondeos orientados a poniente. Por ello, nuestra situación a sotavento de Ko Ngai es idónea pero gozamos de más calma de la necesaria, ya que existen largos periodos de ausencia total de viento en los cuales se eleva la temperatura por encima de los 33º a la sombra. Para mañana los partes meteorológicos dan calma para las partes orientadas al oeste y será entonces cuando zarpemos con dirección a Ko Lanta norte (20 millas), haremos noche allí y al día siguiente accederemos a la marina de Krabi. Estas últimas 23 millas debemos de recorrerlas antes de las 10.00 horas para tomar la marea creciente que nos llevará hasta las instalaciones náuticas. Esta temporada de navegación ha sido corta en millas y en tiempo. Necesitábamos un periodo como éste para vivir de nuevo la vida de crucerista al más puro estilo "tortuga" disfrutando de los fondeos, de las playas, de los paseos, de los baños y sin los imperativos que imponen las largas travesías. Hemos dedicado mucho tiempo a terminar la nueva publicación ENTRE MAR Y VIENTO, un libro muy extenso y complejo que a buen seguro no dejará indiferentes a nuestros lectores y seguidores. Ahora nuestra mente está estructurando todos los trabajos que hay que realizar para volver a dejar durante un periodo de tiempo largo al Tin Tin sin actividad. Entrada en marina, arriada de velas, invernación de los motores (principal y generador), varada del barco, adecuación del sistema eléctrico, acondicionamiento de la cubierta, tanques, equipos de fondeo, de seguridad, electrónica, jarcia... mil y una revisiones para que cuando estemos de vuelta todo vuelva a funcionar correctamente. El día 15 del presente mes salimos para España y todo debe de quedar en orden. De momento mañana a las 08.00 salimos para Ko Lanta norte y ahora nos vamos a dar un baño en la playa.


53º
LOS PELIGROS DE UN ECLIPSE LUNAR


Fondeó cerca de nosotros un velero con tripulación inglesa a quienes conocíamos desde hacía tiempo. Muy amablemente ellos nos invitaron a pasar por su barco a las 17.30 horas para tomar algo a bordo. Puntuales nos presentamos con una empanada hecha casera y para la ocasión, dispuestos a disfrutar del eclipse lunar que tendría lugar en los últimos momentos del crepúsculo vespertino. Intercambio de historias de mar y anécdotas, todo regado con unas cervezas en un ambiente de envidiable camaradería. La sombra de la tierra empezó a eclipsar el satélite y la noche clara de luna llena se ennegreció de tal manera que desaparecieron las sombras. Curiosos efectos en la periferia de la luna posibilitaban observar, con unos simples prismáticos, el relieve y los volcanes extintos... ¡vete tú a saber que otras interpretaciones le estarán dando por el mundo! ¡quizás, los más sofisticados, lleguen a pensar que los eclipses de luna se dan durante las visitas periódicas de enormes naves extraterrestres! Sea como fuere...se dio un bellísimo espectáculo. Aún duraba el eclipse cuando volvimos para el Tin Tin. Tras una efusiva despedida y con la promesa de volver a vernos, abandonamos el velero inglés entre la oscuridad eclipsada y nos dirigimos al Tin Tin, el cual nos aguardaba a unos cien metros de distancia. Abordada la popa izamos el bote auxiliar en los pescantes quedando firmemente estibado a espera del zarpe en la madrugada siguiente. A las 07.30 horas pusimos rumbo con la intención de realizar un serio acercamiento a la marina de Krabi y aprovechar la marea matutina del día siguiente para acceder a las instalaciones deportivas con seguridad. Pasadas aproximadamente dos horas, y mientras el piloto automático realizaba su trabajo, nos entretuvimos por cubierta realizando al últimas tomas de vídeo. Cual fue nuestra sorpresa al observar que en el interior del dinghy (embarcación auxiliar) ¡había una serpiente marina de unos cincuenta centímetros! ¡noo! El animal había accedido al interior del bote mientras estuvimos departiendo con la tripulación inglesa... y lo que era más angustioso, cuando retornamos para el Tin Tin ¡viajamos con ella a bordo! ¡nos habíamos salvado de una peligrosa mordedura!... nuestros pies descalzos... ¡veinte deditos tan atractivos! No es el primer caso que conocemos, pero si en la propia experiencia. El Tin Tin seguía a rumbo y nosotros sujetos a los pescantes observábamos, con todas las medidas de seguridad, los movimientos nerviosos de un animal que se sentía acorralado. No supimos que hacer, la ofendíamos con un bichero, dábamos golpes para asustarla y hasta le llegamos a echar un espray anti-mosquitos. Al final decidimos darle una solución al tema a nuestra arribada a destino. De vez en cuando mirábamos para el dinghy quizás temiendo que en vez de huida hacia la mar le diese por acompañarnos en la bañera. La cosa es que cuando fondeamos, bajamos el dinghy decididos a desalojar como fuera a la intrusa, pero el ofidio ya había abandonado las dependencias, cuestión ésta que nos tranquilizó mucho... mucho. Fondeamos en la isla de Ko Pu sobre ocho metros de agua en posición 07º49,39'N/098º56,75'E, a escasas diez millas del destino final. Comentamos extensamente la suerte que tuvimos una noche de eclipse lunar...


54º
APROXIMACIÓN Y AMARRE EN MARINA


La noche pasó bastante tranquila solo alterada por una tormenta que se desarrollaba sobre el continente y molestos por el excesivo calor del ambiente. Al no quedar otro remedio que fondear al oeste de la isla Ko Pu, la primera mitad de la noche estuvimos afectados por una incómoda mar de fondo que poco a poco se fue extinguiendo al rolar el viento hacia el NE. Aún no había amanecido cuando nos encontrábamos desayunando y estructurando el delicado trayecto hasta la marina lleno de bajos fondos. La marea estaba bien calculada, a las 10.00 deberíamos estar en el primero de los seis waypoints que disponemos para pasar el área más conflictiva. Una vez el aparejo de fondeo a bordo, dimos rumbo y velocidad para ir cumpliendo un estricto plan de acercamiento. La mañana se presentaba esplendorosa, la mar apenas alterada por una tenue brisa del norte y la promesa de un día extremadamente caluroso. Sorteamos algunas boyas indicadoras de aparejos de pesca, saludamos efusivamente a las tripulaciones de pequeños pesqueros tradicionales y nos duchamos repetidamente con el abundante excedente de agua potable. En breve nos encontraríamos de nuevo amarrados a las instalaciones de la marina, pero hasta entonces habría que ser precisos en la aproximación. Puntualmente a la cita, a las 10.00 nos encontrábamos sobre el primer waypoint y a partir de ahí habría que seguir durante ocho millas la ruta escrupulosamente. A medida que nos fuimos introduciendo en la desembocadura/canal la corriente de marea se fue haciendo notar pasando de uno a tres nudos de corriente favorable. La amplitud de marea era de 3,35 metros y el repunte de la pleamar sería a las 12.10. Por el sitio más delicado la sonda llegó a marcar 1,20 centímetros bajo la orza y una vez pasada esta barra, el calado se estableció entre los 6 y los 14 metros. Una llamada por radio en el canal 67 de VHF nos puso en contacto con Krabi Boat Lagoon Marina a quienes comunicamos nuestra aproximación. Cuando entramos en las instalaciones un marinero nos indicaba el lugar exacto de atraque ayudándonos posteriormente a las maniobras de amarre. El Tin Tin se inmovilizó de golpe, solidario a una estructura flotante que lo comunicaba directamente con tierra, había perdido su libertad. En unos días lo sacaremos fuera del agua y a buen recaudo y en seco, volverá a esperar por nosotros durante unos meses antes de volver a surcar las aguas cálidas de esta parte de Asia. Ahora solo nos queda que reacondicionar el barco para una larga estadía sin actividad y preparar nuestra vuelta a casa que tendrá lugar el 16 del presente mes de abril.


55º
VARADA Y TRABAJOS DE MANTENIMIENTO


A las 14.00 horas fue la cita que tuvimos con la grúa de la marina para sacar al Tin Tin. La pleamar repuntaba a esa hora y los empleados de las instalaciones nos esperaban en el foso. A lo largo de toda la mañana el viento estuvo presente y de vez en cuando algunas rachas bastante fuertes irrumpían en la marina. Cuando se tienen que hacer maniobras en espacios restringidos, siempre aparece cierta ansiedad y mentalmente se repasa una y otra vez los movimientos más adecuados. Un marinero nos ayudó a desatracar, el viento de través de babor nos separó rápidamente del pantalán. Marcha avante y tras un escaso tramo poco a poco a estribor hasta cubrir 90º. Marcha fuera, aprovechando la arrancada, más rueda a estribor para orientar la popa al foso, pero esta maniobra hubo que hacerla anticipadamente para que coincidiese la alineación de crujía con el abatimiento producido por el viento. Situación perfecta, marcha atrás, la popa cae a estribor y hay que compensar con la hélice de proa. Alineado a la perfección, fuera la marcha, con la hélice de proa se va orientando la popa hasta que ésta se introduce en el foso. Cabos a tierra y fin de la maniobra. El Tin Tin quedó a partir de esos momentos en manos de los profesionales de la marina y nos fuimos al restaurante a tomar un zumo de mango. Poco tiempo después el Tin Tin yace inmóvil y bien apuntalado con diez soportes regulables. A partir de ahí un nuevo listado de trabajos de mantenimiento entra en vigor. Endulzado de toda la cubierta; arranque de los motores (principal y generador) + el aire acondicionado con agua dulce y mezcla de líquido refrigerante para evitar corrosiones internas; extracción de los cuatro inyectores del motor principal; limpieza de la sentina y chequeo de las bombas, pisones y reguladores de nivel; arriado del equipo de fondeo; arriado del dinghy; arriado de las velas (mayor y génova); descongelación de la nevera y congelador; cloración de las bombas y tanques de agua dulce; tratamiento de los inodoros; aplicación de biocida a los tanques de diésel; retirada de la cubierta de todos los equipos de seguridad; acceso al mástil para realizar una revisión completa de la jarcia; aislado y clausura del sistema de gas; limpieza del cabrestante; adecuación de un panel solar para que mantenga cargadas las baterías; revisión de todo el sistema de gobierno (manual y pilotos automáticos)... Y en ello estamos, trabajando desde las 06.30 hasta las 13.00 horas diariamente. El resto del tiempo disfrutamos de un apartamento alquilado en las mismas instalaciones de la marina.


56º
ACTUALIZACIÓN DEL BLOG PRINCIPAL Y DESPEDIDA

Al estar cómodamente instalados en la marina de Krabi, podemos disponer de buena señal de Internet, por ello hemos actualizado el blog principal (velerotintin.blogspot.com) con un nuevo reportaje fotográfico comentado titulado 70.-FIN DE TEMPORADA EN TAILANDIA y también con otras noticias sobre nuestras actividades docentes en la península. El día 15 del presente mes de Abril salimos para España a donde llegaremos el 16 a última hora de la tarde a Gijón. La vuelta a Tailandia la tenemos para finales del mes de noviembre del presente año. Mientras tanto disfrutaremos de nuestras familias, amigos, seguidores, alumnos y de la maravillosa tierra, Asturias, de donde somos oriundos. Se están organizando diferentes actos (presentación del nuevo libro, conferencias, cursos, jornadas, etc.) de los cuales os hablamos en el nuevo reportaje y sobre los cuales os pedimos vuestra colaboración, tanto en la participación directa como en la publicidad de los mismos. Deseamos que el nuevo reportaje del blog principal sea de vuestro agrado y nos encantaría poder disponer de vuestros comentarios. Muchas gracias por el seguimiento a través de estas crónicas realizadas directamente desde la mar y a bordo del Tin Tin especialmente para nuestros seguidores. Esperamos haber cumplido con vuestras expectativas, para nosotros ha supuesto una estacha con nuestra gente y raíces. Gracias por estar ahí. Quedamos a vuestra disposición en velerotintin@gmail.com. Un fuerte abrazo para todos. Isabel&Guillermo







No hay comentarios:

Publicar un comentario